Capítulo 10: Podrías haberte venido a nuestra habitación

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—No han sido tan terribles como pensaba.

Lily está a punto de estrangularla por lo que ha dicho, lo sabe, lo ve en su mirada. Eso y que se ha levantado rápidamente del césped y está mirándola tan fijamente que, en cualquier momento, utiliza magia accidental y va a hacerla explotar.

—¿Qué no han sido tan terribles? ¿Por qué lo dices exactamente? ¿Por qué justamente, en el exámen práctico de encantamientos ha entrado el único que no sabía hacer? ¿O es por que las preguntas de Historia de la Magia estaban todas tan centradas en las guerras de los duendes que te las sabías todas?

—Yo de duendes no sé nada, me he dedicado a dibujar en el examen cuando he llegado a esa parte.

Rachel intenta no reírse al ver el estrés de su amiga. De verdad que lo intenta, pero es la única que está así y eso que ya han terminado los TIMOS y están relajándose en los jardines del colegio, junto al lago negro.

Los únicos que faltan por acabar el examen de Criaturas Mágicas son Peter y James y no deberían tardar mucho porque si Remus ha salido hace diez minutos ellos deberían estar ya. Y luego está Sirius, que ha vuelto corriendo a la habitación porque se había quedado sin tabaco. Espera que le de un cigarro, aunque sabe que, en cualquier momento, se va a cansar de que se los robe y va a tener que comprarse su propia cajetilla.

—Venga, Lily, tampoco ha sido para tanto.

Donovan se pone de su parte y Rachel no puede ni mirarle. Cuando ha llegado a la estúpida sección de las guerras de duendes se ha desconcertado y ha empezado a dibujarle en los márgenes.

—Seguro que lo dices porque tus exámenes han sido perfectos, yo te entiendo, Lily, no sé si voy a aprobar algo.

Y Nick decide hablar, el otro culpable de que no haya podido hacer absolutamente nada más del examen en cuanto ha llegado a esa estúpida sección. Ha estado dibujándole también, pensando  en lo fácil que es dibujarles uno al lado del otro y lo bien que encajan. Espera que los funcionarios del ministerio no decidan añadir alguna nota a su suspenso sobre sus dibujos porque le dará algo como tenga que enseñarle algo a sus padres.

Todo había sido culpa de las rebeliones de los duendes, porque en cuanto leyó esa pregunta todo conocimiento se evaporó de su mente para volver a febrero, a la Sala Común y a Nova estudiando ese mismo tema. A Nick y como le quitó los libros a Nova para que fuera a Hogsmeade con ellos. De nuevo sus ojos y luego todo el día en Hogsmeade.

Por que ese era el problema, que ninguno de los dos salía de su cabeza desde aquella estúpida excursión de San Valentín que podía haber sido solo una cita con Nick y se convirtió en... en... lo que fuera que hubiera sido. Tendría que haber dicho que no, tendría que haber ido solo con Nick porque ahora las cosas serían mucho más sencillas y no estaría jugando a este estúpido juego a escondidas con Donovan y podría estar solamente centrada en Nick, como debería ser porque es  lo que lleva deseando demasiado tiempo.

—Venga, seguro que no es tan terrible, siempre bordas los exámenes, Lily —Remus parece salir a su rescate y Rachel no puede más que agradecérselo con la mirada. Le regalará algo de chocolate la próxima vez que vayan a Hogsmeade.

—No lo entendéis, necesito que sean perfectos —dice la chica y, por fin, se vuelve a tumbar.

—Lily, ningún profesor pide Extraordinarios para cursar su asignatura —Rachel se lo tiene que recordar y ella suspira.

—Ya lo sé, pero...

—Es una apuesta conmigo —Donovan interrumpe a Lily, que se queja de que haya dicho que pasa—, quien tenga menos extraordinarios tiene que hacer lo que el otro diga.

[2] Tres de corazones - Wizarding WorldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora