Mientras estábamos en el avión de regreso a Nueva York, mi mente se esforzaba por llenar los espacios en blanco de mi memoria. A pesar de mi esfuerzo, no podía evitar sentir una creciente sensación de frustración y desesperación. ¿Qué había sucedido después de que Lucas y yo nos separamos del grupo? ¿Por qué mi memoria era un borrón?
Estaba concentrada en mis pensamientos, intentando desentrañar lo que había sucedido, cuando una voz suave y calmada resonó en mi cabeza. "Tranquilízate, Ángel."
Me sobresalté, mirando a mi alrededor para ver si alguien más había hablado. Pero Lucas estaba absorto en su propio mundo, ocupado con algo en su computadora portátil. Parecía que solo yo había escuchado esa voz.
La voz continuó. "No necesitas preocuparte por lo que no recuerdas. Todo salió bien. Ahora, relájate y déjame cuidar de las cosas."
Me sentí intrigada y a la vez inquieta. ¿De dónde venía esa voz? ¿Era mi propia mente jugándome una pasada? Pero había algo en esa voz que me hacía sentir segura, como si alguien estuviera velando por mí.
Traté de calmarme, como la voz me sugería. Cerré los ojos y respiré profundamente, concentrándome en el sonido del motor del avión y en la sensación de mi cuerpo descansando en el asiento. Aunque la confusión seguía en mi interior, al menos podía encontrar un momento de paz antes de enfrentar las incertidumbres que me esperaban en Nueva York.
El trayecto por las calles de Nueva York fue tenso, cada vez más a medida que nos acercábamos a la mansión Ferrati. Podía sentir cómo mi corazón latía con fuerza, un ritmo acelerado que amenazaba con delatarme. Intenté tranquilizarme, pero la ansiedad era demasiado grande. ¿Qué diría Alessio al verme? ¿Y los Ferrati? ¿Cómo reaccionarían?
El coche se detuvo frente a las puertas imponentes de la mansión. Antes de que Lucas pudiera siquiera apagar el motor, un grupo de hombres, claramente guardias de seguridad, se acercaron rápidamente. Sus miradas severas se suavizaron al reconocerme. Era evidente que mi desaparición había causado conmoción.
Uno de ellos, más joven y claramente ansioso, se volvió y comenzó a correr hacia la entrada principal de la mansión. Seguro que iba a informar de mi regreso. Podía imaginarme la escena dentro: la sorpresa, el alivio, quizás incluso la ira.
Lucas salió del coche y abrió la puerta para mí. -Será mejor que se prepare, señorita Ángel.
Asentí, tomando una profunda bocanada de aire antes de dar un paso fuera del vehículo. El frío aire de Nueva York me golpeó, pero fue refrescante. Cada paso que daba hacia la entrada me llenaba de un creciente sentido de miedo. No Estaba lista para enfrentar lo que viniera. Aunque no recordara todo lo que había sucedido, sabía quién era y qué significaba para los Ferrati.
A medida que me acercaba, las puertas de la mansión se abrieron de par en par, revelando la figura imponente de los Ferrati. Detrás de ellos, reconocí a mis padres, Abigail y Ethan. Sus rostros estaban llenos de alivio y preocupación.
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Legado de Sangre: Saga "Linaje Oscuro" #2(PAUSADA)
RomanceLos recuerdos son fragmentos difusos en mi mente, desvaneciéndose justo cuando intento aferrarme a ellos. Pero esos dos, Alessio y Nicolai, se han vuelto mis anclas en una vida que siempre se ha sentido como un mar embravecido. Si bien su presencia...