Capitulo 6

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Martha colocó tierra de por medio, intentó concentrarse en su trabajo, trato pero no pudo así que salió al hospital a visitar a Laureano y le llevó unas revistas para pasar el rato. Llegó y el deje de la policía estaba con él platicando lo del caso, cuando entra a la habitación, Laureano sonríe al verle, platican un poco y el jefe le pide a Laureano guardar reposo para poderse recuperar y no volver por ahora a la estación, a Martha le suena el celular, una llamada insistente de Celia, una tras otra y ella nerviosa desviaba la llamada, sabiendo que quería correr hacia ella y besarla y tenerla entre sus brazos.
Martha interrumpe en la conversación y se le ocurre la idea de llevarse a Laureano a su casa para que se recupere mientras y no corra peligro, Laureano siente un alivio escuchando a Martha y empieza a crearse un mundo, pero Martha frena en seco y le aclara que es mientras se recupera, después de eso cada quien regresa a su vida normal y su sonrisa se borra de golpe.

Celia seguía insistiendo con las llamadas, pero Martha no respondía, trataba al máximo de evitar a Celia, ya que sabía perfecto que tener una relación ella le traería problemas, Martha se fue hasta su casa, entró, se sentó y empezó a escuchar un audio que en ese instante envió Celia. Tanto fue el insistir de Celia que llegó a la casa y le tocó la puerta.

-Martha, ábreme por favor, se que estás ahí. Se que escuchas, necesito hablar contigo.Martha salió y abrió de inmediato

-Sabía que estabas aquí le dijo Celia

-Hola Celia, pasa, tomemos un café. Añadió Martha

-No, no quiero tomar nada, mírame Martha, por que me evitas, por que no contestas mis llamadas, mis mensajes, Martha yo no se lo que me paso, mírame yo no se quien soy. Empieza a llorar Celia

-Celia por favor, tranquilízate si, yo no te estoy evitando. Le decía Martha a Celia, y está la interrumpió

-No te creo, tú eres una mujer muy segura, dime ¿Que paso? Estoy por volverme loca, interrumpió Celia con el afán de que Martha reaccionará.

-Mira Celia, ya te encontraras, ya sabrás quien eres, amaras a quien tú quieras, solo no te avergüences de lo que sientes y eres, por favor. Le decía Martha con voz entrecortada y sus ojos agüitados por no poderle expresar sus sentimientos.

-Martha de lo único que estoy segura, es que no paro de pensar en ti ¡Maldita sea! Eres importante, solo quiero que me digas si sientes algo por mi, es sencillo, si o no Martha ? Insistía Celia desesperada para que le dijera que si.

-No, no Celia, bueno de la manera en que tú quieres, le decía Martha a Celia conteniéndose las lagrimas y el quererla abrazar

-¿Es por Laureano, verdad?¿Es por él? Pregunto firmemente Celia

-Si, si Celia es por él. Sentenciando cualquier oportunidad

Celia se marchó y tira la puerta de un tirón, dándole a entender a Martha, el desagrado de su reacción y respuesta.

Esa noche Martha se queda en la encantada tratando de dividir lo sucedido con una botella de Mezcal y sus apuntes en ese momento entre Ximena buscando a Tristán un trabajador y le pregunta a Martha.

-A Tristán no lo veo desde esta tarde, seguramente agarro jarra. Añadió Martha

Ximena sonrió, pero se percató de que algo le ocurre a Martha y y procede a sentarse y tratar de ayudarla.

-¿Como estas Martha? ¿Que tienes? Pregunta Ximena

-No estoy bien, (suspiros) Celia y yo discutimos

-Pero ¿como? si Celia y tu son las mejores amigas. Insistía Ximena

-Es que Celia, Celia me besó. Le decía Martha a Ximena entre lágrimas y sollozando

-Martha pensé que Celia y Néstor tenían algo

-No, no, eso no llegó a ningún lado y Celia le termino

-¿Y tu que piensas? preguntaba Ximena

-Quería besarla, no sabes las ganas que tenia (sonriendo sutilmente) añadió Martha

-¿Y por que no lo hiciste? Insistió Ximena

-Lo quería, no sabes cuanto lo deseaba, pero ella supuso que Laureano tenía que ver así que

-¿Pero le desmentiste? Preguntaba Ximena

-No, no lo hice. Añadió Martha

-Martha, si quieres hablo con Celia, le decía Ximena para reconfortar a Martha.

-No, no Ximena por favor. Tú sabes que en este pueblo no se puede saber eso, se la van a comer viva y no solo porque somos dos mujeres, sino porque yo soy mucho mayor que ella, imagínate sufriría demasiado, ya eso sería mucho no, no yo no quiero eso para ella. No la voy hacer sufrir. Martha le decía a Ximena con un tono de preocupación y llorando por que en verdad ama a Celia.

-Entiendo, no te preocupes Martha, yo no diré nada mientras tú no me des permiso, pero dime ¿Que pasara contigo y lo que sientes?

-Martha se llevó su mano al corazón y le dijo a Ximena. Lo guardaré aquí en mi corazón y pensaré mucho en ella, pero no puedo arruinarle la vida. Añadió Martha llorando amargamente Ximena se quedó acompañándola y le dio su mano para reconfortarla y que supiera que no estaba sola.

MARCELIA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora