Esa noche Martha completamente devastada y un poco cansada por la situación llega a su casa y platica un poco con Teresa, la esposa de Raymundo que también estaba hospedada con ella.
Teresa nota el cansancio y tristeza de Martha, por lo que pregunta que le sucede, está un poco distraída le dice que no es nada, simplemente cansancio por el trabajo que pronto se le pasará y estará bien, por lo que procede a desearle buenas noches y se ve hasta su cuarto.
Al estar Martha sola en su cuarto, no deja de pensar en Celia, en todas las veces que estuvieron cerca, piel con piel, labios con labios y siente ella unos deseos incontrolables por lo que se recuesta semidesnuda en su cama y se deja llevar, abriendo un poco sus piernas, ella empieza a tocarse pensando en Celia, y en el momento en que estén íntimamente, es tanto el calor en el que se encuentra Martha, que llega al orgasmo pronunciando suavemente el nombre de Celia y todo su cuerpo quedó estremecido, pero ella con la satisfacción de saber que quiere estar con Celia y que Celia sea su mujer.
En ese momento, Martha procede a tomarse una ducha después de una fogosa entrega manual.
Laureano se encontraba en la cantina, tratando de borrar de su cabeza aquella escena de Martha besando a Celia, el no aceptaba que ella fuera una desviada y mucho menos con Celia que obviamente era mucho más joven, pero estaba dolido en el ego, le pegó tan fuerte que fuera con una mujer y no con un hombre, en su mente cavernícola, tragó su última copa de mezcal y salió furioso a casa de Martha.
Al llegar se percató que la puerta del cuarto de Martha estaba abierta, con la luz aún encendida y entró cuidadosamente, Martha salía del baño cubierta y Laureano la sorprende, sujetándola fuertemente y tirándola en la cama, este empieza a besarla y acariciarla a la fuerza, mete mano aquí y allá, mientras que Martha intenta zafarse y le pide que se quite de encima y grita hasta que Teresa escucha y sale hacia el cuarto de Martha y se percata que Laureano quiere abusar de Martha por lo que no duda y le rompe un adorno que tiene amarra en su cuarto, inmovilizándolo y tirándolo al suelo.-¿Estas bien Martha? ¿Te hizo daño? Preguntaba Teresa angustiada
-No, no me hizo nada, salgamos de acá, llamemos a alguien para que vengan por él. Decía Martha nerviosa y en estado de shock por lo sucedido.
Teresa en esos momentos llama a José María y le explica la situación por lo que manda a dos peones de la hacienda a auxiliarla, entran y se llevan a un Laureano inconsciente y todo ensangrentado y se lo llevan al hospital. Teresa se percata que Martha está en estado de shock y procede llamar a su hijo para que venga a examinarla, llega de inmediato ya que Martha no articulaba palabra alguna. Teresa preocupada se queda en la habitación de Martha para cuidarla y tratar de estar al pendiente. Martha empieza a llorar desconsoladamente y siente miedo por lo que sucedió, Teresa procede a abrazarla y tranquilizarla para que no tema, ya que estaría bien. Martha esa noche se desahoga con Teresa y le cuenta sobre ella y sus sentimientos y el porque no puede mirar a Laureano como él quiere, lejos de que Teresa la juzgara la entendió y sabía de su orientación, pero no le dio la más mínima importancia, al contrario le aconsejó a Martha a que luchara por Celia y no la dejara sola en ese lugar tan horrible y cuestionable.
-Descansa Martha, mañana te vas y por lo que se refiere a Laureano, junto con José María lo arreglaremos.¿Está bien? Le decía Tereza a Martha tratando de que su dolor fuera disminuyendo, y lo logró, tanto así que Martha durmió.
A la mañana siguiente Martha se paró y se preparó para irse a Oaxaca a buscar a Celia lo más pronto, con un poco de miedo y angustia se fue tras Celia. Llegó a Oaxaca, no estaba en el parque así que tomó el transporte hasta llegar al lugar donde se encontraba el centro de sanacion, se encontró con Esteban que le hizo frente, pese a todo pronóstico el sabía perfecto quien era Martha para Celia así que la dejó ingresar, llevándola hasta la habitación de esta.
-¡Está es su habitación! Por favor, arreglen las cosas de verdad, Celia esta muy afectada aunque quiera hacerse la fuerte. Añadió Esteban, mientras la dejaba en la puerta de la habitación de Celia.
Martha no titubea y entra al cuarto, Celia se da cuenta de inmediato y le pregunta
- ¿Que haces aquí? ¿Por que te metes en mi vida?
-¡Si tengo porque meterme en tu vida Celia, porque TE AMO! No lo ves, estoy aquí arriesgando todo, tú tienes que venir conmigo.
-No, no Martha esto no está bien. Le decía Celia a Martha caminando de un lado s otro
Martha coloca el seguro a la puerta de la habitación y toma a Celia tan fuerte que la tiene frente a frente y la besa suavemente sabiendo que es lo que quiere Celia, aunque ella trata de huir de los brazos de Martha no puede y se deja llevar, tanto así que Martha la aprieta fuerte de la cintura y empieza a deslizar sus manos tratando de quitarle el suéter que trae, pero la tumba en la cama y ambas quedan de frente nuevamente, Martha acaricia el rostro de Celia muy suavemente y se percata que esta empieza a estremecer y procede a acariciar la, Celia llevaba consigo una falda y suéter, por lo que Martha recorre muy lentamente las piernas de Celia, llevando una encima de su cintura y con la otra mano acariciandole para tratar de desabrochar, Martha nota que Celia ya se encuentra excitada, y procede a besarle el cuello y bajar hasta sus pechos.
-¡Detente Martha, Martha por favor! Le pedía Celia insistentemente a Martha, así que recordó que no haría nada que Celia no quisiera y mucho menos a forzarla como pretendió Laureano con ella la noche anterior.
Por lo que se levanto rápidamente y le pidió disculpas a Celia. Aunque Celia ya sabía que Martha la amaba aún se sentía insegura pero se acercó a ella y la besó tan suavemente que después se acercó a su oído y con una voz orgasmica, le pidió que le hiciera el amor en ese lugar, que la hiciera su mujer ahí.
-¿Estas segura Celia? ¿No quieres esperar? Preguntaba Martha nerviosa y ansiosa por esta propuesta de Celia.
-No Martha, yo quería que vinieras y me dijeras que me amas como yo te amo a ti, tú sabes de mis sentimientos ¿Que más voy a esperar? Quiero ser tu mujer en todos los aspectos posibles.
Martha sonrió sutilmente y procedió s desabrochar la falda que llevaba Celia, después de eso muy lentamente le fue bajando el panty, recorriendo con sus labios muy cuidadosamente su entrepierna, hasta quitarle el suéter, sacarle su bossier y acariciar sutilmente sus pezones, sintió la excitación de Celia por lo que procedió a desnudarse ella también y llevándola a la cama, procedió a abrirla de piernas y acariciando con su mano su clitoris, mientras con sus labios estaba en los pezones de esta y viendo como el cuerpo de esta se estaba arqueando por el placer que estaba experimentando
-¡Martha, Martha!... le decía Celia un poco exhausta del placer que Martha le causaba. Martha procedió a decirle al oído que bajaría hasta su vagina y que la dejaría hacer su trabajo. Celia asintió con su cabeza.
Celia gemía una y otra vez, hasta que se corrió con la boca de Martha con sus piernas temblando, ella tenía sus dedos en su boca aguantando el gritar por el placer que Martha le estaba causando, hasta que le dijo-Martha, Martha, por favor, ya, me duelen las piernas creo que me he venido le decís Celia agitada y un poco asustada.
Martha sabía que Celia fue su mujer cuando la escuchó gemir y temblar del placer, así que besó a Celia quedándose frente a ella, sonriéndole y dándole las gracias por tan hermoso momento.
Celia reposaba en los brazos y pechos de Martha, feliz por lo que había pasado. Ambas estaban abrazadas y entrepiernadas que se quedaron dormidas.
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MARCELIA
FanfictionEscrita por : @kmtzgeney (TikTok) Publicada con el permiso de la escritora por: @Fandomxships