Los recuerdos son fragmentos difusos en mi mente, desvaneciéndose justo cuando intento aferrarme a ellos. Pero esos dos, Alessio y Nicolai, se han vuelto mis anclas en una vida que siempre se ha sentido como un mar embravecido. Si bien su presencia...
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Sentada en el cómodo sofá de la oficina de la terapeuta, mi mente no dejaba de divagar. Derek y sus palabras resurgían una y otra vez, "La joya Ferratti", había dicho. ¿Qué significaba eso realmente? Siempre había sido consciente de la prominencia y reputación de la familia Ferratti, pero nunca me había detenido a considerar qué papel jugaba yo exactamente en ese intrincado tejido de poder y tradiciones.
El aire acondicionado emitía un zumbido constante, y el silencio de la sala solo era interrumpido por el ocasional murmullo del exterior. Observé distraída la estantería llena de libros sobre psicología, terapia y autoayuda. La lámpara de pie daba una luz suave y cálida, y había una sensación reconfortante en el ambiente, pero incluso eso no podía despejar completamente mi mente de las inquietudes que la plagaban.
La joya... ¿Por qué esa palabra, esa designación, me causaba tal intranquilidad? En cierto modo, sentía que estaba siendo colocada en un pedestal, uno que no había pedido ni deseado.
La puerta se abrió suavemente, sacándome de mis pensamientos. La Dra. Miller , mi terapeuta, entró con una sonrisa amable. Era una mujer de mediana edad, con una expresión siempre calmada y comprensiva.
—Ángel, disculpa la demora—dijo mientras tomaba asiento en su silla frente a mí.
Le devolví una débil sonrisa. —Está bien, Dra. Miller
Ella inclinó la cabeza ligeramente, observándome con atención. —Pareces un poco distraída hoy. ¿Hay algo en particular en lo que quieras trabajar?
Tomé una profunda bocanada de aire, dudando un momento antes de responder. —Sí, hay algo que me ha estado rondando la mente. Es sobre mi familia... y mi lugar en ella.
La Dra. Miller asintió lentamente, animándome a continuar. Y con ese simple gesto, supe que había encontrado el espacio adecuado para enfrentar mis miedos y descubrir qué significaba realmente ser "La joya Ferratti".
—Realmente ha sido un año muy complicado, Dra. Miller— comencé, mi voz temblaba ligeramente. —Entre la presión familiar y estos... episodios, me siento completamente perdida. Cada vez que siento que avanzo un paso, vienen estos episodio y retrocedo tres paso.
La doctora asintió, escuchando con atención. —Háblame más sobre esa noche, Ángel.
Cerré los ojos por un momento, reviviendo la confusión y el miedo que había sentido. —Solo recuerdo haberme ido a dormir con Alessio, y luego... nada. Me desperté Alessio y los demás dicen que me encontraba en el jardín, sin saber cómo había llegado allí.
La Dra. Miller tomó notas en su bloc. —Y mencionaste que esto ya te había pasado antes, ¿cierto?.
Asentí. —Hace un año, en circunstancias similares. Estaba con Alessio, y luego me encontré en otro lugar sin recuerdo de cómo llegué allí. Fue aterrador, y aún lo es.
