Marlene y Dorcas preparándose para ir a Hogsmeade por San Valentín son la peor pesadilla de Lily y Rachel; y eso que ambas chicas van juntas. La ropa está por todas partes, desde el suelo, pasando por las camas y encima del armario. Incluso la puerta del armario está llena de ropa y, cuando Rachel va a ducharse, encuentra uno de los jerseys que Dorcas se había probado tan solo cinco minutos antes dentro de la misma ducha.
—¡Vale ya, sabéis que ropa tiene la otra, escoged algo e id al pueblo de una vez, por Morgana, Merlín y la madre que os parió!
Lanza el jersey de Dorcas a la cara de Marlene y luego cierra la puerta del baño con un portazo después de quitar toda la ropa que tiene encima la taza del baño. Ha sido totalmente anticlimático, pero al menos funciona porque el ruido en la habitación baja.
—Han elegido la ropa de la otra y en cinco minutos se han ido —Lily le informa entrando al baño, sin molestarse en llamar —. Si lo llego a saber lo hubiera hecho hace horas.
—Y yo, nos hubiéramos ahorrado tener que despertar con la ropa en la cara.
—¿Cómo pueden estar tan nerviosas? Llevan meses saliendo —Lily empieza a peinarse frente al espejo mientras Rachel sale de la ducha.
—¡El amor adolescente!
O las hormonas. Es probable que no puedan dormir en la habitación esa noche, si no recuerda mal las dos llevan saliendo casi seis meses.
—¿Les hemos dicho lo del calcetín? —le pregunta a Lily, intentando recordarlo, pero no es capaz, ha estado distraída con Nick en los últimos días.
—Creo que no, pero deja una nota, por si acaso, no quiero volver y encontrarme el espectáculo.
Prefieren ahorrarles la vergüenza, eso desde luego. Además, no sería la primera vez que se van a dormir a la habitación de los chicos para darles algo de intimidad, están acostumbradas a ello. También están las noches de luna llena, en las que murmuran una excusa terrible y las dejan solas, creen que de ahí viene su relación. Remus no quiere más personas enteradas de su secreto, dice que con siete ya tiene bastante y ninguno de ellos se ha atrevido a contradecirle, a pesar de que Dorcas y Marlene también han sido parte del grupo.
—¿Podremos volver a la habitación esta noche? —pregunta Lily y Rachel se ríe.
—Si es por Sirius ten claro que no vamos a poder, no se ha callado en toda la semana, resultaría adorable de no ser por la gran cantidad de detalles que ha dicho —ya está vestida, así que solo le queda ponerse el abrigo y coger una bufanda. Que casualidad que la que le regaló a Lily este por allí..
—Oh, no te preocupes, Remus está igual, pero ha intentado fingir que no es tan importante.
Lily sale del baño para coger el maquillaje —las ojeras no se tapan solas— y frunce el ceño cuando ve la bufanda que ha cogido.
—Esa es mía.
—A ti te va a quedar mejor la mía, no seas así, venga, podemos compartir, ¿no es ese el espíritu del colegio? —se lo acaba de inventar y Lily lo sabe porque pone los ojos en blanco.
—Me regalaste esa bufanda hace dos semanas, por mi cumpleaños, ¿era para mi o para ti? —que la apunte con el corrector le resulta demasiado divertido.
—Para ti, obviamente, solo la cojo prestada para hoy.
Y para algún día más, pero Lily no tiene por qué saber eso. Sí que es verdad que se la compró por su cumpleaños, pero a ella también le gusta, así que...
—¿Qué me vas a regalar por mi cumpleaños? —quedan unos días, así que espera que Lily ya haya comprado el regalo y no esté esperando a comprarlo en Hogsmeade, como sabe perfectamente que va a hacer James.
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[2] Tres de corazones - Wizarding World
FanfictionSi tuvieras que preguntar a Rachel Lightbourne cuando se empezó a plantear que Nicholas Durant podría ser algo más que un amigo no sabría darte una respuesta concreta. Balbucearía hasta que cambiase de tema y ese sería el momento en el que podrías p...