Steve pide otra bebida y suspira. Ha estado luchando últimamente, específicamente con el sexo. No importa lo que intente o a quién conozca, simplemente no puede tener una erección. Desde que empezó a hacer ejercicio, empezó a llamar la atención de las mujeres. Desafortunadamente para él, nunca ha podido tener relaciones sexuales porque nunca lo ponen duro.
Te sientas a su lado y notas su comportamiento derrotado.
— ¿Estás bien?— Preguntas.
Se vuelve hacia ti y niega con la cabeza, demasiado borracho para guardárselo todo para sí mismo.
— No puedo... no puedo tener una erección... pero mi médico... mi médico dice que no pasa nada.
— Oh, ¿en serio? Quizás deberías probar algo nuevo— Sonríes— ¿Algo como...anal?
— No creo que haya muchas mujeres que quieran hacer eso.
— Me refiero a ti. Deberías intentar que te tomen— Te ríes suavemente— Estoy dispuesto a ser el primero— Guiñas. Sus ojos se abren y sus mejillas están rojas.
— Oh.
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— ¿Qué piensas, niño bonito?— Inclinas la cabeza— Te prometo que te haré pasar un buen rato.
Está tan borracho que está dispuesto a intentarlo.
Steve te mira con una expresión adorable mientras tus dedos abren su entrada. Él no sabía que se sentiría tan bien y tú solo lo estás tocando. Nunca pensó que diría esto pero no puede esperar a sentir tu pene dentro de él.
— ¿Te sientes bien?— Preguntas. Ya sabes la respuesta, gracias a su miembro duro como una roca y sus suaves gemidos, pero quieres escucharla directamente de él.
El asiente— Está bien, está bien, Alex— Se muerde el labio.
— Es señor— Él se sonroja.
— Lo siento, señor.
— Buen chico— Enroscas los dedos y alcanzas su próstata. Él jadea, un chorro de semen sale de su pene— Lo encontré— Sonríes.
— De nuevo por favor.
Tocas continuamente su próstata, volviendo loco a Steve.
— Sí, oh, maldición— Echa la cabeza hacia atrás— No pares...— Sus gemidos se hacen cada vez más fuertes a medida que alcanza su punto máximo.
— ¿Te quieres venir, Steve? Ruega por eso— Se siente tan bien que hará cualquier cosa por venirse
— Por favor, mierda, por favor déjeme, h-hmg, señor, por favor ~.
— Adelante— Tan pronto como le das el visto bueno, se corre por todo su pecho. Lentamente sales de él. Respira profundamente mientras se recupera de su orgasmo.
— Eso-eso se sintió tan bien— Él suspira— Tú... me vas a coger ahora, ¿verdad?— Él te mira, la expresión de su rostro es involuntariamente seductora. Te ríes.
Arrastras tu lengua a lo largo de su pecho, recogiendo su semen y limpiándolo. Te alejas y lo miras con una sonrisa mientras te desabrochas el cinturón. Él mira tu expresión, claro entusiasmo pintado en tu rostro. Estás más que emocionado de quitarle la virginidad.
Sus ojos bajan hasta tu entrepierna. Él observa con anticipación mientras te bajas los pantalones. Él mira intensamente tu ropa interior, excitado por lo duro que estás. No estaba seguro de si solo le gusta el anal o si también le gustan los hombres, pero solo mirar tu erección lo prende fuego.
