Mientras observo la sala llena de risas y bailes, noto a Draco parado en un rincón, con la mandíbula apretada y una mirada de furia en sus ojos. Mi corazón se hunde al darme cuenta de que la fuente de su enojo soy yo. Decido acercarme, consciente de la tensión que flota entre nosotros.
-- Draco, ¿podemos hablar? —pregunto con cautela.
Él me mira con frialdad antes de asentir con desgana. Nos retiramos a un rincón más tranquilo, lejos de la bulliciosa celebración. La atmósfera entre nosotros es tensa y cargada de emociones reprimidas.
-- ¿Qué demonios fue eso? ¿Por qué te metiste en medio de la discusión con mi padre de esa manera? —exclama Draco, liberando parte de la ira acumulada.
-- Draco, lo siento si te puse en una situación incómoda. No era mi intención. Pero no podía quedarme callado mientras Lucius menospreciaba a la familia de Ron de esa manera. —explico, tratando de calmar las aguas.
Draco frunce el ceño, pero parece dispuesto a escuchar.
-- Sabes cómo es mi padre. Siempre ha sido así, pero... —hace una pausa, como si luchara por encontrar las palabras adecuadas. — No necesitaba que te interpusieras de esa manera.
-- Lo entiendo, Draco, pero no puedo quedarme de brazos cruzados cuando veo injusticias. Y la forma en que hablaba tu padre era... inaceptable. —digo, tratando de transmitir mi perspectiva.
Draco suspira, bajando la guardia gradualmente. Aunque todavía hay frustración en sus ojos, parece dispuesto a dejar que la conversación continúe.
-- Podemos ser amigos, pero... Sabes que no apruebo a la gente así.
-- Solo... Es un tema complicado para mí, es mi padre. No me gustaría que le hables así —me pide con seriedad.
-- Está bien, lo prometo. No quería causar más problemas. —digo sinceramente.
Draco asiente, y la tensión entre nosotros comienza a disiparse. Decidimos regresar a la fiesta, donde intentamos dejar atrás la discusión y disfrutar del resto de la víspera de Navidad. Mientras nos mezclamos nuevamente en la multitud animada, Draco me mira con una chispa de entusiasmo en sus ojos.
-- Por cierto, Arthur, tengo algo para ti. Quería dártelo antes, pero no te encontraba por ningún lado. —dice Draco, sonriendo levemente.
Draco saca algo de su bolsillo con una expresión tímida. Es una pequeña corona de flores, cuidadosamente tejida con pétalos de colores delicados ¿Será que él...?
-- Pensé que, ya sabes, podrías querer algo que ilumine tu atuendo. —dice, y su voz revela una vulnerabilidad que rara vez se ve en él.
Me sorprende la ternura de su gesto y acepto la corona con una sonrisa agradecida.
-- Gracias, Draco. Es hermosa. —comento, colocándola en mi cabeza. Draco parece aliviado por mi reacción y sonríe genuinamente.
Harry luce entusiasmado al vernos llegar. Lleva también una, pero de flores diferentes.
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🍃Como debía de ser 🌿| Harry Potter y Draco Malfoy.[1]
FanfictionEn las sombras del mundo mágico, un heredero de sangre pura, desafiando el anonimato familiar, observa cómo Harry Potter y Draco Malfoy se convierten en marionetas de fuerzas invisibles. La tragedia predestinada entre los dos protagonistas se desenv...