DARECK
— Buenos días Elisa —saludo a mi secretaria llegando a mi oficina — ¿Alguna novedad?
—Buenos días señor Allen, Ninguna novedad hasta el momento.
—De acuerdo. No me pases llamadas, solo si son realmente importantes tampoco quiero que me interrumpan. —Avanzo hacia mi despacho, para continuar con mi largas lista de trabajo, un buen abogado como yo, nunca deja de ser solicitado.
—¡Señor Allen! — grita Elisa antes de que habrá la puerta, ¿Por qué grita?
—¿Si, Elisa?
—Su madre lo está esperando en su despacho — qué querrá ahora.¿tan difícil es que quiera empezar mi día tranquilo?
—¿No te dijo a qué vino? — con ella aquí se puede esperar cualquier cosa.
—No señor. — responde y entró a mi despacho a averiguar qué es lo que desea.
Y ay está ella, sentada en mi asiento como si ella fuera la jefa y no yo. Y como es común en ella, está fresca como una rosa.
— Buenos días madre ¿Que te trae por acá? — digo parado ahí con las manos en los bolsillos mirándola expectante a qué me diga a lo que vino.
—¿Madre? Eso suena demasiado frio ¿Qué, que hago por acá?
— Si, eso es lo que dije.
—Escuche perfectamente lo que dijiste Dareck Allen — mi nombre, dijo mi nombre completo y no ninguno de sus apelativos cariñosos, estoy en problemas, no hay duda, ¿Pero que hice?
—¿Entonces porque preguntas mama?—He firmado mi sentencia de muerte.
—No me hables así Dareck, soy tu madre y me debes respeto.
—Mi intención jamás fue faltarte el respeto, creo que malinterpretas la situación mama
—Más te vale jovencito, ahora te voy a decir que hago aquí, parece que estás ansioso por saber, aunque tu deberías saberlo mejor que yo.— lo mismo de siempre.
—¿Pero antes puedo sentarme? — quiero estar cómodo para escuchar sus sermones.
— Claro
No me entendió, yo hablo de mi lugar; en el que ella esta.
—En mi lugar.
—Ohh,—se hace la sorprendida —No, aquí me quiero sentar y si tú quieres hacerlo hazlo con una de las que está ay— señala los dos lugares que están enfrente de mi escritorio.
Con retín lo hago, está mujer —que es mi madre — es la mujer más mandona del mundo.
—¿Entonces?
—Pues creo que tú más que nadie sabe por qué estoy aquí ¿no?—niego con la cabeza — pues como sabrás las paredes ven y oyen, y me siguen llegando rumores que te acuestas con cuánta mujer se te atraviesa en el camino — no con todas, solo las que me gustan — y creo que eso no es digno de escuchar de un adulto a cargo de un bufete de abogados ¿estamos de acuerdo con eso verdad? Así das la viva imagen de un hombre desobligado e irresponsable— ya estamos con eso otra vez — y no hay día que no me des un disgusto Dareck, ¿sabes lo que es salir y escuchar a las chocosas y superficiales de las mujeres del club hablar los rumores de que mi hijo cada día se acuesta con una mujer diferente?
— No pienso discutir eso otra vez madre.—He hecho una muy buena amiga en las últimas semanas nos llevamos de maravilla y no quiero que se deje llevar por los chismes que ve en las revistas y la prensa amarillista.
—Ese nos es mi problema ella puede creer lo que ella quiera.
—No digas eso Dareck sabes lo complicado que es que alguien me caiga bien y ella me cae bien no quiero que perdamos la bonita amistad que estamos formando.
—¿Y yo que tengo que ver con eso mamá?
Que no sea lo que estoy pensando por favor
— Bueno, he pensado que podríamos hacer una cena de su familia con la nuestra y así se conocen ¡A qué es una increíble idea Dareck!
A dicho nuevamente mi nombré, eso quiere decir que estoy obligado a ir a esa cena.
—Es una increíble idea mamá, pero me será imposible asistir, tengo demasiado trabajo.— está claro que tengo que ir, pero tal vez hay posibilidad de que no insista y me deja tranquilo, la esperanza es lo último que muero ¿Cierto?
—Ningún pero Dareck, tienes que ir a esa cena por qué soy tu madre y te lo ordeno —siempre lo mismo— Además Mandy tiene una familia encantadora, en especial su hija, es de tu edad y es una chica guapísima e inteligente, es una chica que vale la pena conocer.
Así que esto es prácticamente un encerrona para que conozca a una mujer y no porque le importe su amistad ¿porque no entiende de una vez que no deseó tener una relación estable?
—No madre, he dicho que no. Y deja de organizar citas a escondidas ya te he dicho que no quiero ninguna relación ahora.
—Me ofendes cariño — claro y yo no soy un abogado reconocido — no lo hice con esa intención, solamente quiero que cenemos con la familia de Mandy y ya, pero si quieres conocer a su encantadora hija no me enojo.
Dios que he hecho para pasar por esto ¿Qué he hecho mal?
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EL OLOR DE TU PERFUME ©
Roman d'amourAlgunos le llaman destino y otros prefieren creer que es casualidad. Pero al final, la historia siempre termina igual. ¿Bien o mal?, no lo podemos saber. Un reencuentro de excompañeros. Alcohol. Musica. Amores del pasado. Y unas cuantas copas de más...