~No más secretos~

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Capitulo 32:

Cuando Larry y Sal regresaron al apartamento, un vacío inquietante los recibió. Todd y Ashley ya se habían ido a sus respectivos hogares para descansar.

-Sally: Oh, se fueron... ¿crees que estén bien? Después de lo que pasó, tal vez sería mejor no separarnos tanto.

-Larry: No te preocupes, Sal. Ellos saben cuidarse. *Dijo tratando de tranquilizarlo con una sonrisa forzada*

Sal guardó silencio por un momento. La incertidumbre lo mantenía paranoico. ¿Qué pasaría si la secta decidiera desquitarse con sus amigos? Aun así, asintió. Larry tenia toda la razón, así que decidió que lo mejor sería descansar. Necesitaban estar en pleno juicio para hacer un plan efectivo.

Ya que tú seguías en la habitación, encerrada, a Sal le tocó dormir en el sofá. Tomó unas mantas y almohadas y se acomodó. Larry le ofreció su habitación, pero él no acepto. Necesitaba tiempo a solas para pensar...

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Pasaron un par de horas. Él luchaba contra la ansiedad en el sofá. Incapaz de encontrar el sueño, su mente se inundaba de recuerdos de lo que habían vivido juntos hasta ahora... ¿En que momento se había vuelto todo tan caótico?

Jugó nerviosamente con sus manos, su mirada se perdía en el techo mientras intentaba despejarse. De repente, un destello de luz proveniente de una habitación cercana se filtró por encima de él, acompañado por la sombra de una puerta que se abría. 

Instintivamente, se cubrió con la manta y fingió estar dormido. Escuchó pasos acercándose detrás de él, cerró los ojos con fuerza. Sintió el ligero calor de una mano acercándose a su cabeza pero al final se arrepintió. No lo tocó.

La persona se movió sigilosamente hacia la puerta principal y salió sin hacer ruido. Sally inmediatamente al escuchar esto se levanto alarmado.

Se apresuró a ponerse los zapatos y una chaqueta antes de salir rápidamente del apartamento. En la oscuridad del pasillo, alcanzó a ver una sombra moviéndose hacia abajo, y de inmediato reconoció que eras tú.

Desconcertado por tu salida a esas horas de la noche, decidió seguirte discretamente, ya que aun continuaba ese abrumador sentimiento de paranoia. Al salir del edificio, su corazón latía con fuerza en su pecho. Temía que algún seguidor de la secta, como el hombre de las escaleras, estuviera acechándolos. 

Aunque sentía vergüenza por lo que había pasado entre ustedes antes, la preocupación por tu seguridad lo superaba.

Siguió tus pasos mientras se alejaban del complejo departamental, adentrándose en una zona más boscosa. La noche se extendía tranquila a su alrededor, interrumpida solo por el canto de los grillos. Las estrellas brillaban vislumbrando un intenso resplandor plateado...

En un instante, Sal escuchó un ruido siniestro detrás de él y giró bruscamente, pero no vio nada, había sido solo el viento moviendo algunas hojas secas. Sin embargo, al volver la mirada al frente, se dio cuenta de que ya no estabas. Un escalofrío de pavor recorrió su espalda al imaginar lo que podría haberte sucedido. 

Desesperado, comenzó a buscarte frenéticamente, corriendo en todas direcciones y gritando tu nombre sin preocuparse por revelar su presencia.

-Sally: ¡T/n! ¡T/n, ¿Dónde estás?

Sal buscaba entre los arbustos y los árboles, su respiración se volvía entrecortada y el sudor impregnaba su frente. Cada rama crujía bajo sus pies mientras avanzaba, su mente atormentada por lo peor que pudiera imaginar. Y de repente, un recuerdo asaltó su mente con fuerza: El bosque donde ocurrió aquel desastroso picnic...

⛤Save me⛤ T/N x Sally FaceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora