Ángel Ferrati
Despierto en la penumbra de una habitación desconocida, con el corazón aún palpitando con fuerza por la intensidad del sueño. La sensación de estar atrapada en un limbo entre dos identidades me persigue, dejándome con una sensación de inquietud que se niega a desaparecer.
La soledad envuelve la habitación, y me siento pequeña e indefensa en medio de la oscuridad. Mis manos tiemblan ligeramente mientras me esfuerzo por calmarme, recordando dónde estoy y quién soy. Pero la sensación de vulnerabilidad persiste, alimentada por el recuerdo del dolor y la confusión que me asaltaron antes de caer en el sueño profundo.
El sonido de la puerta al abrirse me hace dar un respingo, y levanto la mirada con cautela para encontrarme con los ojos preocupados de Alessio. Su presencia me reconforta de alguna manera, pero también me recuerda la brecha que se ha formado entre nosotros, una brecha que parece cada vez más difícil de cruzar.
—¿Estás bien, Ángel? —pregunta con voz suave, acercándose a mí con cautela como si temiera asustarme.
Asiento con un gesto, intentando tranquilizarme a mí misma antes de responder.
—Sí, solo fue un sueño... —murmuro, tratando de ignorar el peso de la incertidumbre que se cierne sobre nosotros.
La habitación parece más acogedora con su presencia, pero sé que las sombras que acechan en mi interior no desaparecerán tan fácilmente.
—Es mejor que descanses.
El gesto protector de Alessio me reconforta, pero también me recuerda lo frágil que soy en este estado, algo que no me gusta. Aunque no me gusta el contacto humano, sé que cualquier interacción podría desencadenar a Ángel y poner en peligro todo lo que hemos construido.
—Sí, tienes razón —respondo con una sonrisa forzada, tratando de ocultar el conflicto interno que me consume. —Descansaré un poco.
Alessio me observa con atención, como si tratara de descifrar los pensamientos que se agitan en mi interior. Su preocupación es palpable, y aunque me reconforta.
—Mañana iremos a ver a tu terapeuta —anuncia finalmente, su tono firme dejando claro que no hay margen para discusión.
Asiento en silencio, por el intento de mantenerme a salvo, aunque sé que enfrentar a mi terapeuta será enfrentar también mis propios demonios. Pero por ahora, solo quiero encontrar un refugio en el sueño, lejos de las sombras que amenazan con consumirme.
Al día siguiente, el trayecto hacia el consultorio de la doctora Miller transcurre en silencio tenso. La ansiedad me consume mientras pienso en lo que me espera. Mi mente está llena de dudas y temores, preguntándome si podré controlar a Ángel lo suficiente para que no salga a la luz durante la sesión.
Alessio, por su parte, mantiene la mirada fija en la carretera, pero puedo sentir su preocupación palpable en el aire. Sé que le preocupa mi bienestar, pero también temo que descubra la verdad detrás de mis luchas internas.
Finalmente, llegamos al consultorio de la doctora Miller, y el corazón me late con fuerza mientras entramos. Me sumerjo en la familiaridad reconfortante del entorno, pero sé que este lugar también es un recordatorio constante de mis batallas internas.
Alessio me acompaña hasta la sala de espera, donde nos sentamos en silencio, cada uno sumido en sus propios pensamientos. La espera se hace eterna, y cuando finalmente llega el momento de la sesión, siento un nudo en el estómago mientras me levanto para enfrentar mis miedos una vez más.
La doctora Miller saluda con una sonrisa cálida al entrar en la sala de espera. Sus ojos amables transmiten una sensación de tranquilidad que me reconforta, aunque solo sea por un momento. Alessio se levanta y me dirige una mirada cargada de apoyo antes de dirigirse hacia la puerta.
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Legado de Sangre: Saga "Linaje Oscuro" #2(PAUSADA)
RomansaLos recuerdos son fragmentos difusos en mi mente, desvaneciéndose justo cuando intento aferrarme a ellos. Pero esos dos, Alessio y Nicolai, se han vuelto mis anclas en una vida que siempre se ha sentido como un mar embravecido. Si bien su presencia...