Capitulo 13

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Celia se encontraba en casa ya, pensando en hablar con piedad acerca de su relación con Martha, tenia temor ya que en el centro de curación llegaron a abrumarla de tal manera que sentia panico de hablar sobre eso.
Mientras  que Martha llegaba al hospital para hablar con el zoquete de Laureano y tratar de persuadirlo para que no abriera su boca. Llegó y lo vio, espero a que este se despertará, pero este se había percatado que Martha esta allí y le preguntó de una manera despectiva:

-¿Qué haces aquí desviada? ¿Vienes a restregarme que estás con otra como tú?

Martha se contuvo y le contestó:-Mira Laureano no vengo en plan de pelear, sino de hablar y a decirte que a mí me tratas como me tratas esta bien, metete conmigo si quieres, pero le llegas a tocar un pelo a Celia o por lo menos a pensar, te juro que te denunció y hago que te pudras en una carcel. Con mucha decisión y una mirada desafiante confrontaba Martha a taurano.

-¿A dónde crees que vas?  Toma Laureano el brazo de Martha y acercándola a él. -Escúchame bien anormal, les haré la vida imposible, ustedes no pertenecen aquí, de mi cuenta corre que el pueblo las aborrezca, par de fenomenos. Le decia un Laureno con rabia y odio, pero decidido a cumplir lo que le estaba diciendo a Martha, esta se safa de Laureano y sale de inmediato.

El refugio perfecto de Martha en estos momentos es Celia y se apresura a buscarla, al llegar nota que celia esta dialogando con piedad, por lo que no interrumpe y espera afuera un poco, aunque Celia ya se había percatado de la presencia de esta.

-¡Ey! Hola Marthas ¿Cómo estás? Se acercó Celia donde estaba Martha.

Martha la abraza y no evita llorar en los brazos de ella. -Me haces mucha falta Celia le decia Martha a Celia mientras la beso sutilmente, pese a que ya estaban en el pueblo.

-Celia, laureano está decidido el dar batalla por lo nuestro, Pese a que le advertí que contigo no tiene porque meterse; esta empecinado a amargarnos. Le decía Martha a Celia mientras ambas estaban agarradas de mano.

-Martha quería decirte que hable con piedad y le dije sobre mis sentimientos hacin a tí, aunque al principio le costó, empezó a entenderme y necesita hablar contigo. Espero no te enojes por esto, pero necesitaba decirselo.

-¡ Celia! Bueno está bien yo hablaré con piedad y espero de verdad nos pueda comprender, pues no buscamos que esto se convirtiera en amor. Le decía Martha medio temerosa por esa proxima conversación con su cuñada.

Ambas platicaron por un largo tiempo ya que están en el pueblo y las cosas en realidad no la van a tener fácil, pese a todo y todos ya algunas personas saben de lo suyo y de una u otra forma hay un apoyo para posibles problemas más adelante.

- Sabes Celia, Yo estoy feliz que estes aqui conmigo y que ya me perteneces, eres mì mujer. Martha se acerca al oído de Celia y le Susurra: Quisiero oirte gemir una vez mas.

Celía sonrojada y riéndose sutilmente -i Martha! por favor, tu sabes que es lo que más deseo, pero por ahora estamos aqui y tendremos que ser cuidadosa.

-¡Lo sé, lo sé! Le decia Martha con una sonrisa picare para Celia. Ambas se miraban tan tiernamente que deciden dar un paseo pura distraer sus mentes.

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