Capitulo 4

982 81 4
                                    




A la mañana siguiente Celia llega temprano a la Encantada y abre un salón (Estudio trasero) y empezaron a llegar los niños y ahí también se encontraba Citlali la hermanita de Néstor, llegaron alrededor de 15 niños y ella empezó a presentarse, aunque varios niños ya la conocían.

Al rato llego Martha con algunos útiles y libros para ayudar a Celia, Martha siempre tenía una sonrisa y sus hijos brillaban cada vez que estaba cerca de Celia.

-Sabes, no pienso dejarte sola. Le decía Martha a Celia mientras la miraba tiernamente.

Celia sonreía nerviosa, pero le gustaba la idea de que Martha siempre estuviera cerca, se sentía segura y ella con Martha. Martha tenía que atender sus asuntos del trabajo en La Encantada pero le dijo a Celia que la acompañaría a dar una vuelta después que terminara y pasaría por ella donde preparaban el mezcal.
Celia terminó alrededor de medio día, aunque dudo en ir a buscar a Martha, pero ella quería verla y estar cerca de ella lo más posible, aparte de aprender, Martha no le era indiferente, aunque cuestionaba un poco pero no lo veía nada fuera de lo normal. Llegó donde preparaban el mezcal y justo estaba Martha con los trabajadores y se alegró tanto al ver a Celia que corrió a saludarla de beso en la mejilla y la tomó de la mano y salieron a recorrer el cultivo de agave y parte de La Encantada. Celia estaba nerviosa y le sudaban un poco las manos, de hecho parecía una torpe cada vez que estaba cerca de Martha, ella pensaba por la experiencia de ella y por la diferencia de edad, pero trataba de actuar lo más natural posible con ella.

Martha y Celia llegaron cerca a un riachuelo y se refrescaron un poco, solamente los pies y !arta empezó a salpicar a Celia, lo que hizo que esta inmediatamente le respondiera, echándose un poco más hacia ella y empezó la guerra de quien mojaba mas a quien, entre risas y miradas de complicidad ambas se agarraron y se quedaron mirando fijamente, (Martha sabía que estaba sintiendo algo más por Celia, pero para no dañar su amistad, no le decía nada más para no incomodar) Celia la mira también y piensa que Martha es una mujer muy bella y no común pese ser del mismo pueblo, en ese cruce de miradas y poco de forcejeo, ambas se tumbaron en la hierba a orillas del riachuelo, Celia quedando encima de Martha a punto de darse un beso, pero Martha se percata e inmediatamente se echa a un medio lado, dejando a Celia desconcertada y con ganas de ese beso.

-¡Ven Celia, vamos! Creo que es hora de irnos, además salimos cuando era hora del almuerzo. Le dijo Martha un poco nerviosa y tratando de desviar la atención y seguir como si nada.

Celia también sigue el juego y la toma ahora de la mano y se van caminando hasta llegar al puesto de almuerzo de los trabajadores, allí muchos se percataron que ambas llegaron medio mojadas y sucias de la hierba que le quedaron en los pantalones.
Una vez ellas se acomodan y empiezan a comer se llega la conversación que Laureano fue baleado por Jonás, hijo de Raimundo Figueroa (Dueño de todo Matatlan) ambas cruzan miradas pero no dicen ni una palabra.
Martha y Celia se despiden, Martha la abraza y le da otro beso en la mejilla y le agradece lo que está haciendo por los niños y el haberle regalado un día estupendo en su compañía. Celia se sonroja y le dice que para ella la compañía suya es de mucha ayuda, además de que la inspira a ser mejor persona.

Muchas gracias a la escritora (MtzGeney1995) Por darse el tiempo de darnos esta bonita historia 🫶🏻

MARCELIA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora