Capítulo 2

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Agosto de 2023, Martha toma su ticket y se va al transporte para viajar nuevamente a su pueblo y empezar a construir su sueño, sin saber que podría enfrentar pero con la esperanza de seguir creciendo y dejar una bonita huella en las nuevas generaciones amantes del mezcal.
Hace transbordo de la capital oaxaqueño hasta el municipio de Santiago Matatlan, Martha alberga la esperanza que las cosas por lo menos hayan cambiado un poco desde que se marchó.
Después de una hora de recorrido por fin el autobús hace su arribo al pueblo, Martha baja del mismo y camina en dirección del parque, cuando está alza su mirada, se topa con la mirada de una chica que no le es indiferente, ambas se miraron y Martha le sonrió sutilmente pero el chico que estaba con aquella chica se percató que había alguien más y voltea, Martha al darse cuenta sigue su camino pero en lo que recorre el pueblo en busca de una casa en alquiler se pregunta una y otra vez ¿Quien será aquella chica? ( sabe de antemano que no puede hacer público lo de su orientación todavía)
Esa tarde Martha encontró una casa en alquiler y la ocupo por la noche, a ella le llegaron algunas de sus pertenencias para acomodarse en su nuevo hogar.

A la mañana siguiente llega a la única fonda donde pide su desayuno, casualmente una de las dueñas de ella fonda es aquella chica que topo cuando bajo del autobús y ella misma le lleva el desayuno hasta su mesa.
La chica le dice: -¡Aquí está tu desayuno!
A lo que Martha le respondió: -¡Gracias! ¡Oye! Podrías acompañarme es que no me gusta comer sola.
La chica un poco desconcertada y con la mirada de la hermana y la ayudante, le responde:

-¡Si, si claro!

Martha obviamente con cara de felicidad, le agradece el gesto de haberla acompañado. Ambas empiezan a platicar un largo rato, se presentan y todo, lo cierto es que Celia, la nueva amiga de Martha hablaba hasta por los codos, se sentía a gusto platicando con ella que con su novio.
Celia le habla a Martha de la tradición del mezcal y que va de generación en generación y Martha le dice:

-¡Si, lo se, es que yo soy de aquí!

Celia se sorprendió muchísimo ya que conoció a alguien que si pudo superarse por fuera del pueblo. Martha empieza a decirle de su trabajo en la mezcalera la Encantada y todo el tema de mercadotecnia, tanto fue la platica que se hizo de noche y Celia recordó que tenía que verse con Néstor su novio

-¡Ay!

Martha pregunta:-¿Pasa algo?

A lo que Celia contesta:
-¡Si, es que quede de verme con alguien! Martha , ¿Te molesta si voy a ver?

-¡Tranquila! Estuvo buena la platica

Le respondió con una sonrisa Martha . Celia le dice a Martha que no se preocupara por lo de la mañana que corría por cuenta de la casa, para la bienvenida. Martha intenta rechazar pero le dice:

-Para la próxima te invito yo ¿Por que si va haber próxima, verdad?

Mirándola y sonriendo para que a Celia no le quedaría de otra más que aceptar, así que Celia le dice:

-¡Bueno, va, esta bien!

Ambas sonrieron cómodamente, hasta que apareció el único novio que tuvo Martha, Laureano ahora convertido en policía, autoridad del pueblo.
A Martha no le quedó de otra que hablar esa noche con él, aunque este era una bestia y reclamaba el hecho de que Martha lo abandonó y lo había dejado por otro hombre. Celia habla con su hermana y le pregunta:

-¿Que se traen esos dos?

A lo que la hermana le dice que ellos fueron novios, pero Martha decidió irse a la capital y lo dejó, obviamente Celia no recuerda muchas cosas porque para cuando Marta se marchó ella apenas tenía ocho años y quizás los recuerdos son muy vagos con respecto a ella.
La mañana siguiente Néstor le reclama a Celia el porque no fue a su encuentro si sabía perfecto que la necesitaba en esos momentos, ya que a su hermana pequeña se la habían llevado, Celia trata de disculparse y le dice que lo siente, pero se había quedado a platicar con Martha y se le fue el tiempo encima, Néstor no lo entiende y trata de hacer sentir mal a Celia solo por haber pasado tiempo con la tal Martha esa, como el la llama, la hermana de Celia ve el disgusto y pregunta qué pasa, Celia la queda mirando con cara de enojo y se marcha dejando a Néstor y a su hermana, ellos platican y la hermana le da un abrazo a Néstor para reconfortarlo. En ese momento entra Martha al restaurante y llega a la barra, allí está Celia caminando un poco inquieta:

MARCELIA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora