CAPÍTULO 8

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NARRADOR OBNISIENTE.



—¿Entonces que sea mañana?

—No, mañana el vendrá a pasar el día con nosotros y aprovechó para convencerlo, y que el encuentro sea el domingo.

—Esa es un buena opción.

—Claro que sí, no sé cómo le hare, pero lograre convencerlo.

Ajenas a todo lo que estaba a punto de suceder Sofía y Amanda planeaban el encuentro de sus hijos el domingo al anochecer, estaba claro que aquella mujeres estaban dispuestas a hacer todo lo posible por unir a sus hijos.

Sergio Allen escuchaba a su esposa en silencio mientras ella hablaba por teléfono, ¿es que su esposa no se podía estar quedita en algún momento sin meterse en líos?, pues al parecer no. Tampoco es que fuera demasiado problemática, pero cuando lo hacía era situaciones dignas de ella. Al parecer su amiga no se quedaba atrás.

Él estaba de acuerdo con ella a que la hija de Amanda Bailey era muy guapa y atractiva, y sobre todo una excelente mujer, en cierto modo era lo que necesitaba su hijo, una mujer que diera la estabilidad emocional a apoyo, pero el único que podía decidir era el, algo le decía que en corazón de su hijo ya había alguien, solamente que necesitaba tiempo para que se dieran cuenta

Mientras tanto Sofía se entercaba a unir a su hijo con la hija de su amiga, su corazón de madre de decía que aquella jovencita guapa e inteligente era lo que su hijo necesitaba para ser feliz, no dudaba ni un solo momento que cuando se conocieran surgiría un amor a primera vista. Y el sexto sentido de un madre jamás falla, pensaba ella.

—Ella creerá que su hermano estará ay, porque si le digo que no ira, ella tampoco querrá, es una mentirita piadosa, pero es por el bien de ella, futura consuegra.

—Aww que bonito se escuchó eso último, yo le diré que estarán los cuatro para no crea que es una encerrona ¡Es que yo soy incapaz de semejante barbaridad! — Sergio estaba a punto de soltar una carcajada por lo último que menciono su esposa, pero se contuvo.

—Todo saldrá de maravilla ya verás Sofí.

—Creo que ya es hora de que nos acostumbremos a decirnos consuegra.

—¡Claro que si consuegra!

Ellas hablaban emocionadas por su nuevo sobrenombre, y fantaseaban con sus hijos juntos y en un futuro no muy lejano que se casarán.

Sin duda alguna ellas ya no tenían remedio ni cura.

Porque una vez que los Bailey y Allen se entercaban no había nadie que los hiciera cambiar de opinión.

Amanda sonreía mientras hablaba, estaba feliz de haber encontrado un buen partido para su hermosa hija, ella jamás se había interpuesto mucho en su vida ni en su vida sentimental, porque confiaba en ella y sabía que tomaría las mejores decisiones, pero ella anhelaba que su hija se casara que encontrará a un hombre que la amará de verdad, a pesar de que ya tenía una nieta preciosa, deseaba tener más, pero está vez de su hija.

Pero por el momento se iba a concentrar en unirlos, que se gustaran y cayeran bien.



Horas después, en el reencuentro de excompañeros ya eran pocos los que bailaban y tomaban.

Chloe ya presa del alcohol entraba a la casa de Valeria y subía al seguro piso para poder dormir un momento, entonces entró a la habitación dejando la puerta semi abierta y se dedicaba a quitarse su atuendo de esa noche para descansar cómodamente.


Por otro lado se encontraba Alexia y Dareck, él le proponía tener sexo sin compromiso y ella a pesar de querer hacerse del rogar acepto en seguida, él quería aprovechar la noche y ella no desperdiciaría la oportunidad de acostarse con el irresistible Dareck Allen, más tarde se encargaría de hacérselo saber a la gente, sobre todo a la odiosa de Chloe y su amiguita.

Dentro de Alexia solo existía obsesión por querer quedarse con Dareck y de fastidiar a Chloe.

Algo que sería fácil de lograr con el de por medio.


Los sentimientos y rencores de aquella época en la preparatoria estaban volviendo a salir a flote.

Entonces se dirigió hacia Valeria para poder ocupar una habitación cerca de la que estaba ocupando Chloe.

No hace mucho lo había visto subir al segundo piso. Y quería que escuchara lo bien que lo iba a pasar.

—¡Vale querida!, estoy agotada y con un poco de mareos por el alcohol crees que me permitas descansar en una de las habitaciones de tu casa, hace poco vi subir a Chloe y pensé que no habría problema en que te lo pidiera también.

—Claro que no, puedes subir y tomar la que quieras menos la del fondo. — musitó Valeria sin saber las intenciones de Alexia Lee y perdida en el ambiente de la fiesta.

—Ohh muchas gracias.

Feliz por haber conseguido lo que quería fue y dijo a Dareck que se adelantara y que ella iría al baño y pronto lo alcanzaría.

Mientras el caminaba hacia el interior de la casa, ella se dirigía al baño.

Entró y se retocaba el maquillaje y mientras se metía un dulce de menta a la boca para evitar un accidente con el aliento.

Estaba a punto subir al segundo piso cuando sonó su teléfono interrumpiendo su andar.

—¿Que? —contesto bruscamente a su hermana cuando respondió a la llamada.

—No quería molestarte pero esto es urgente Alex.— dijo con clara angustia.

Su hermana no llamaría a no ser que fuera una situación urgente. La conocía perfectamente

—¿Qué pasa? — pregunto alarmada por el tono de su hermana.

—Mama tuvo un accidente y está en hospital, temo lo que pueda pasar Alex, tienes que venir.

Al escuchar el sollozo de su hermana supo que las cosas estaban demasiado mal, así que a pesar de que no quería perder la oportunidad de estar con Dareck respondió que pronto estaría hay con ella.

Triste por perder la noche decidió dejar avisado a Alejandro que era la persona mas cercana a ella y por supuesto en quién confío ya que era conocido por el mejor amigo de Dareck, le pidió que avisara a su amigo que se iba, su madre era más importante.

—Dile a Dareck que lo siento mucho que tuve una emergencia familiar pero que pronto nos ponemos al día con lo que hoy quedo pendiente.

—¡Claro no te preocupes ve con cuidado! — afirmo Alejandro.

—Está en el segundo piso, búscalo y díselo por favor.

Dijo nuevamente y se dio la vuelta y se fue apresurada a ver qué era lo que había sucedido con su mamá.

Alejandro siguió pasándola bien y olvidó buscar a su amigo para decirle que Alexia se había ido de emergencia.

Es que Alejandro era Alejandro.

Mientras tanto Dareck ya estaba en el segundo piso.



DARECK.

Me sorprendió la rapidez de Alexia, pero al parecer estaba demasiado ansiosa. Acaricio la silueta de su figura mientras la sigo besando.

No pensé que sería así de satisfactorio.

No puedo explicar la sensación del besó, he besado a demasiadas mujeres pero a ninguna como ella. ¿Cómo no sentí esto anteriormente?

O puede que sea el exceso del alcohol en mi cuerpo que me hace sentir esto.

Sentir sus labios, es como estar en un nuevo mundo...

EL OLOR DE TU PERFUME ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora