Decimo Séptimo

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Le gustaba Wonka y era cierto que acepto dejar el pasado atrás pero el no cooperaba y no daba razón a la insistencia de el por qué ella renunciará y a la vez le permitía a su padre arreglar una que otra máquina por fuera de la fábrica.

Estos últimos tres días, Wonka y Charlie han estado ocupados en su manera de trabajo, sin descuidar la escuela, por supuesto pero eso daba lugar a qué no se vieran más que a la hora de la cena y por cuestiones de trabajo, ninguno debía dormir tarde así que solo intercambiaban palabras para las preguntas de Willy a Ribbeca sobre si ya tenía su renuncia.

Seguramente está noche pasaría lo mismo y no quería imaginar lo que sucedería al día siguiente, su tan antes esperado "Día de descansó "

Cerro los ojos y tiro su cabeza a su escritorio

"¿Será que alguna vez podré descansar de verdad?"

Después de su pequeño tiempo de pensamiento y quejas,  no tuvo más remedio que seguir con su labor.

Terminadas sus tareas, a la salida, se encontró con Anthony.

—¿Tienes planes?— preguntó Ribbeca

—Teresa me invitó a salir, iré con ella ¿Por qué? ¿Quieres venir? — respondió sin intención de ofender.

—No te preocupes, solo preguntaba— sonrió — Que te vaya bien, nos vemos pasado mañana.

—Gracias, igualmente, espero que puedas descansar, si te dice algo más me dices ¿Ok? — sonrió igual, Anthony parecía un chismoso y es que no solo parecía...

Se despidieron agitando sus manos y Ribbeca siguió su camino.

En su camino a su nuevo hogar, decidió comprar unas cosas que le hacían falta en su casita, la cuál ahora estaba instalada en el recinto de chocolate.

Compras en la tienda de convencía: jabón, pañales para adultos, papel higiénico, etc.

Su proceso fue demasiado rápido gracias a qué todos, sin excepción se le quedaban viendo. A la hora de pagar, los encargados se negaron a cobrar, amenazó con dejar sus productos si no le cobraban así que terminaron cobrando solo la mitad.

Si Ribb y su familia no necesitarán esas cosas, sin problemas las dejaba pero de verdad ocupaba.

La razón no era tan simple como decir

"vamos a apoyar a los Bucket, que son pobres y casi muertos"

Por supuesto que no.

El hecho de que la casita ya no estaba había sido suficiente para rumorear entre pocas personas insignificantes, pero ver salir a la joven castaña por la puerta grande de la fábrica de chocolate había explotado la naturaleza informativa de las personas.

Eso se esparció por todo el mundo. Y gracias a ello trataban a los Bucket con mayor respeto y amabilidad. Incluso los niños que molestaban a Charlie se volvieron más amables.

Lamentablemente el dinero y el éxito ajeno estaban acreditando demasiado a la familia y la joven castaña no era algo con lo que estuviera  muy de acuerdo, sin embargo poco podía hacer. 

Ribbeca estaba parada frente a la puerta pequeña a un lado del portón; planteándose nuevamente en qué momento paso de aventar una puerta de madera chueca y mal puesta para entrar a su casa a tener las llaves de la primera puerta de una enorme fabrica que curiosamente era su hogar. 

Caramelos Escondidos [WillyWonkaxOC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora