Tercero

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Las tres personas no contaban con que ese pequeño Charlie estaría escuchándolos desde su pequeño espacio ya que era fin de semana él estaba ahí, en la parte de arriba de la casa, sintiéndose mal por su familia pero sin poder hacer mucho.

El abuelo Joe se dio cuenta y le llamó.

Después de haber hablado con su familia y que aceptaran que fuera a comer con Anthony se fue a trabajar. Su día de trabajo transcurrió normal, aunque estaba más cansada y desgastada que otras veces.

-Te afecta tanto tener la responsabilidad de toda tu familia, Ribbi- mencionó su novio con nostalgia de ver a su novia de esa forma.

-No tienes idea de cuánto, estoy tan cansada. Necesito de verdad que mejore la situación o la que no va a sobrevivir voy a ser yo- Esto último lo había dicho enserio, su cuerpo estaba en tales condiciones de que solo seguía por su familia.

-Tranquila, la situación mejorará, si no mejora te pongo la opción de que te cases conmigo- dijo sin ningún sentimiento.

A Ribbeca se le fue toda su pesadez y al contrario de verlo como una ayuda, le dio miedo.

-¿Casarnos? ¿Estás jugando, Anthony? - se enojó.

-No me malentiendas, yo te amo y quisiera estar contigo toda la vida pero si te casas conmigo tu serás mi responsabilidad, todo lo que quieras y necesites yo te lo daré y trabajarás únicamente para tu familia- le sugirió con total confianza.

Desde luego esto desconcertó mucho a la castaña ¿De verdad haría un cambio eso? Por lo menos le quitaría a sus padres un pesar y recibirían dinero a cambio, no mucho pero aún así sería como si uno más de ellos trabajara.

-No se- dijo sin más.

-Si la situación no mejora, te repito, pero puedes ir considerándolo.

-Está bien.

Dicho eso, Anthony se fue a su puesto dejando a Ribbeca peor de lo que estaba.

A la hora de la salida, cómo habían quedado, Ribbeca fue a su pesada hora de comer con sus pesados suegros.

-Rebbeca, que milagro- dijo la señora sin expresión alguna. El nombre lo decía mal a propósito

-Si verdad, Anthony me dijo que podía venir a comer aquí diario - sonrió.

-¿Diario? ¿Tus padres ya no te quieren, señorita?- dijo con intención el señor.

-No, no es el caso, lo que pasa es que como somos Pobres- dijo esta última palabra con más resonancia- es mejor ahorrarme una comida y Anthony me ofreció venir aquí.

-No me sorprende - regresó la señora- Anthony suele ser muy considerado con los más necesitados.

-Claro, por eso me hizo su novia.

Caramelos Escondidos [WillyWonkaxOC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora