CAPITULO 27

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NOTA: Revisen que han leído los capítulos anteriores para que no de pierdan nada de la historia.

GRACIAS POR ESPERAR.


CHLOE

—No me importa, yo no voy a dejar que nadie más me quité lo que quiero y yo te quiero a ti.

Las palabras que suelta me estremecen, me siento caer en pozo de emociones sin fin.

"Querer" no es una palabra que se pueda decir a la ligera, él no puede decir que me quiere sin estar completamente seguro de lo que siente.

Yo no sé lo que siento en realidad, en estos momentos, me siento perdida, no tengo fuerzas para negarme más. Estoy cansada de huir, "eres una cobarde" las palabras que me dijo resuenan en mi cabeza.

Y lo peor de todo, es que creo que tiene razón. Es de cobardes huir, y yo lo he hecho por semanas.

No pudo huir toda mi vida, yo no huyó, no sé qué es lo que me pasa ahora.

Supongo que mis miedos son más grandes de lo que creí.

Se supone que esto no debería estar pasando, en esto no habíamos quedado.

Esto no estaba planeado para que sucediera.

No tenían que nacer sentimientos entré nosotros, yo no debí dejar que pasará más, pero fue y es imposible, la culpa es de los dos, también tuve que ver, no debí internar besarlo, el problema es que yo no puedo evitarlo, los sentimientos de hace años estar volviendo, y no sé qué hacer contra ellos.

—Chloe estoy cansado de insistir y de que tú huyas, quiero que hablemos como persona civilizadas.

—Eso no pensabas cundo me fuiste a buscar — digo con retín

—Lo sé, sé que estuve mal, fue un impulso, pero de verdad quiero que hablemos. — Pide por milésima vez — por favor...

—Hablemos, pero no aquí en la calle, que dirán cuando se enteren que el gran abogado Dareck Allen, estaba armando una escena de celos. — trato de romper el momento tensó, parecemos un matrimonio a punto de irse a la ruina.

—Dirán que está loca por una brillante chef.

Apartó mi rostro sonrojado y camino hacia el edificio, el me sigue. Tenemos muchas cosas que hablar.

Subimos al ascensor y permanecemos en silencio, creo que es mejor, no puedo creer hasta el punto que hemos llegado para poder hablar, para que yo quisiera hablar, todo es tan nuevo y distinto, más tarde le enviaré un mensaje a Cristian y le pediré disculpas por lo de hoy, Dareck se a comportado como un imbécil, ¿Cómo se le ocurre pensar que tengo algo con Cristian? ¡Ya está casado y tiene un hijo! Y arruinó mi sorpresa, debí ser quien se lo contara, nada salió bien.

Volteó a mirarlo a mi lado y lo fulminó con la mirada.

— ¿Ahora que hice? — pregunta, como si no fuera obvio.

—La pregunta sería ¿Que no hiciste?

—Si es por lo del idiota ese, no te pediré disculpas, no me arrepiento de nada. — dice con orgullo.

—"El idiota ése" es mi amigo, es como un hermano, es una persona muy importante para mí, creo que lo deje claro cundo te conté cómo fue que me enamoré de la cocina, además, ¡Es casado y tiene un hijo!

—No pediré disculpas.

—Me debes más que una disculpa, te portaste como un completo idiota, quería ser yo quien le dijera que estaba embarazada.

— ¿Idiota?

—Sí, un completo idiota.

—Aunque me ofendas, no pediré disculpas, no a él.

— ¡Eres imposible Allen! — resoplo y miro al frente.

Llegamos al último piso y salimos del ascensor, camino enojada, no sé por qué exactamente, pero estoy enojada, creo que el bebé también está enojado o enojada.

— ¡Chloe espera! — grita Dareck detrás de mí y lo ignoro, sacó las llaves de mi cartera y abro la puerta de mi departamento, entró y Dareck detrás de mí, debería dejarlo fuera.

—Chloe estamos volviendo a lo mismo, no voy a pedir disculpas por decir lo que dije, estaba, estoy y estaré más celoso que nunca por ese tipo.

—No es cualquier tipo, es como mi hermano, ¡Y será padrino del bebé cuando nazca!

—No estoy de acuerdo, además si vamos a bautizar a "nuestro hijo" el padrino será Alejandro.

—No, ya he tomado una decisión.

—Y yo no estoy de acuerdo.

—Ya lo veremos. — lo retó con la mirada, alguien de los dos perderá y no seré yo.

— ¡Vaya ya asta pelean como marido y mujer!

Ambos volteemos a observar a Andy que nos mira con una sonrisa burlona, lo peor de todo es que su hermano está con ella.

—Hola... yo... — trato de hablar sin que se note mi vergüenza.

—Buenas noches. — Dareck se acerca y le tiende la mano al hermano y después a mi amiga— hola Andy.

—Hola, la verdad ya te extrañábamos en el departamento.

La miró mal, ella lo extrañaba yo no.

—Estuve ocupado, pero te aseguro que me verás más seguido por aquí.

—Ya lo creo...

Si Andy está con su hermano, no podemos hablar aquí, tendremos que hacerlo en mi habitación. No me agrada llevarlo a mi habitación, pero no tengo opción.

—Nos vemos luego, nosotros tenemos que hablar. — Andy me mira sorprendida, su hermano asiente y Dareck sonríe mientras lo toma de la mano y me lo llevo a mi habitación.

Abro y entro con él, se queda observando todo, el vestidor enorme que tengo, el tocador, la cama matrimonial, me gusta dormir cómoda, tengo un baño espacioso, las fotos con mi familia, amigos, en mi restaurante.

—Tu habitación es linda...

— ¿Linda?

—Si lindo, tú eres hermosa.

—No estamos aquí para que me digas halagos, sino para hablar.

—Vale, entonces seré directo, ¿Porque huiste el día de tu cumpleaños?

Vamos directo al grano.

—Tuve miedo.

— ¿Miedo de que?

—De cometer una estupidez.

—Besarnos no sería una estupidez.

—Yo no quiero tener algo de un rato nada más, además seremos papás, no podemos jugar a qué un día nos gustamos y al otro no.

— ¿Pero quién está jugando? Porque yo no, yo quiero intentarlo enserio.

—No es tan fácil.

—Claro que lo es, solo tienes que admitir que sientes lo mismo que yo.

—Pero...

— ¿A qué le tienes miedo?

—A todo, a lo que siento y de que no funcione.

—Estas siendo muy negativa.

—No, solo que no quiero terminar con el corazón roto, no quiero que me vuelvas a romper el corazón Dareck Allen, no otra vez.

— ¿Piensas que pasará lo mismo que hace años?

—No lo mismo pero tal vez algo peor.

—Chloe lo de hace años fue un malentendido, y ahora no estoy dispuesto a que nadie interfiera en nuestras vidas.

— ¿Y si...?

— ¿Tu sientes algo por mí?

—Si...— si susurro por lo bajo, no lo puedo negar ya no más.

—Y yo estoy loco por ti ¿Crees que es suficiente para que esto funcione?

—Sí, aremos que funcione.

—Yo haré hasta lo imposible para que confíes en mí.

—Entonces puede que de verdad funcione.

— ¿Chloe Bailey aceptas darme una oportunidad y un cita?

—Acepto Dareck Allen.

—Eso hay que celebrarlo. — me dice con una sonrisa de felicidad.

— ¿A si?

—Si

— ¿Y cómo?

—Con algo muy especial.

—Sorpréndeme.

Se acerca lentamente y se detienen a escasos milímetros de mí, mi corazón late desbocado, y los nervios me corroen, mi respiración el lente y pausada, su boca se encuentra a escasos milímetros, con tan solo moverme los podría tocar.

—Te voy a besar...

Lo miró y espero el beso, sus manos me rodean la cintura y me estremezco, enredó mis manos en su cuello y ambos respiramos lentamente, nuestros alimentos se mezclan y espero ansiosa, me mira con deseo y yo de la misma manera, la misma conexión de siempre.

Acorta la distancia y pega suavemente sus labios a los mío, siento un estremecimiento por todo es cuerpo, sus labios son suaves, mueve lentamente sus labios sobre los míos y abro mi boca para darle mejor acceso, se siente espectacular, el deseó es notorio entre los dos, pero no es el momento.

Nos besamos por varios minutos, nos separamos con las respiraciones agitadas.

—Duerme conmigo.

— ¿Me estas proponiendo cosas indecentes?

—No, solo dormir.

—Vale.

Me cambio de ropa y me acomodo en la cama. Él lo hace a mi lado. No parece incomodo por acostarse con su ropa.

— ¿En verdad crees que soy una cobarde? — pregunto mientras me abraza, sus palabras se quedaron grabadas en mi cabeza.

—No lo eres, en absoluto.

—Pero lo has dicho cuando discutimos...

—Siento lo que he dicho, pero no era una cobarde, solo necesitaba hacerte enojar.

— ¿Porque querrías hacerme enojar?

—Choe eres la persona más orgullosa y terca que he conocido en toda mi vida, también la mujer más valiente e inteligente de todo el mundo, pero cuando te cierras a hablar, eres imposible.

—Yo no soy imposible...

—Claro que lo eres, y eres tan tú, que no ibas a dejar que yo te llamará cobarde, sólo así te plantearías hablar con migo.

—Creo que te funcionó, ya me estás conociendo Dareck Allen.

—Vaya que si funcionó, son muy afortunado de tenerte conmigo Chloe Bailey.

—Sí que lo eres, pero...

— ¿Hay peros?

—No, solo que yo no perdono Dareck, yo no soporto las mentiras y engaños, una relación se basa en, lealtad, compromiso, comunicación, confianza, amor y respeto, y por ningún motivo voy a tolerar que faltes a uno de esos valores, porque si yo me voy a comprometer quiero que hagas lo mismo, y recuerda que yo no perdonó ni doy segundas oportunidades.

—Créeme que jamás me atrevería a dañarte, era una de las mejores cosas que me ha dado la vida, y me encantas Chloe.

— ¿Y si no funciona...?

—Claro que funcionará.

—Suenas como si ya supieras que toda irá bien.

—Estoy seguro, tú y yo no tenemos escapatoria, yo soy para ti, por el resto de mi vida, Chloe no cometeré nuevamente el error de dejarte ir, te lo prometo.

Sonrió y cierro los párpados lentamente, Dareck me abraza y yo me siento bien en sus brazos, estoy plena, acaricia mi vientre y sonrió, esta noche han pasado muchas cosas.

Me daré una oportunidad con Dareck Allen. Y la idea me emociona más de lo que debería.




Narrador omnisciente.

Chloe y Dareck dormían plácidamente, muchas emociones habían estado presente en sus vidas.

No obstante no todos dormían.

Una persona se encontraba recreando la escena que vio, una y otra vez en su mente, todo había sido tan real, las palabras habían sido sinceras, algo que le molestaba cada vez más.

Pero pronto tomaría las riendas de la situación, no quedaría en ridículo nuevamente.

Esperaba ansiosamente la llamada que no tardarían en llegar, esa llamada sería el inicio y el fin de muchas cosas, pero no le importaba, se había prometido hacer hasta lo imposible por obtener su objetivo.

El teléfono sonó ruidosamente en la habitación y se en encargo de tomarlo y comprobar que era su llamada. Sonrió fríamente y contesto.

—Dime todo lo que sepas.

—Su nombre completo es, Chloe Davies Bailey, tiene un hermano, con los mismos apellidos, es mayor que ella, su madre nunca estuvo casada, ni se conoce de algún noviazgo, su madre Amanda Bailey es hasta hija de los empresarios, Azariel y Olivia Bailey.

—Me interesa saber más de ella, su familia no me importa. ¿Qué pasa con su padre?

—No encontré absolutamente nada, es imposible saber eso, hay varias personas con ese apellido.

Aquella persona ya sabía quién era, no tenía que ser tan listo para saberlo, los rasgos parecidos y concordaba con las historias que había escuchado, al parecer tenía más cosas que arreglar con Chloe.

<<Tiene un título en administración de empresas, y tiene un cadena de restaurantes, son aproximadamente diez en todo el estado, incluyendo varías cafeterías, tiene veintiocho años, recién cumplidos, y un detalle que creo que le va a interesar.

— ¿Qué es?

—Está embarazada, tiene cuatro meses cumplidos.

— ¿Embarazada? ¿Y el padre?

—He investigado y ha acudido a todas las citas con Dareck Allen.

— ¿Están juntos?

—He hablado con la doctora encargada de su embarazo y afirmó que están juntos. Y ella odia que su vida se vea envuelta en los medios, ha huido de todas las entrevistas y reportajes sobre ella, solo lo hace anónimamente.

—Interesante... ¿Algo más?

—Si, en aproximadamente dos meses es el aniversario del buffet de los Allen.

—Entones creo que será momento de sumarles un nuevo socio.

Termino la llamada y sonrío espeluznante mente, ya sabía que haría.



Gracias por esperar los quiero, se supone que es romance pero lo ultimo parece de terror, hagan sus teorías. Espero vernos pronto, los quiero. No olviden votar y comentar, me animan a actualizar mas seguido.

Los quiero.

ATT

Abby.









EL OLOR DE TU PERFUME ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora