Capítulo 1: Al menos le podrías lanzar nueces

104 13 93
                                    

La habitación de los chicos tiene una ventaja que no tiene la suya y es que, desde allí, puede ver el sauce boxeador, el cual parece que se ilumina durante las noches de luna llena como esa.

No puede evitarlo, ni ella ni Lily, sentada en la cama de James mientras lee, fingiendo que no le importa que estén todos fuera, persiguiendo a Remus y peleándose con él.

—¿Puedes volver a recordarme por qué decidimos no transformarnos como ellos? —le pregunta a Lily y la chica baja el libro.

—Lo dices como si lo hubiéramos elegido —le responde y vuelve a levantar el libro—. Coge uno de los cigarros de Sirius, te vas a quedar sin muelas.

—No pasa nada porque coma algo de dulce, es mejor que el cáncer de pulmón —contesta Rachel y Lily pone los ojos en blanco.

—Pues si no lo coges tú lo voy a hacer yo.

Sirius descubrió el tabaco durante la última excursión a Hogsmeade y, en ese mes que ha pasado, Lily Evans ha fumado al menos una vez a la semana. No es raro que Lily fume, todos lo hacen cuando hay alguna fiesta, claro, los Hufflepuff son conocidos por tener la mejor maría del colegio, pero lo que coge Lily no es maría, si no uno de los cigarros de Sirius.

—A medias —le dice a Rachel y la chica asiente, necesita algo hasta que les vea salir del sauce boxeador, sabe que lo van a hacer a pesar de que les ha pedido mil veces que no lo hagan.

—A James no le va a gustar tu aliento —se burla de ella y su amiga le pega en el brazo.

—Sabes perfectamente que no...

—Estáis juntos, sí, Lily, lo sé, pero no será porque no queréis.

—Solo me ve como una amiga, Rach, lo sabes, lo sé y lo sabemos todos y no pasa nada por ello.

Lily se acerca a la ventana para encender el cigarro, prefiere evitar el enfado que tendrán luego James, Remus y Donovan cuando huelan el tabaco en la habitación. Ninguna de las dos puede entender como son capaces de estar cerca de Sirius, que a pesar de que lleva un mes fumando hasta su equipación de quidditch huele ya a tabaco.

—Si James te ve como una amiga significa que el amor ha muerto y nunca vamos a poder encontrarlo.

Lily le saca la lengua y se une a ella en la ventana. Las dos pueden ver perfectamente la luna en el cielo, iluminando el sauce boxeador. Los chicos suelen salir pasadas las once de la noche y siempre intentan devolver a Remus dentro del sauce boxeador antes de las cinco de la mañana, aunque muchas de las veces acaban sencillamente merodeando por el sauce hasta que Remus vuelve a ser el mismo.

—Nova ya está saliendo —Lily señala con el cigarro al sauce y Rachel se tensa.

Tiene sus más y sus menos con el chico, todos lo saben, pero no le desea ningún mal. Es leal a su amigos, les protege desde que entró al colegio y no duda en meterse en peleas si hace falta. Pero discute tanto con él que Rachel no entiende cómo pueden ser amigos o lo que sea que son ahora mismo.

—Y ahora supongo que saldrá Peter, ¿le ves? Solo puedo ver como el árbol ha parado.

—Es una rata, claro que no le veo.

Es imposible distinguir a Peter, pero al menos siguen viendo a Donovan ahora que se ha posado sobre el sauce boxeador. No hay muchos cuervos por Hogwarts, así que es fácil reconocerle, siempre vigilando que no haya nadie, siempre listo para protegerles a todos.

—Se oyen tus suspiros por Nova hasta en la sala común, me extraña que no haya subido nadie a ver que te pasaba —a Lily le gusta meterse con ella por esa extraña amistad que tiene con el chico; así que, en venganza, Rachel le roba el cigarro.

[2] Tres de corazones - Wizarding WorldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora