Capitulo 15

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Por lo ocurrido Martha se quedó en casa de Piedad y Celia, temían por sus vidas, aunque Celía estaba feliz porque esta junto con Martha, bajo el mismo techo, aunque con un poco de pena porque esta Piedad, pero con la suficiente confianza de ser ellas.
Por lo pronto Celia se la lleva a su cuarto, la ayuda a pararse y Martha se apoya en Celia. (Ambas  sonríen de una manen tierna) Celia la recostó y Martha aprovechó y le robó un beso, tanto así que acerco a Celia tanto que la tumbo junto con ella.

-Martha, por favor (ríe pícaramente)

-¿Qué? No hacemos nada malo, sabes que te amo.

-Sí, lo sé, pero puede entrar Piedad o Nestor.

-Entiendo, tienes razón. (Así que le da un tierno beso en la mejilla y sin querer se golpea la sutura)

-¡Ay! ves, te dije que te ibas a lastimar (celia regañando tiernamente a Martha)

Piedad se encuentra un poco inquieta por lo sucedido y si ahora se le suma que el pueblo ya sabe sobre la relación de Celia y Martha tratanán de hacerlas trizas.

-¿Que pasa piedad? pregunta Celia al ver a Piedad inquieta.

- Celia, si sabes en lo que están metidas, ¿no?

-Sí, claro que sí, por eso me vine con Martha, ella se arriesgó y no la pienso dejar sola.

- Yo te entiendo perfecto, pero este pueblo aún no esta preparado y lo saben muy bien, me preocupa que sigan estos ataques o en el peor de los casos, tengan que irse.

-Escúchame Piedad, eso jamás pasara, me oyes, Jamás. Le decia Celia decidida a luchar por una vida con Martha en Matatlan.

Eduardo le contó a Teresa su madre lo que habia ocurrido en casa de Celia por lo que esta empieza a empacar una maleta con cosas de Martha porque sabe que asi no podra regresar a su casa. Teresa llega a casa de Celia y se percata que el pueblo esta encima de estas dos por sus preferencias al momento de amar, algunos se sorprenden en ver a Doña Teresa, así que mantienen su distancia y tratan de disimular, Teresa entra y saluda a las hermanas e inmediatamente pregunta por Martha, Celia la conduce hasta la recámara donde esta ella, así que las deja a solas

-¡Hola Martha!

-Hola Teresa, ¿cómo estás?

-La verdad un poco sorprendida por lo que me contó Eduardo. ¿ Fue Laureano el que organizó todo esto?

- Sí, me temó que sí, lo peor es que se empeña en querer dañar a Celia.

-Entiendo, Celia es muy joven pero he notado que maneja este situación mucho mejor que Piedad (ambas se ren disimuladamente)

- Sí, también lo sé, aunque no fue fácil la plática, ella trata en la medida de lo posible de entendernos y para bien de mi cuñada, sera solo coqueteos con Celia, para tratar de disimular un poco. ( vuelven a reírse sutilmente)

-Sabes Martha, a pesar de lo sucedido veo que no pierdes el buen humor, te felicito.

-Gracias, al mal tiempo, buena cara decía mi abuelita.

-¡Exacto! Bueno Martha  yo te traje tu malata, porque se que Celia no te dejará sola ni un minuto, así que aprovechen.

Llegó la noche y Celia tendría que compartir cama nuevamente con Martha, no es que fuera problema simplemente ya el sitio era otro y tenion que mostrar un poco de respeto por Piedad que se encontraba bajo el mismo techo. Celio llegó ya con su pijama puesta con un poco de verguenza ya que pasarían  la noche juntas en su casa, estaba con los nervios de punta, pues sabia que Martha a pesar de tener esa sutura le encanta estar Insinuandole a Celia.
Celia entró y se dió cuenta que Martha no estaba, así que procedió a buscarla al baño, Justamente Martha quedó frente a ella desnuda, Celia y ella cruzaron mirados y Celia no pudo evitar mirar de arriba a abajo el cuerpo de Martha, Sintió pena y salió de inmediato así que espero hasta que Martha saliera.

-¿Por qué saliste corriendo Celia? preguntaba pícaramente Martha.

-Bueno, es que yo, es que nosotras, ¡ Ay Martha! Martha ríe sutilmente y lleva a Celia hasta la cama

-Celia es normal que sientas un poco de pena pero ya nosotras nos conocemos bien y la verdad me gustó que me vieras desnuda, dime, ¿Qué sentiste, a parte de pena?

-Martha es un poco incomodo, tú tienes experiencia y yo pues estoy aprendiendo contigo, no me disgustó lo que vi, al contraño queria hacerlo en el baño contigo (Se ríe sutilmente sonrojandose)

-Ves, a eso me refiero cuando te digo que me tengas confianza, ¡chiquilla! le da un beso y la tumba en la cama.

-¡Martha! vamos a dormir, además mañana tendremos que enfrentar el mundo, nos guste o no.

- Ni me lo recuerdes, ni me lo recuerdes. Martha abraza a Celia en posición de cucharitas y se quedan dormidas.

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