EL OLOR DE TU PERFUME ©

CAPITULO 29

NOTA: Revisen que hayan leído el capitulo anterior para que no se pierdan nada de la historia. Gracias por esperar.

CAPITULO 29

ANONIMO

—Llegaron a la casa del abogado.

Esto resultará más doloroso para ellos, si siguen por el camino que van.

Aunque disfrutaré más verlos arrastrándose sobre sus lágrimas. Lagrimas que yo pisare sin ningún remordimiento.

— ¿Están solos?

—Sí, desde que salieron del edificio no se han detenido ni una sola vez, han entrado a la casa y no he sabido nada, solamente he alcanzado a visualizar a la mujer con una venda en los ojos.

— ¿Con una venda en los ojos?

—Si, según mis conclusiones él ha preparado algún tipo de sorpresa o una propuesta de matrimonio, vestían de traje y vestido de gala, — aprieto mi mandíbula y maldigo una y otra vez — incluso su otro amigo el abogado ha estado con él, y también en la casa.

Jamás pensé que fueran a llegar más allá de una simple aventura, en mis planes no entraba que ellos tuvieran un vínculo más fuerte, menos que fueran a tener un bastardo.

Las Bailey son expertas en eso, en embaucar hombres que no les pertenecen, aunque si de algo tengo seguridad, es que al final siempre son ellas las que sufren.

— ¿De su agenda has averiguado algo?

—Nada, la secretaria es una tumba he tratado de investigar algo mas pero es imposible, solo he escuchado al mayor de los Allen la confirmación de que asistirá a un evento mañana al anochecer.

— ¿Estás seguro? ¿Has escuchado donde será, o si estará acompañado?

—Completamente seguro de los que he escuchado, pero no ha mencionada nada de donde será, también desconozco si estará acompañado.

Sera cuestión de realizar unas cuentas llamadas para saber dónde será el evento, ¿quién no se sentiría alagado con mi presencia?

—Ya me encárgate de investigar yo misma de donde será el evento, supongo que mañana pasaré una velada extraordinaria, voy a requerir tus servicios nuevamente.

—Sera un gusto servirle.

—Mantenme al tanto de todo lo que hagan, no los pierdas de vista.

Cuelgo la llamada y pongo mi mejor cara, necesito conseguir lo que quiero, será una parte muy importante para lo que estoy planeando.

Salgo de mi habitación y camino con una sonrisa y seguridad, eso tiene que ser suficiente para conseguir lo que quiero. Recorro todos los pasillos de la enorme mansión, todo destila elegancia y dinero, decenas de habitaciones vacías y un ambiente casi melancólico.

Sigo mi camino hacia su despacho, el único lugar en el que siempre esta y del que no sale ni para cenar. No le agradara ni tantito verme pero tendrá que hacerlo. Tengo que conseguir lo que quiero.

Siempre lo he hecho y está no será una excepción.

Me paro frente a la puerta, toco y espero a que me diga que puedo pasar.

—Adelante.

Miro a la persona que será la clave para ocasionar lo que más ansió, y que será causa del sufrimiento de algunas personas inocentes, pero qué más da, al final en algún momento sufrirán ¿No?

—Estoy ocupado, ve directo al grano por favor. — me mira por un segundo y vuelve su atención a lo que sea que este leyendo, ya me he acostumbrado a su indiferencia a si es que no presto atención a su desagrado.

Ruedo los ojos al escuchar sus palabras, ya no me conformaré con vivir con su carácter de mierda todo el tiempo, el maldito destino quiso que viviera con la peor cara de la moneda, pero eso pronto acabará.

Más pronto de lo que se imaginan...

—Quiero que cambiemos de buffet.

Levanta la cabeza de golpe y me mira como si estuviera demente. Solo así es capaz de mirarme.

— ¿Estás escuchando lo que dices? — Dice con burla señalando su cabeza, como si yo no supiera de lo que estoy hablando — Es una idiotez. No. Pienso. Hacer. Eso. En absoluto.

—Yo sé que es loco, pero te aseguro que valdrá la pena, el bufete con el deseo que trabajemos, es mejor que el actual.

— ¿A si? ¿Cuál según tú? — no se molesta en ocultar la burla en su voz.

—Allen&Asociados.

Me mira sorprendido por mi propuesta y se mantiene en silencio, lo está analizando, por primera vez logro captar su atención en algo que no sea para echármelo en cara.

— ¿Y a ti desdé cundo te interesan los problemas legales que tenga yo?

—No es que me interese los que tengas tú, si no los que tenga que ver con lo de mi madre, te parezca o no tengo derecho sobre eso, y deseo que sea manejando por los mejores, y Allen&Asociados es la mejor opción.

—Valla empiezas a madurar. — el sarcasmo en su voz hace que algo en mi interior se retuerza pero trato de ignorarlo.

—Puedes burlarte si quieres, pero no desistiré hasta que sea así.