Caramelos Escondidos [WillyWonkaxOC]

Segundo

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Al día siguiente del anuncio se encontró el primer billete dorado. El afortunado fue un niño llamado Augustus Gloop. Un niño de nueve años, bestialmente gordo con rollos de grasa por todos lados, en Alemania. Los conductores de televisión habían ido hasta su casa para ver los detalles de cómo encontró el boleto. Al ser el primero causó un revuelo en el mundo por que fue encontrado demasiado rápido e indicaba que pronto los boletos se acabarían.

-Te veo angustiada- Le mencionó Anthony a Ribbeca mientras ella sorbía sin mucha emoción el café que le había llevado el.

Estaban sentados en una banca a pocos minutos de su hora de entrada

-¿Es por los boletos? ¿aun no te resignas a que no seremos nosotros los afortunados? - Preguntó con total frialdad.

Ella lo miró seria y negó con la cabeza mientras sus manos se calentaban con el calor que emitía el vaso- No, Anthony - le parecía muy cruel que a pesar de que ya sabía que no tendría la suerte de tener ese boleto dorado, incluso sus abuelos se habían encargado de quitarle la ilusión a ella, sobre todo a ella que era mayor y entendía más que Charlie pero que su mismo novio, el que tanto decía amarla la bajara de esa nube era demasiado, por ello no le pareció muy agradable su comentario.

-Hay que ser realistas, mi vida.

-Ya pero no es por eso, se perfectamente la situación, lo que me preocupa es que el cumpleaños de Charlie es la próxima semana- Charlie estaba por cumplir años y claro, era la misma preocupación siempre de tener que comprarle el chocolate con el que ella también aportaba y no le molestaba, pero sentía que ese dinero debía usarlo para comprar otras cosas.

-Ojalá pudiera ayudarte, pero esta semana debo pagar unas cosas- el año pasado Anthony le había dado unos pocos peniques a Ribbeca para comprar el regalo de su hermano y lo apreció demasiado, pero esta vez no iba a ser así.

-No, esta bien, es mi hermano no el tuyo- sonrió preocupada. Tenía una mínima esperanza de que le ayudara de nuevo.

♡

la siguiente semana, un día antes del cumpleaños de Charlie se dio a conocer a la segunda afortunada. Esta vez era una niña llamada Veruca Salt, una niña extremadamente consentida dados los hechos por como consiguió el boleto y por si fuera poco la mansión que tenia como casa. Para el gusto de Ribbeca muy malcriada ya que tenia el firme pensamiento que el dinero no tenia por que cambiar los valores ni la educación.

La niña se veía radiantemente feliz en la pequeña pantalla del televisor de los Bucket, sosteniendo su boleto dorado de mejilla en mejilla mostrando sus grandes dientes.

-Ella es peor que el muchacho obeso- Opinó el abuelo George enojado como siempre.

-¿Veruca? - pregunto Ribbeca confundida- Abuelo Joe ¿Qué no una veruca es un granito raro que te sale en la piel?