⛤Save me⛤ T/N x Sally Face

~Resaca~

Capitulo 25:

Finalmente, llevaste tus manos hacia tus ojos, cubriéndolos ligeramente antes de pronunciar con tono juguetón:

-T/n: No te preocupes, no estoy mirando nada, ¿eh? Jeje...

Sal estaba sin palabras, perplejo por lo que acababa de pasar. Un hormigueo recorrió su cuerpo, tiñendo sus mejillas de un rubor intenso.

-Sally: (Pensamiento) Entonces, yo también le gusto?!

Aún conmocionado, trató de encontrar palabras que plasmaran las crecientes dudas que le surgieron sobre su relación:

-Sally: Melody, yo... es-esto es...?

Al escucharlo, ampliaste tu sonrisa ligeramente. Aunque no hubiera terminado la frase, comprendiste completamente lo que quería decir. Jugaste con un mechón de pelo entre tus dedos, asintiendo tímidamente con la cabeza.

Sally quedó aún más sorprendido. Definitivamente no esperaba tal declaración tuya en ese momento, aunque sinceramente era lo que más deseaba. 

Sus sentimientos empezaron a brotar desenfrenadamente al ser finalmente libre para expresar todo su amor por ti. Impulsado por la situación, decidió no postergar más lo que tanto anhelaba:

Sostuvo tus mejillas entre sus manos, acariciándolas y provocándote un pequeño estremecimiento por el contraste de temperaturas. Acerco su rostro lentamente y volvió a sellar sus labios contra los tuyos. Habías encendido una chispa de amor en él, que no iba a ser saciada con un simple besito...

Los labios de Sally se sentían como delicadas plumas cosquilleando en tu boca, emanando una dulzura embelesadora. Te mantuviste quieta, permitiendo que el sutil roce de sus húmedos besos te inundara; mientras acariciabas un poco su lindo cabello azul.

Él te abrazaba, recorriendo sus manos suavemente por tu espalda y cintura, casi como si quisiera fundirse en uno solo contigo...

Mantenías tus ojos cerrados, firme en tu decisión de no abrirlos para cumplir la promesa que le habías hecho a Sally momentos antes. 

Sal se acercaba cada vez más a ti, provocando que, debido a tu posición, terminaras cayendo hacia atrás en la cama. Jalonaste su cuello haciendo que él también cayera sobre ti; ladeándose al final para no aplastarte. 

Luego solo siguió abrazándote con fuerza, hundiendo su cara en tu cuello. 

Pasaron varios minutos así; Sal irradiaba felicidad y emoción. Levantó la cabeza, acercándose a tu oído para decírtelo:

-Sally: T/n... te am-

Justo en el preciso momento en el que estaba a punto de expresar por completo su declaración de amor, se dio cuenta de que ya te habías quedado dormida. Al principio, se sintió confundido, pero rápidamente comprendió que tu sueño se debía al cansancio por la borrachera. 

Una sonrisa cariñosa se dibujó en su rostro mientras te cubría con una manta y se acurrucaba a tu lado para descansar juntos.

.

.

.