XXX. La última partida.

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Al despertar en medio de sábanas desconocidas, Yoongi se encontró con que Seokjin llevaba rato ya despierto, solo observándolo en silencio. Si las ojeras que enmarcaban sus ojos eran pista de algo, era que quizás no había podido descansar mucho durante la noche. Sin pensarlo demasiado, Yoongi extendió una mano y la posó sobre su mejilla, ocasionando la aparición de una pequeña sonrisa en la boca del rey.

—¿No pudiste dormir?

Jin negó con la cabeza.

—No, ni un sueño —las manos de Seokjin lo encontraron bajo las mantas y lo atrajeron un poco más hacia él—. Buen día, amor mío.

—No tenemos que hacer esto ahora si no quieres. Podemos pretender que no ha pasado nada y volver a casa.

—Tendré que enfrentarme a él eventualmente, Yoongi.

—Sí, pero no tiene que ser ahora.

El rey acercó sus frentes como ya había hecho en otras ocasiones y se permitió un momento para cerrar los ojos y respirar hondo, grabándose ese pequeño instante en la memoria y sacando fuerzas para lo que estaba a punto de hacer.

—¿Cómo fue que hice nada antes de tenerte?

Yoongi rodó los ojos sin poder disimular su sonrisa.

—Me pregunto lo mismo desde que me sacaste del calabozo.

Su pequeña broma se vio recompensada por el más suave de los besos y unas manos que presionaron contra su piel bajo las sábanas.

No permanecieron en el cuarto por mucho más tiempo. Seokjin se aseó y vistió, con todas las intenciones de ver a Taeyang inmediatamente. Yoongi, decidieron, era mejor que se mantuviera escondido en la habitación hasta llegada la hora.

El rey de Yeoreum no pudo ver a Seokjin hasta luego de la comida, lo cual no ayudó para nada a los nervios del rey más joven. Sentía que con cada minuto que pasaba sin hacer nada algo se estaba perdiendo o, peor, algo estaba a punto de estallar. Pero no había forma de sacar a Taeyang de sus responsabilidades sin decir nada que no fuera demasiado sospechoso.

Finalmente, Taeyang le concedió un momento para que jugaran al ajedrez una vez más. Antes de seguirlo al interior de su estudio, Seokjin indicó a Yeonjun que fuera a buscar a Yoongi. El resto él ya lo sabía.

Taeyang con las piezas rojas. Seokjin con las blancas. Era la situación en la que ya se habían visto mil veces en el pasado, pero sin embargo todo era diferente.

—Disculpa que te haya hecho esperar, muchacho —dijo Taeyang tras su primer movimiento—. Tengo muchos asuntos pendientes que no pueden esperar.

—No se preocupe. Lo entiendo mejor que nadie.

La partida siguió como siempre, o al menos eso fue lo que Jin quiso hacerle creer a su adversario. A diferencia de las veces anteriores, ahora Seokjin parecía capaz de ver a través de las estrategias y los movimientos de Taeyang; de repente se encontró a sí mismo hasta prediciendo lo que haría. Pero en lugar de usar esto para derrotarlo, Seokjin prefirió pretender que no estaba a su altura como normalmente era entre ellos.

Luego de media hora de juego, Seokjin consideró que era momento de ponerle fin a toda la farsa. Empezó una jugada que lo llevaría a la victoria.

—Tío.

—¿Hm?

—¿Recuerdas que atrapamos al asesino de mis padres hace casi siete años?

Taeyang sonrió.

—Claro que lo recuerdo, hijo. Fue un consuelo para todos.

Seokjin movió una de sus piezas y le pareció ver que algo minúsculo cambiaba en los ojos de Taeyang.

The Lost Assassin ♕ ksj + mygDonde viven las historias. Descúbrelo ahora