CAPÍTULO 11

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Chloe

El sábado temprano al llegar a casa, lo primero que hice, fue dormir, solo me levante a cenar y ya, no tenía ganas para absolutamente nada.

Estaba demasiado cansada, por bailar y tanto alcohol que le di a mi organismo.

El sexo también.

Sí, eso también, aunque no sé exactamente qué pasó después de los besos apasionados, pero de que yo lo deseaba y el a mí, de eso estoy segura, pero no supe ni que pasó con él, probablemente ni le vi la cara, ¿seré capaz de acordarme de más detalles?

Tengo fe de que en algún momento de algo me acordare.

Y hoy me levanté hasta tarde, me di un baño largo y relajante, almorcé con Andy, después ella se fue a ver a su hermana, la que por cierto no hace mucho fue mamá, yo me quedé en casa viendo una película, en la tarde comí sola, ya que Andy se quedaría hasta la noche con su familia, y yo tenía que prepararme para ir a tomar algo con mi hermano, mi cuñada y el "partidazo" hijo de Sofía.

¿Por cierto, cuál es su apellido?

Mamá habla todo el tiempo de su nueva amiga y no sé qué cosas, pero jamás me ha dicho cuál es su apellido.

Vaya a resultar que el hijo pródigo de Sofía ya haya pasado por mi cama, y no estoy dispuesta a tener que ver algo más que una aventurilla.

Pero dudo que así sea, bueno eso quiero creer, pero el destino no puede ser tan cabronaso para hacerlo ¿Verdad?

Entonces después de comer me fui a ducharme, hice todo mi proceso de siempre, al final me vestí con los más rápido que encontré, no tenía ganas de enseñar piernas así que me puse unos jeas blancos con un top sin tirantes rojo que resalta mis tetas y unas sandalias con tacón color beige, mi cabello lo recogí en una coleta alta y me maquille lo menos que pude, de accesorios nada más me puse los aretes y mi Rolex que jamás dejó.

Y ahora voy de camino al bar al que me indicó mamá, tome un taxi ya que mi hermano estará ay, al final le pediré que me lleve a casa.

No creo que se niegue, soy su hermanita y tiene que cuidar de mí, además Sam es un encanto, la adoro, mejor elección no pudo hacer mi hermano.

Durante el viaje observo como anochece lentamente, ocultando el sol, mucha gente da un paseo con su familia, es domingo y muchos lo aprovechan al máximo pues mañana tendrán que volver a su rutina de trabajo, al igual que yo, la diferencia es que ellos tienen a alguien esperando por ellos en su casa y yo no.

Cuando pienso eso recuerdo en las palabras de mamá.

"Tienes que hacer tu vida Chloe, tener un esposo que te amé y unos hijos hermosos que alegrarán el resto de tu vida, así como yo los tengo a ustedes"

¿Será que eso es lo que necesito para estar plenamente feliz?

Puede que sí, pero yo aún no me siento preparada para dar ese paso, sé que tengo una edad en la que ya debería hacerlo, pero hay algo en mí que me dice que no es el momento, pero no me quiero agobiar, tiempo al tiempo.

Sé que su insistencia en que conozca a alguien nos es con mala intención, ella desea que sea feliz y que no viva algo como lo de ella, muy en el fondo es miedo.

Además jamás estaremos listos para tomar decisiones tan importantes hasta que las circunstancias de la vida decidan darnos un empujoncito.

Yo voy a esperar ese empujoncito.

—Hemos llegando señorita. — de tanto pensar ni me di cuenta que estábamos llegando.

Saco mi cartera, pago el viaje y bajo del taxi quedando frente al bar que me indico mamá — gracias — le digo cuando cierro la puerta.

El taxista me dedica una sonrisa amable y se va.

Antes de entrar voy a llamar a mi hermana, si ya llegó: entro, si no, lo espero. No quiero llegar y encontrarme sola con un desconocido.

Suena tres veces y estoy por colgar y dar por hecho que ya se encuentra adentro y entonces contesta.

—Hola — esa no es la voz de mi hermano.

—Hola Sam.

—Disculpa que haya contestado, pero tú hermano está en una guerra un poco mojadiza...

—¿Cómo? — ¿Guerra mojadiza?

—Lía está tomando un baño y como ya sabes a tu sobrina le encanta el agua — eso es cierto — así que no quiere salir y está salpicando agua por dónde sea, y Iván se ha unido a ella, ahora tengo que encargarme de que los dos dejen de jugar y se sequen para que no les dé un resfriado.

Me río no puedo evitarlo, es que mi hermano no puede negarle nada a su hija y si a ella le hace feliz estar en el agua, él también lo hará. Son adorables.

—Tu puedes con ellos. — le digo todavía sonriendo.

—Claro que sí .

—¿Entonces van a llegar tarde?— tal vez se les hizo tarde.

—¿A dónde?

—Aquí al bar, yo ya estoy aquí, pensé que ya estaban dentro.

—No sé de qué me hablas.

—¿Cómo que no sabes? ¿Iván no te dijo?

—No sé de qué hablas Chloe, él no me ha dicho nada, y planes de salir según yo no tiene, pensábamos hacer palomitas y ver películas.

—¿Entonces...? — mi mamá me dijo que les avisaría, ¿O se les olvidó? — ¿Puedes pasarme a mi hermano, aunque esté mojado por favor— pido para saber qué es lo que esta pasando.

—Claro, espera un momento y le aviso.

—Gracias Sam. — estoy segura de que sonrió del otro lado del teléfono, mi cuñada es un amor.

Espero unos minutos y escucho la voz de mi hermano.

—¿Que pasa hermanita? Me dijo Sam que querías hablar con migo, no me dijo de qué ¿Estás bien?

—Si todo bien, ¿Has hablado con mamá?

—Sí, hoy en la tarde, dijo que quería que la próxima semana cenaremos juntos, quería pasar tiempo abuela-nieta con Lía.

Así que mis sospechas son ciertas, mamá me engaño.

—Ohh eso está bien, hablé con ella hace días y dijo que te diría para que hoy saliéramos a tomar algo con el hijo de Sofía.

—Ahh, cuando cenamos juntos algo comentaron pero yo dejé claro que no podíamos, queríamos pasar más tiempo con Lía, y mamá no me dijo nada más después.

—Ohh no te preocupes, entonces voy a tomar algo con él y después me voy a casa, disfruta de tu noche en familia, mañana hablamos, te quiero hermanito.

—Está bien, cuídate mucho, te quiero enana.

Sonrió y cuelgo.

Una vez terminada la llamada la sonrisa se borró de mis labios, respiro tranquilamente, no se vale que me engañé.

Ella sabía perfectamente que mi hermano no vendría, ella me hizo venir aquí a base de mentiras.

Amo a mi mamá, pero detesto que me haga esto.

Entonces le llamo para dejarle claro que estoy demasiado grandecita para saber que hago o no con mi vida.

Tarda unos segundos en contestar.

—Hola cariño, ¿Ya estás en el bar? ¿Qué te pareció el hijo de Sofía? — me dice con entusiasmo.

Y todavía tiene el descaro de preguntarme.

—No mamá...

—¿No me digas que te dejó plantada?

—No, no me...

—¡No me digas que has tenido un accidente y no podrás llegar!

—¡No mamá no!

—¿Entonces que pasa cielo? — pasa de todo.

—Pasa de todo mamá ¡Me engañaste para conseguir algo que tú quieres! ¿Sabes? Acabo de llamar a mi hermano para entrar juntos ¿Sabes por qué? — no contesta — porque no quería quedarme a solas con un completo desconocido con el cual tú estás empeñada en emparejarme, pero ¡No estoy interesada! Cuando vas a entender que no estoy interesada en formalizar una relación, mi hermano me ha dicho que desde que cenaron el dejo claro en esa maldita cena que él no estaba disponible para ninguna salida y ¿Que vas y haces tú? ¡Claro armas quién sabe qué planes estúpidos para juntarme con un hombre al cual no conozco y no tengo ni el mínimo interés en conocer solo porque es hijo de tu amiga!

—Cielo las cosas no son así...

—¡¿Entonces como son?! Nunca te avías metido en mi vida y estaba bien hasta que se te ocurrió la brillante idea de buscarme pareja, estoy lo suficientemente grande como para saber que hago o no con mi vida amorosa, que si me acuesto con el cualquier hombre que se pasé por mi camino ¡Es mi problema! Es mi cuerpo y hago lo que quiera con él, eres mi madre y te respeto pero no voy a permitir de ninguna manera que te metas en mi vida y hacer lo que quieras con ella, ¡tú ya has vivido tu vida deja que viva yo la mía como se me dé la gana!, así que deja de hacer citas con desconocidos porque no me importan en lo absoluto, el día que yo quiera formar una familia lo haré cuando esté lista no cuando tú quieras, ¡Así que no te metas en mi vida mamá!


—Hija yo no pensé...

—Ese es el problema, ¡Que no pensaste! Ahora hazle como quieras que yo no me voy a ver con nadie para tomar algo está noche, y me importa poco lo que digas , y que te quede claro que estoy enojada y que no quiero saber nada de ti ni de nadie en estos momentos, así que tengas buenas noches.

Y le cuelgo, estoy enojada, más que enojada, y no pienso hablarle hasta que se me pase el enojo.

Pero es su culpa, si me lo hubiera dicho antes le hubiera dejado clara las cosas de una vez y no estaríamos en esta situación.

La gente que pasa cerca de mí me mira con pena, parezco loca gritando en media calle.

Pero estoy agotada de estos liaos lo único que quiero es irme a casa y desahogarme con Andy, si es que ya llegó.

Camino y paro un taxi, le digo a dónde debe llevarme y se pone en marcha.

Todo el camino me la paso pensando en como mi madre fue capaz de hacer semejante tontería ¿Sofía tendrá que ver con esto? Lo más probable es que sí, es más me atrevo a afirmar que las dos lo planearon minuciosamente. Pobre de su hijo se tendrá que quedar esperando, odio faltar a mi palabra pero está vez las razones para irme del lugar están más que justificadas.

Cuando llegó a mi edificio, pago y salgo con pisadas enojadas hacia el interior, me subo al asesor y presiono al último piso, que es el mío, cuando llegó me quitó mis zapatos y lo boto.

Andy ya está en la cocina. Gracias a dios por qué ya está aquí.

—¿Qué te pasa? — me pregunta al ver el enojo plasmado en mi cara.

Entonces nos sentamos y le cuento absolutamente todo lo que pasó, me escucha atentamente y me dice que si fuera yo haría lo mismo, no estuvo bien lo que hizo madre.

—No es que quiera empeoran tu noche pero Fabián a tenido un accidente y no podrá trabajar durante un mes y buscar un chef que lo sustituya es muy complicado ahora y es urgente.

Lo que me faltaba, que uno de mis chef se accidentara.

—No hay que alarmarnos, yo tomaré su lugar durante este tiempo que esté en descanso.— no será la primera vez que lo hago.

—¿Y las supervisiones? — se me olvidaba eso.

Un día por semana se lo dedico a la supervisión de mis restaurantes, me aseguro que todo vaya en orden y que hagan un buen trabajo.

—Ya buscaré la manera de hacerlo y por supuesto que estás conmigo para ayudarme.

—Siempre, no lo dudes. — nos abrazamos y decidimos hacer una noche de chicas improvisada, vemos una película y comemos palomitas, planazo.

Después nos vamos a dormir mañana tengo que trabajar doblé. Eso ayudará a que se me pase el enojo con madre.




NARRADOR OBNISIENTE.

—Siento que las cosas hayan pasado así, no pensé en que el plan saldría mal, mi hija está enojada y dudo que el tuyo vaya a estar contento.

Amanda hablaba con su gran amiga Sofía, la reciente discusión con Chloe no se la esperaban ninguna de las dos.

—No es tu culpa, sabíamos que había la posibilidad de que hubiera inconvenientes...

—No sé...mi hija no está nada contenta, dudo que me hable durante un largo tiempo. —esta vez estaba más que claro que Chloe no perdonaría lo que había echó su madre hasta que pasará un largo tiempo, y cuando decían un largo tiempo se referían a semanas.

Ella más que nadie sabía que su hija era muy orgullosa y testaruda. Y ahora no la molestaría, ella necesitaba su tiempo.

—Tranquila ya se le pasara, ¿Qué te parece si hablamos en un rato? Ahorita voy a llamar a mi hijo para que no espere más.

—Está bien, espero y no se lo tome a mal.

—Eso espero yo también.

Entonces dieron por terminada la llamada y Sofía llamó a su hijo para darle la última noticia; nadie llegaría a su cita acordada.

Para sorpresa de ella, su hijo no dijo nada más, seguro que se enojó pero no lo dejo ver, ahora tendría que buscar la manera de en contentarlo.

Tal vez se estaba metiendo demasiado en una situación en la que no debería, pero lo único que ella quería era que su hijo fuera feliz y si para eso tendría que presentarle chicas hasta que él se decidiera por una, lo haría.

Se estaba cansando de escuchar rumores de que su hijo se acostaba con una mujer diferente cada noche, ¡Dios, que ni una sola novia avía tenido! Era la vida de el, pero no quería que su vida fiera tan monótona y aburrida necesitaba a alguien que lo acompañara.

Entonces llamo a su amiga y siguieron hablando por un largo tiempo.

Solo ellas le encontraban sentido a su conversación.

Sergio Allen, suspiraba por las tonterías que hacía y decía su esposa, aunque debía de admitir que ella jamás se equivocaba al tomar alguna decisión. Esperaba que está vez no fuera la excepción.

Y en un lugar no muy lejano se encontraba Alexia Lee, esperando ansiosa a que Dareck respondiera a su mensaje — aquel que le había mandado hace un día — ¿Estará ocupado? ¿Le habrá pasado algo? ¿Me está ignorando?

Eran algunas de las preguntas que se hacía constantemente, se encontraba todavía en el hospital, su madre había tenido un desmayó, según los doctores era síntoma de anemia, pero aún no avían confirmado nada.

Solo tenía que esperar a que le dieran los resultados para estar tranquila y sin preocupaciones, y también que le contestara Dareck, ella estaba más que decidida a terminar lo que dejaron pendiente.

Ella no tenía ni la más mínima idea de que Dareck si disfrutó la noche. Y de que el destino ya tenía escrito lo que pasaría. ¿o sería una casualidad de que las cosas sucedieran?

¿Ella estaría incluida en esos planes?

Tal vez...


Mientras tanto Alejandro buscaba la mejor opción para disculparse sinceramente con su mejor amigo.

No sabía que el darle su número de teléfono a Alexia ocasionaría problemas.

"¿Tan mala es en la cama?"

Se preguntó seriamente, cuando tuviera oportunidad de lo preguntaría a Dareck.

La mejor opción era buscarle una acompañante atractiva que lo en contentara.

Ósea que prácticamente ella haría el trabajo, pero claro contaba más su colaboración para que eso pasara.

Así que esa era su mejor opción hasta el momento. A la cual le tenía demasiada fe.

Pero también había pensado en comprarle flores y chocolates, si a las mujeres les gustan ¿porque a un hombre no?

O puede que utilizará las dos opciones, lo pensaría seriamente...

Bueno... Alejandro estaba siendo Alejandro.


Mientras tanto Dareck salía del hotel en el que paso un momento muy agradable...y placentero...

Sonreía porque su noche no termino nada mal, mientras otros desperdiciaban el tener algo que ver con el o conocerlo, algunos lo disfrutaban como jamás disfrutarían con alguien.

Llegó a su casa y de acostó plácidamente en la cama, el sueño no tardó en hacerse presente.







¡NUEVO  CAPITULO!

ESPEROOO Y LES GUSTE.

¡VIENEN COSAS SUPER YA VERAN!

ME ENCANTA EL CARACTER DE CHLOE ¿ESTARA BIEN QUE HAYA REACCIONADO ASI?

¿DARECK TENDRA GANAS DE CONOCER A CHLOE TODAVIA?

¿SURGIRA SU ENCUENTRO?


BUENOOOOO, NOS LEEMOS EL PROXIMO VIERNES.

LOS QUIEROOO

ATT

ABBY


EL OLOR DE TU PERFUME ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora