Caramelos Escondidos [WillyWonkaxOC]

Trigésimo

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—Después de todo no hacia falta que fuera contigo, si me reconoces — Decía la pelinegra con su hermano entre brazos

—¿Cómo iba a reconocer a mi hermana? Por muchos cambios que tengas.

—Tú también has cambiado, estas muy delgadito, aunque sé que es normal —Lo soltó —¿te parece si vamos a otro lado a platicar?

—¡Claro! Pero no demores mucho, ya sabes que mamá...

—No te preocupes

Ambos se dirigieron a un parque de cerca y se sentaron en las bancas.

Al no haberse visto hace tanto tiempo tenían muchas cosas de las que hablar, pero de momento solo comento la enfermedad de su madre y sus abuelos, diciendo que la abuela Josephine había fallecido hacia un año, no había sido nada extraño, la vejez es el ultimo paso para la muerte natural.

El encargado en su mayor parte de la invención de los dulces Wonka, era Charlie, ya que Wonka había perdido la mayor parte de su sentido creativo, pero aun asi le ayudaba con la construcción de estos mismos.

Wonka se había vuelto un poco mas serio y solitario de lo que ya era antes.

Era lo que importaba de momento, en casa o en otro momento podrían contarse los detalles.

—¿Tu no tienes nada que decir? — Cuestionó Charlie a su hermana que tenía la mirada perdida— Has desaparecido durante 4 años y ni siquiera sabemos por que ¿tienes algo que decir?

—Claro, tengo que decirle a toda la familia, pero de momento solo me importa ver a mamá ¿podemos ir?

—Esta bien, si esperamos cuatro años que no podamos esperar unos días más, ¿estas lista para ir?

—No pero tampoco tengo otra opción— rio nerviosa.

Se levantaron de la banca y se dirigieron a la fábrica.

Hacia tanto tiempo que no estaba frente a ella, que incluso el aroma del chocolate derretido le parecía confortante, la transportaba a el tiempo donde no podía gastar en chocolate y lo único que podía hacer era olerlo.

Suspiro y entro, ya que Charlie había abierto la puerta, avanzaron juntos, su hermano no se separo de ella ni un segundo.

Todo le parecía tan nostálgico, que incluso ahora se estaba planteando si había sido buena idea ir.

La fabrica es inmensa, y si Charlie dijo que Wonka casi no iba para con ellos entonces era meramente imposible topárselo ¿no?

Había por fin llegado a la casita, esa era la que no había cambiado nada.

Como se esperaba, su madre estaba recostada en una cama, sus tres abuelos en donde siempre y su padre a un lado de su madre.

—Mamá, papá, abuelos, Ribbeca esta aquí— dijo en un tono bajo.