Caramelos Escondidos [WillyWonkaxOC]

Vigésimo Cuarto

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—Cuando estábamos de visita, Charlie te mencionó si recordabas la primera vez que comiste un dulce y contestaste que no ¿realmente no lo recuerdas? —Preguntó Ribbeca con la mirada al techo de su habitación y las manos en su estómago, la sábana que llevaba le cubría la mayor parte de su pecho.

Willy que estaba en la misma posición que ella— La verdad es que si— respondió con sinceridad— no pensaba que fuera adecuado para decirlo en ese momento.

—¿De verdad? A mi la primera vez que me dieron un dulce fue cuando era muy bebé asi que realmente no me acuerdo ¿te dieron dulces de mas grande?

—De hecho, si, mi padre como ya sabes es odontólogo y de ninguna manera me dejaba comer dulces, para cuando salía a pedir dulces en Halloween con los niños del vecindario, todos esos dulces con los que yo llegaba, mi padre los quemaba en la chimenea alardeando de lo mal que hacían— decía con un poco de nostalgia.

—Vaya, los dentistas si que son exigentes con sus hijos— comentó Ribbe.

—Créeme que sí, la primera vez que comí un dulce fue por que uno en especifico no se quemo del todo en la chimenea, ese fue un chocolate una de las razones del por que es mi favorito y le tengo aprecio es porque sabía delicioso en su momento, pero ahora pienso que los míos son mil veces mejor— se rio divertido.

—Definitivamente, que gran historia la tuya, siendo niño seguramente fue muy difícil abstenerse de comer dulces.

—No realmente, desde ese momento fue cuando nació mi pasión por crearlos, iba a las dulcerías y podía pasármela horas viendo como los hacían, en las máquinas que soltaban un caramelo por una moneda, probaba cada sabor que tenían y me parecía realmente fantástico y yo quería saber cómo se hacían.

Ribbeca lo miró sin mover su cuerpo, solo su cabeza.

—Que curioso— rio.

El la miró también— serlo me trajo hasta donde estoy ahora.
—Me hace feliz que estes donde estas ahora.

—Y a mí también o posiblemente jamás hubiera sabido como se ve de preciosa la señorita Ribbeca Bucket a lado de mí, en una cama, toda despeinada y con una sábana como único medio para cubrirse su fina piel

Ella se sonrojó y con sus manos se cubrió la cara— ¿Por qué dices esas cosas? — dijo con una voz chirriante.

—¿y por que no debería? — el le quito las manos de la cara y acercándose a ella, le dio un beso

—Willy— llamo ella— necesitas decirme que relación llevamos— dijo con timidez

—¿relación? La que tu quieras si es contigo.

—Bueno, no te arrepientas después— Ella sonrió con malicia para después darle un beso 

Un rato después, ahora que Ribbeca tenia un celular y la mayoría de los de la familia, le llamaron.

Intentando retomar su respiración le dijo a su acompañante— Debo contestar— se estiró a su mesita de noche para alcanzar su teléfono.

—No contestes— le detuvo la mano a Ribbeca e intentó continuar con lo suyo.

—Recuerda cuales son mis responsabilidades, debo contestar a cualquier cosa que se presente— dijo en lamento y este la soltó, entendiendo la veracidad de lo que dijo.

Cuándo alcanzó su teléfono, con la respiración tal vez un poco mas estable contestó— Ribbeca Bucket, Buenas tardes.

—¡Buenas tardes?— gritaron por el otro lado de la línea— Buenas noches señorita ¿se puede saber si hoy se va a dignar a venir a su casa?

—¡Mamá! — cayó en cuenta — Lo siento mamá, estoy por desocuparme, pero ya es tarde ¿no? Quisiera descansar, mañana voy a verlos sin falta.

Su madre emitió un gruñido— A todos aquí nos tienes abandonados, vienes solo a dejar unas cosas y te vas ¿debes trabajar tanto?

—Ahora sí, la verdad, pero prometo ir a verlos mañana porque tengo algo que decirles, descansen, los amo.

Su madre pudo notar que estaba ocupada en algo asi que no dijo mas y le colgó.