17✓ Fue por ella.

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Estaba desesperada, no soy una persona paciente, no me gusta esperar, no me gusta hacer fila, no me gusta quedarme mirando la cara de las personas esperando a que hablen de una buena vez. Austin me estaba causando dolor de cabeza, estrés y sueño; él caminaba por toda la sala de estar mientras yo aún seguía en el sofá, en una pose despreocupada y adoraba que ese día había decidido usar jeans ajustados, porque de otra manera me estaría viendo hasta lo que desayuné ayer.

—¿Lo vas a decir o me voy a hacer algo más productivo que mirarte la cara?—Pregunté enfurecida.

Austin se detuvo, recostándose en la pared.

—¿Estás segura de que ese plan funcionará?—Me levanté rápidamente acercándome a él, lo tomé fuerte del cuello y lo miré con odio.

—A ti no te importa nada sobre el plan, si me entero que abres la bocota te irá mal.

Austin no se inmutó ante mi amenaza.

—Quiero ayudarte, también sé cosas.—Eso si que me sorprendió, pero no podía confiar en él, era un maldito idiota que me trataba como la mierda.

—¿Cómo sé que no es mentira?—Lo solté de repente.

¿Austin es de hierro? mis manos estaban marcadas en su cuello y parece que no le había dolido.

—Te dejo leer mi mente, solo así estarás segura de que es todo verdad.

Esta si que fue una sorpresa, era la mejor forma de saber si me mentía o estaba diciendo la verdad. Luego de salir de la cueva, Abdon me llamó a su oficina para prohibirme leer la mente de las personas sin su autorización, al principio me pareció absurdo, si tengo ese don es por algo, debo usarlo, pero luego de una grandiosa amenaza tuve que dejar de leer la mente de las personas.

Miré directo a la frente de Austin, allí su mente empezó a darme información bastante útil, pero antes de poder terminar Austin se aparto.

—Es suficiente.—Me dijo apartándose.

—¿Cuál es la razón?—Pregunté mirando a Austin.

En su mente había visto a Ferideh, aún no tenía la cicatriz del brazo que ahora tiene por mi culpa, la que le hice el día de entrenamiento que la llevó directo al edificio de recuperación, así que creo que la conversación que tuvo Austin y Ferideh fue hace bastante tiempo, incluso estoy más que segura de que Austin llevaba en "El otro lado" solo semanas.

La mente de Austin me trajo a un recuerdo, en el que Ferideh lo amenazó.

—Entonces ella te amenazó con contar algo sobre ti—Susurré—Pero decidiste tomar el trato que te ofreció que consistía en hacerme la vida imposible y alejarte de mi.

Eso sí que me pareció curioso. ¿Qué tenía para perder Austin? Era un recién llegado, no tenía amigos aquí, simplemente eso me parecía bastante estúpido.

—Estoy cansado de vivir bajo amenazas, suficientes tuve en la tierra, así que te ayudaré.

¿Confiaba completamente en Austin? Por supuesto que no, pero al leer su mente me había dado cuenta de que no mentía, pero ese pedazo sobrante me generaba dudas, bastantes dudas.

—Dime todo lo que sabes—Me senté de nuevo en el sofá.

Austin imitó mi acción, quedando frente a frente.

—En una década llegará el quinto elemento.

Mierda, ya todos sabemos eso, quiero algo más.

—Eso ya lo sé.

—Con ese elemento se finaliza la fase complementaria de "El otro lado"

—¿Qué quieres decir con eso, Austin?

Austin negó.

—Aún no lo sé, pero es algo que podría ponernos en peligro a todos aquí.

¿Fase complementaria? ¿Para qué? ¿Por qué era tan importante ese último elemento?

—¿Hay alguna manera de detenerla?—Pregunté.

Aún no sabía que quería detener, pero si Abdon planeó esto sin consultarlo con todos los demás, o al menos con los elementos era algo malo, solo estaba deduciendo.

—Si la hay ya la están evitando.—Austin se encogió de hombros—He escuchado que Abdon ha planeado esto desde hace siglos, no creo que haya dejado cabos sueltos.

Eso es cierto, ese maldito maniático debe tener todo fríamente calculado, pero debo saber específicamente que es lo que planea, no podemos detener algo sin saber que es.

—Tengo que saber cual es el plan central, a qué se refiere con fase complementaria.—No sé porque siento la necesidad de impedir lo que sea que está planeando.

Austin se levantó del lugar.

—Lo descubriré pero necesito un poco de tiempo, me he acercado bastante a Silvio y él tiene información valiosa.

Asentí.

—Hablaré con Salvador, él puede pasar desapercibido frente a Abdon, a comparación de mi.—Austin asintió despidiéndose con la cabeza.

—Nos veremos en cuanto tenga algo.

Antes de poder salir lo tomé del brazo.

—No me hagas arrepentirme de confiar en ti.

—Yo también quiero descubrir que mierda planean—Sin más salió de mi casa dejando la puerta abierta.

Siento que algo malo puede pasar...No quiero acercarme más a Simeón así que debo tener una nueva pequeña conversación con Ferideh, pues de su boca no puede salir absolutamente nada sobre lo que estamos investigando o todo se irá al demonio.

Empezando todo, Simeón no puede saberlo, si sospecho que lo sabe sería como una maldita piedra en el zapato.


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¡Aloha!

Estoy tratando de no hacer esta historia tan larga pero sin dejar atrás detalles específicos, espero no morir en el intento, bye bye. 

Después De La MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora