No sabe que hacer. Bueno, más bien, Rachel no sabe como hacerlo porque tenerlo lo tiene muy claro y, cada día que pasa sin hacer algo al respecto, es un día menos con el que cuenta dentro del Gran Esquema De La Vida. No tenía ni la más remota idea de qué iba a pasar una vez abandonaran la seguridad de Hogwarts, qué iba a pasar después de ese último viaje en tren de vuelta a la estación de King's Cross. Estaban en los últimos meses de su educación obligatoria dentro de Hogwarts y si bien Rachel tenía claro que iba a seguir viendo a Lily, a Sirius, a James, a Remus y a Peter, no tenía tan claro de si iba o no a seguir viendo a Nova una vez pusieran un pie en la estación.
Y el tiempo se agotaba, cada día que pasaba estaba más claro que en poco tiempo estarían enfrentándose al mundo real, con trabajos reales y problemas muy reales, unos de los que ahora podían escapar estando entre las paredes del castillo y teniendo otro tipo de problemas mucho menos serios. A veces se preguntaba como podía estar pensando que ella tenía un problema cuando El Profeta estaba lleno de artículos en los que mencionaban múltiples ataques tanto a nacidos de muggle como a mestizos.
Pero se lo estaba permitiendo porque todavía estaba segura allí, bajo el manto protector del castillo, de los profesores. Las lunas llenas seguían siendo uno de los tres temas que más le preocupaban a Rachel, siendo solamente superado por cómo explicarle a Nick que también quería estar con Nova y cómo volver a acercarse a Nova para que pudiera estar con él.
¿Con qué cara podía pedirle a Nova que no se alejara de ella cuando llevaban meses sin hablar de verdad? Sin acercarse, sin mantener una conversación que no estuviera llena de monosílabos o una bronca por su parte después de una luna llena peligrosa. Desde que casi tuvieron ese segundo beso ella cortó sus dibujos y Nova sus poemas, sabiendo los dos que lo que estaban haciendo estaba mal.
¿Y si está mal por qué se sentía bien?
Rachel supone que la culpa era mayor, por eso se alejó de Nova y dejó a Nick, en un intento de olvidar a Nova para poder seguir con Nick. Pero el chico de ojos azules se negaba a salir de su cabeza y olvidar a Nick nunca había sido una opción, ni siquiera antes de aquel primer beso bajo la luna llena. Ni siquiera en la clase abandonada. Rachel no podía olvidar a ninguno de los chicos y ni siquiera quería intentarlo, no después del último susto de la luna llena.
Cada vez que cierra los ojos y se tumba en la cama sola puede ver, de nuevo y con todo lujo de detalles, toda la sangre sobre la cama, las heridas de las flechas sobre el lomo del inmóvil zorro, tumbado junto al cuervo de alas completamente extendidas perfectamente consciente del dolor. El pánico al verlos a ambos heridos, que Nick no despertara, que Nova no dijera nada a pesar de seguir herido.
Tiene que centrarse para poder volver a pensar en ellos, en la cama, los tres. Se pellizca la palma de la mano hasta que consigue volver a centrarse en ellos, en la cama, juntos. Lo bien que encajan, las ganas que tiene de repetirlo. La cama de Nova era demasiado cómoda para el bien de cualquiera y pensar en dormir abrazada a Nick mientras Nova la abrazaba era lo único que conseguía que volviera a quedarse dormida.
Quería repetirlo, una y otra vez, todas las noches. Las que quedaban dentro del castillo y las que les quedasen fuera. Quería que todo fuera igual que esa noche, pero sin esconderse, sin tener que fingir que no sabe qué ha pasado, como cuando despertaron gracias a Lily y tuvo que soltar la mano de Nova rápidamente. No, no tuvo, decidió hacerlo porque explicarle a su mejor amiga toda la situación era demasiado, lo que menos quería Rachel era que Lily la juzgase por sus decisiones, las que había tomado tan mal y la que iba a tomar.
Nova y ella llevan más de la mitad de la ronda en completo silencio y el chico no parece que quiera abrir ningún tema de conversación. Ella, por su parte, se siente una completa estafa al pertenecer a la casa de Gryffindor porque no es capaz de abrir la boca, aunque sea para decir alguna estupidez que haga que Nova le dirija la palabra. Toda la valentía al poner la mano en el pecho de Nick para darle la mano tanto a su novio como a Nova se ha quedado allí, entre las sábanas de Nova, porque ella no siente ninguna.
ESTÁS LEYENDO
[2] Tres de corazones - Wizarding World
FanfictionSi tuvieras que preguntar a Rachel Lightbourne cuando se empezó a plantear que Nicholas Durant podría ser algo más que un amigo no sabría darte una respuesta concreta. Balbucearía hasta que cambiase de tema y ese sería el momento en el que podrías p...