32✓ Sin más juegos

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Llevo acostándome con Abdon durante aproximadamente tres semanas, y aunque esa es la parte positiva de la historia, la parte negativa es innegable: demasiadas personas han caído en el purgatorio, y ahora se siente un vacío profundo en este lugar.

Nunca había propuesto un trato con Abdon, pero hasta ahora no ha involucrado a mis amigos en los torneos. A pesar de que se han distanciado, siguen siendo mi familia. Sin embargo, los torneos continúan, y con ellos, las bajas, que ya superan la mitad de nosotros. Entonces, cuando Ferideh me hace señas para que la siga, lo hago sin dudarlo.

Aún con los ojos de Abdon puestos en mi. 

—¿Estás disfrutando de tu luna de miel? —pregunta Ferideh con un tono despectivo—Porque estamos esperando una respuesta clara de tu parte.

Sabía a quiénes se refería con "estamos". Terra había salido de su escondite y ahora estaba más presente que nunca, camuflándose entre los árboles y las flores.

—El plan sigue tal cual se planteó, Ferideh, no me he arrepentido.—Confieso.

—Lo sé, perra —me mira fijamente—. Nunca he dudado de tu determinación, ni siquiera las innumerables veces que te has revolcado con ese maldito lograrán cambiar tu decisión, ¿verdad?

Niego.

—Este viernes será el último torneo. Él no confía lo suficiente en mí, así que tengo contactos en su consejo que me proporcionarán la ubicación exacta. No puedo garantizar que no llamará a ninguno de ustedes para participar en ese último torneo. Probablemente seamos la cereza del pastel.

Ferideh se escoge de hombros.

—No me preocupo por ti —confiesa—. Solo con ver cómo te mira, estoy segura de que no te hará participar en el torneo. Eres su muñeca inflable para toda la eternidad. Felicidades.

Me río. 

Porque probablemente será así. 

—¿Nos reuniremos hoy? —pregunto, cambiando de tema— ¿O todavía ella no confía lo suficiente en mí?

Debemos seguir refiriéndonos a Terra como "ella". Aún no olvidamos que Abdon tiene los ojos puestos en todos, y después de tanto tiempo, ha aprendido a leer los labios, el muy maldito lo que no sabe lo aprende. 

—Confía en ti cuando estás en tus cabales, pero post-orgasmo, cree que revelarás todo.—Ferideh no puede evitar reírse.

—¿Por quien me toma? ¿Por una puta cría?—Me rio, pero antes de terminar la conversación escucho mi nombre.

Ferideh y yo nos volvemos hacia la voz que se aproxima, y nuestros ojos se posan en Abdon, quien la mira con desprecio y luego fija su mirada en mí.

En sus ojos, solo percibo lujuria, sin rastro de amor o ternura.

—¿Cuánto más debo esperar a que mi asistente decida obedecer mi orden? —Pregunta Abdon, mirándome.

Él parece pensar que nadie aquí sabe que nos acostamos, a pesar de haberlo hecho en su oficina, mientras su entrometido subordinado nos escuchaba, así como en la sala de juntas, el laboratorio y en todos los malditos coliseos antes y después de los torneos. No hace falta ser muy astuto para darse cuenta de lo que sucede aquí, pero simplemente se niega a aceptarlo.

Y se niega aceptar que todos lo saben.

—No me has dado ninguna orden, Abdon.—Respondo confundida.

—Ferideh, estamos trabajando. Si no tienes tareas pendientes, podrías considerar apuntarte para el próximo torneo.

Le lanzo una mirada de desaprobación, y Ferideh suelta una risa sarcástica.

Después De La MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora