CAPITULO 17

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CHLOE



—Chloe es mejor esperar a que te calmes y después vemos que hacer, piensa que no vas a ser la única que recibirá un cambio enorme en su vida...

— ¡Quiero verlo de una vez por todas! Quiero comprobar que es el.

Sé que la noticia también traerá muchos cambios en la vida de él, sin embargo prefiero acabar con esto de una vez, no lo quiero posponer.

—Tranquila...— los ignoro.

—Alejandro necesito que me lleves a dónde sea que este.

—Lo haré, pero necesitas asimilar las cosas y calmarte...

—¡¿Cómo quieres que me calme cuando acabas de decirme que Dareck puede ser el papá de mi bebé?!

—No fue mi intención...

—Yo sé que no, pero no me puedes negar el querer verlo...

—Pero tranquilízate...

—¡No! ¡No puedo tranquilizarme! No puedes venir y soltarme una noticia como la que me diste y dar por hecho que me sentaré a tomar el té, esto en algo que cambia mi vida complemente y tengo derecho a decidir qué es lo que quiero hacer, ¡Exijo que me lleves a dónde está! Y si no quieres, dame su ubicación que yo sola lo buscare. — el mejor amigo del que podría ser el papá de mi Bebé suspira agobiado, solo venía a pasar un buen rato y termino en drama total.

—Alejandro tiene razón — Andy lo apoya — tienes que calmarte y pensar como llegarás y le dirás las cosas, para el también será una noticia muy inesperada...

—Da lo mismo si se lo digo con calma o no, — la interrumpo — yo solo quiero acabar con esto de una sola vez, ¿Alejandro me llevas donde está o lo busco por mi propia cuenta?

No me será tan difícil encontrarlo, solo necesito llamar a unos contactos y sabré dónde encontrar a la persona que busco.

—Te llevo — intercambia una mirada con Andy y ella asiente, salgo con paso firma para dirigirme al auto, pero antes tengo que despedirme de Valeria.

—¡Ya casi empieza el partido, he preparado unos bocadillos para verlo todos juntos! — exclama Val cundo ve que nos acercamos a la cocina, lo que menos quiero en estos momentos es comer y ver televisión.

—Lo siento Val, pero hoy no podemos, tenemos asuntos que resolver. Gracias por tu ayuda, un día de estos te escribo y tomamos algo. — Le digo y salgo hacia fuera, en el camino me encuentro a su novio con unas cajas de pizza y me despido de él y sigo mi camino.

No tardan en venir detrás de mi Alejandro y Valeria.

—No traje auto, así que tendremos que irnos en el suyo. — asiento, él es el que sabe a dónde iremos.

—Yo manejó.

—No Chloe, suficiente tenemos con que nos hagas ir ahora mismo a buscar a Dareck.

—Pero...

—Pero nada, yo manejo y ya, denme las llaves. — decreta Alejandro.

Andy se las tiende y yo suspiro y me subo al auto en silencio.

Cuando pone el auto en marcha ya no estoy tan segura de lo que estoy por hacer, pero es demasiado tarde para echarme para atrás.

—¿Estás segura de esto Chloe? — me gustaría decirle que no, pero mi orgullo no me deja.

—Muy segura — Alejandro solo me mira de reojo y después vuelve su vista hacia al frente.

¿Estoy segura?

No, pero no estoy dispuesta a esperar más.

Tamborileo mis dedos sobre mis piernas, las ansias me están carcomiendo.

—¿Falta mucho? — me desespero.

—Como diez minutos, ojalá y tengamos suerte y nos quiera atender. — solo me quedo mirando a Alejandro, ¿Cómo que si tenemos suerte nos va a atender? Al contrario, la suerte será de él, ya que será parte de mi vida, si toma bien las cosas.

¿Qué pasará si no quiere saber nada del bichito?

No sé, tal vez lloré descontrolada por todo una noche porque no podré darle la oportunidad a mi bebé de tener un padre, pero se me pasaría y daría toda mi vida para que sea feliz. Y si quiere formar parte de su vida, no sé qué haré... Todo será tan complicado.

Su familia...es lo que menos importa, primero estoy yo y lo que quiero hacer con mi vida y el resto puede decir lo que quiera.

El transcurso del camino, cada vez se hace más corto y los nervioso crecen más y más.

¿Qué le voy a decir cuando lo vea?

"Hola Dareck, cuanto tiempo, ¿Te acuerdas del encuentro de excompañeros? Pues te vengo a decir que yo sé con quién te acostaste esa noche, ¡Sorpresa, soy yo y vamos a ser papás!"

Eso suena horrible.

O mejor..."Hola, no sé si te acuerdas pero la noche del encuentro de excompañeros, los que tuvimos sexo fuimos tu y yo ¡y seremos papás!"

Esto va de mal en peor, mejor improvisó en el momento.

Llegamos a un enorme edificio de diez plantas, se ve muy elegante.

En la entrada se puede leer "Allen&Asociados" sabía que su papá era abogado pero no sabía que tenían su propio bufet.

—¿Él también es abogado? — no puedo reprimir la pregunta.

—Sí, se ha convertido en uno de los mejores de New York.

El orgullo en las palabras de su mejor amigo, no me hacen dudar ni en una palabra de lo que dijo.

¿Cómo es que nunca he escuchado de él?

Será tal vez porque no me gusta estar metiéndome y querer enterarme de que es lo que pasa en la vida de los demás. Además en los ámbitos que nos desempeñamos son muy distintos.

El en el juzgado y yo en mi cocina.

Alejandro entra al aparcamiento y busca un espacio, y lo hace justo al lado del auto qué se veía en el vídeo de la cámara de seguridad. De cerca se ve más lujoso.

—Vamos a bajar y yo iré a preguntar si está en su oficina o ya se ha ido, ustedes esperarán a fuera. — mi mejor amiga asiente y yo no digo nada.

Entramos y dan la bienvenida a Alejandro y nos dejan pasar, supongo que porque somos sus acompañantes.

Caminamos y entramos al ascensor y pulsa el botón de la planta Diez, ¿Y si no está? Lo espero hasta que llegue así sea hasta mañana.

Andy solo me pide que me calme con la mirada y Alejandro solo guarda silencio, nervioso también, creo.

Pasan lo segundos y llegamos a la décima planta.

Caminamos y no muy lejas veo un despacho enorme, enfrente está una mujer morena, no muy alta tomando nota de algo.

Tiene un escritorio grande y ordenado, en él tiene su portátil y muchas carpetas.

Alejandro nos lleva a un lugar donde podemos sentarnos, y dice que lo esperemos hay.

—Espero que nos quiera recibir, esperen aquí, ahora vuelvo.

Se va y observo como habla con la secretaria, ella niega con la cabeza y marca un número en el teléfono que tienes a su lado, dice una cuántas frase que no logro escuchar y luego cuelga, Alejandro suspira y se da la vuelta y empieza a caminar hacia nosotras.

Al parecer no son tan buenas noticias.

Se para enfrente se nosotras y dice lo que ya sabía que diría.

—No quiere atender a nadie, y menos a mí. — musita indignado.

Yo no vine aquí en vano, y no me voy a ir sin hablar con él.

Me levanto y camino decidida a dónde se encuentra la secretaria.

—Chloe espera, no hagas una tontería, — me sigue Andy, tontería está haciendo el, al no querer recibirme.

—Exijo ver a Dareck Allen. — la secretaria se sobresalta por mi orden.

—Disculpe señorita... pero el señor ordenó que no quería ver a nadie.

—Pues llamarle y dígale que alguien importante lo está buscando.

—Señorita, el ya dio órdenes...

—No me importa, dígale lo que le dije.

Estoy segura de que se encuentra entre la espada y la pared, pero no hay de otra, yo no me voy de aquí si no veo a Dareck. Toma el teléfono con pesar y se lo lleva al oído mientras marca un número.

—Señor, acá fuera de encuentra un señorita que quiere verlo... — se calla y escucha lo que dice del otro lado.

—Lo entiendo señor, pero dice que es urgente... — se vuelve a callar y escucha.

—Lo siento.

Y cuelga el teléfono, por su cara ya se cuál es la respuesta, y pensar que en la mañana conocí a mi bichito y compré cositas para él y ahora armare un pequeño escándalo.

—El licenciado no aceptará ninguna visita, si quiere hablar con él, tendrá que esperar y agendar un cita para mañana. — me sonríe con pesar.

¡Ah no! Yo no me voy a ir de aquí sin hablar con él.

Me doy la vuelta y camino directo a su despacho, voy a entrar y nadie me lo impedirá.

Empujó la puerta y ahí está el sentado escribiendo algo en su portátil con suma atención, hasta que levanta la mirada.

No soy capaz de moverme, se ve más atractivo de lo que recuerdo, su traje color negro y su cabello perfectamente peinado me hace admirarlo, levanta la mirada al darse cuenta de mi presencia y me pierdo completamente en su sus hermosos ojos color negro.

Su cara pasa de enojo a sorpresa y nuevamente enojo.

—Di la orden de que nadie podía pasar ni molestar. — me dice furioso — ¿Quién eres y que haces aquí?

Se va a hacer el olvidadizo.

La secretaria entra corriendo al despacho — Señor le dije que no podía entrar y no hizo caso...

—Retírate Elisa — ordena y la secretaria se va y se vuelve a dirigir a mí.

—¿Que no oyes o qué?

—Escuche perfectamente lo que dijiste.

—¿Entonces qué haces aquí? Y quién te dio permiso de tutearme, y así como entraste te pido que salgas, o pido que te saquen, tú decides. — es un maldito ogro.

— Créeme que si no fuera necesario no estaría aquí viéndote la cara Dareck, y creo que nos conocemos lo suficiente como para tutearnos ¿Verdad?

—¿Entonces qué haces aquí? Habla rápido y te largas de mi despacho, que no estoy para lidiar con tus estupideces.

—Ya sé que no estoy en mi casa para exigir ni gritarte, pero eso no me va a detener para responderte, te pido más respeto, porque por muy hombre que seas no te tengo miedo, y como ya te dije, si estoy aquí no es por gusto.

Así como estamos va a ser imposible que entablemos una conversación pasiva, ¿Entonces como le hago para preguntar y saber si es el papá de mi bebé?

Piensa Chloe, piensa.

—Entonces termina de decir lo que quería y retírate, que tengo cosas mejores que hacer y viniste a interrumpir.

Lo miro con enojo y entonces me doy acuerdo de algo. Lo único que recordaba completamente de él aquella noche, era su perfume, si huelo su perfume, sabré que es él. El problema es pedirle que me deje abrazarlo.

—Lo que voy a decir va a sonar raro pero...¿Me dejarías darte un abrazo?

Su cara es todo un poema, creo que piensa que se me he vuelto loca.

—¿A eso viniste, a pedirme un abrazo? — dice egocéntricamente y con burla.

Odio que se burlen de mí, pero no tengo otra opción.

—Sí, entonces ¿Me dejas abrazarte?

—Estas diciendo puras idioteces Chloe — mi nombre en sus labios suena perfecto — ¿Para qué quieres un abrazo?

—Es lo único que pido, un abrazo y me voy.— siento mi dignidad en el suelo, a de pensar que soy una de las tantas mujeres que van de tras de el.

Me mira con incredulidad, y suspiro enojado.

—De acuerdo, pero que sea rápido y te vas y no vuelves nunca, — al parecer el señor enojo, no cabía su actitud sin importar la situación, esperaba que se riera en mi cara, pero no, sigue enojado.

Mis piernas tiemblan mientras me acerco hacia donde está él.

Se levanta de su silla y carraspea, esto es incómodo y raro.

Cuando estoy frente al él suspiro y temblando me acerco un paso más dejando espacio nulo entre nosotros.

Dios que no sé qué pasara después de esto.

Extiendo mis brazos y rodeó su cuello, él se tensa, pero no dice nada. Cualquiera que viera está escena, pensaría que estamos en un momento romántico, pero esto no está ni cerca de serlo.

Es mucho más alto que yo, así que me estiró un poco hasta llegar a su cuello y aspirar su olor.

Mi cuerpo tiembla y mi corazón late descontrolado, es el.

No confundiría el olor jamás, es el, no hay dudas de que es el.

—Eres tú — musitó abrazada a él todavía — el olor de tu perfume, es el mismo.

—¿Que estás diciendo...? — no entiende absolutamente nada.

Mi corazón no para de latir sin control y mi cuerpo sigue temblando como nunca.

—Vas a ser papá Dareck Allen, el olor de tu perfume, me lo acaba de confirmar...

Susurro antes de caer en la oscuridad, el shock de la noticia es demasiado y no lucho con ello, solo me dejó caer.








Holaaa, perdón por el retraso, pero aquí estoy, congestionada, pero viva.

Estos días no he podido publicar, porque terminó mi semestre, entonces quería festejar que aprobé todas mis materias y me di unas mini vacaciones, pero ya estoy de vuelta y se vienen muchas cosas.

Jajaja Darek ya lo sabe, comenten si quieren que en el próximo capítulo quieren que narre él.

Y  cuando lean revisen si no hay capitulo antes, porque si se los saltan, perderán el rumbo de la historia.

Nos vemos el viernes o el fin de semana.

Los quieroooo.
ATT
ABBY ❤️

EL OLOR DE TU PERFUME ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora