Capitulo 1

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Martha, una mujer madura de 32 años de edad que tuvo que encontrar su camino lejos de su pueblo, ya que no encajó en esa sociedad un poco retrógrada y aunque tuvo su pareja, nunca se halló totalmente con él, por lo que decide irse y dejar de lado esa relación que no la llevaría a ninguna parte.
Llegó a la Ciudad de México empezó sus estudios en mercadotecnia y ahí conoció a su primer amor, Renata, una chica de la ciudad que si bien no estudiaban en la misma carrera, iban a la misma universidad.
Martha aún inexperta en el tema se arriesga porque sabe que es lo que su corazón y mente desean.
Renata fue la primera en todo, Martha tenía un mundo perfecto, tanto así que pensaron en unir sus vidas pero el destino ya estaba trazado.
Renata tendría que irse a Alemania no sin antes aclarar las cosas con Martha y pedirle que se arriesgara con ella una vez mas o dejarla ir para su completa felicidad en aquel país. Martha y Renata hablaron esa tarde de primavera y fueron muy claras en sus sentimientos y aunque de verdad querían una vida juntas,  ninguna de las dos se Interpondrían en la felicidad de la otro, esa tarde estaban en el departamento hablando tranquilamente y Renata le dice a Martha:

-Martha sabes que te adoro con la vida y eres una mujer estupenda, quiero que me acompañes a Alemania. Sabes hay una oportunidad muy buena para mi y en mi campo ¿Que dices?

Martha la mira tiernamente y le da un beso en los labios y le dice:

-Renata, tú sabes que has sido mi primera vez en todo, sabes mis deseos de establecerme en Mexico ( En ese momento sus ojos derramaron lágrimas de tristeza) pero no te puedo acompañar porque quiero  crear algo aquí o en cualquier ciudad de mi país que me necesite, sabes que no puedo interponerme a tus deseos y prioridades y por mucho que quiera, no puedo irme contigo hasta donde quieres.

Renata sabía de antemano lo que Martha diría, por eso la tomó con sus manos muy lentamente y la acercó hacia ella y le dijo:

-¡lo se, Martha! Pero quiero que sepas que eres mi vida.  

Así que acaricio su mejilla y no pudo contener el hecho de besarla, de hacerla su mujer una vez más, por lo que lo hizo y muy lentamente se fue deslizando por su cuello con aquella ternura como cuando lo habían hecho por primera vez.

-¡Renata, por favor detente! le dijo Martha.

Renata sabía que Martha la deseaba, pero también tenía claro que sería la última vez que tendría a su amor así de cerca, a lo cual ella no le presto atención y siguió, tanto que rápidamente desabrocho cada botón de la camisa de Martha y recorrió con su boca todo el cuello hasta deshacerse del brasier y llegar con su boca hasta los pechos de Martha.

-¡Rena...Renata por favor detente!

Le insistía Martha, aún sabiendo que su cuerpo se estremecía y era lo que quería.
Renata en ese momento estaba sorda a todo lo que Martha le decía y prosiguió hacerle el amor a Martha y también despedirse de quien iba a convertirse en su esposa, Renata sollozaba y le dolía esto pero quería estar con ella y nadie mas, así que olvido por ese momento que tendría que irse lejos de ella.
Martha se dejó llevar aunque sabía también que sería la última vez que estarían juntas, se fundieron en un beso, tras otros y Renata desabrochó cuidadosamente el jeans de Martha y se percató que traía el panty que a ella más le encantaba y sonrieron sutilmente.
Renata acarició cada rincón del cuerpo de Martha y se percató que aún ella se estremecía pero esta vez Renata lo noto aún más, sabia que Martha era feliz con ella hicieran o no el amor, Renata se recostó un poco en los pechos de Martha y esta la beso, derramándose las lagrimas.

-¡No llores Martha, por favor no lo hagas, sabes que te amo y si lo hice fue porque quería estar contigo y quiero que sepas que eres una extraordinaria mujer, por favor lo olvides!

-¡No lo haré! Respondió Martha entre cortándose su voz.

Martha había quedado  exhausta, y se rindió rápidamente mientras que Martha se quedó observandola  y acariciandole su rostro mientras ella yacía recostada en su rostro.
A la mañana siguiente sabían que tenian que decirse adiós  y que si triunfaban en lo suyo, se quedarian con ese amor el cual iban a llevar hasta un altar. Renata se daba una ducha, mientras Martha preparaba su desayuno y un loche para antes de su vuelo. Martha se encontraba un poco melancólica por esta despedida, pero sabía que no podía interferir en el camino de Renata, ella pensó en un momento en irse con ella pero también recordó aquella promesa de regresar a su pueblo y dar a conocer su producto estrella, el mezcal.
Renata ya salía del cuarto  arreglada y con la maleta hecha y le dijo a Martha:

-Lo único que me hace falta es que digas que si y te vayas conmigo, pero se de tu promesa y no pienso interferir, ¡Te amo Martha!

Se sentó y Martha le sirvió su desayuno y disfrutaron el verse y el saber que a pesar de todo se respetan y ambas quieren lo mejor.
Se fundieron en un abrazo y un beso que sabían que sería el último, Martha le dijo:

-¡Vete rápido que se te hará tarde, sabes que odio las despedidas!

Con voz entrecortada y un tono de voz sutil le dijo al oído a  Renata:

-¡Gracias por hacerme el amor, sabes que siempre seré tuya, te amo!

De manera física esa fue la última vez que ambas se vieron. El primer año transcurrió normal, se escribían por correo electrónico y de vez en cuando una videollamada para verse las caras. Y así transcurrió hasta que Martha recibió un mensaje a su whatsapp donde Renata le decía que se había enamorado, por lo que Martha decidió cortar toda relación con Renata y enfocarse más en su carrera y en ella.
Martha sabía que no podría olvidar a Renata de un día para otro, lo que hizo fue mentalizarse en la carrera profesional y en ella como persona y mujer profesional, las amistades de Matatlan de donde es ella, la contactaron al poco tiempo, José María Figueroa, dueño de una de las más importantes haciendas mezcaleras la contacto por su ya trayectoria y de hecho sabía del negocio, por lo que le propuso regresar a Matatlan y enseñarle a sus trabajadores y colaboradores esta innovación acerca del mezcal y los mercados del mismo, paso un año y medio para que Martha decidiera aceptar la propuesta de José Maria y un mensaje por whatsapp le avisó que llegaría pronto al pueblo para empezar  con su nueva linea de Mezcal. Martha sabían lo que implicaría regresar nuevamente a su pueblo y sus raíces, aunque sabe perfecto quién es ella.
Y todo su proceso en la capital, así que no se dejó amedrentar por eso y se informó en las condiciones en las que estaba el pueblo después que se fue y volver después de doce años de estar fuera, ella sabía su orientación y tenía claro que allá no podría ser ella abiertamente, así que se aventuró con un poco de miedo, pero lo hizo.

MARCELIA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora