🍃Como debía de ser 🌿| Harry Potter y Draco Malfoy.[1]

Capitulo veintiuno

Abro el dosel y le hecho una mirada a Arthur, quien todavía brilla aún metido dentro del dosel. Draco está con él, bastante cansado como para que notara que se durmió en una cama que no es la suya. La poción de dormir hizo efecto bastante rápido.

Meto la varita dentro de mi túnica mientras me pongo la capa de invisibilidad encima, saliendo de la habitación rápidamente. Espero que este asunto no me tome tanto tiempo.

La mirada del retrato de Gideon Marchuk me sigue mientras salgo de la sala común de Slytherin apurado.

-- Irradias muerte. -- Me dice antes de  abandonar el lugar por completo.

En los recuerdos de mi vida pasada no lo recuerdo del todo, pero me parece haberme topado con él un par de veces entre los pasillos. Ninguna vez hablamos, solo era un observador de todo el caos en este castillo.

Le estaré eternamente agradecido por esta oportunidad, aunque aún no entiendo del todo como puedo recordar todo de esos años.

Durante nuestro primer año en Hogwarts solía escuchar a Arthur removerse entre sueños. Había pensando que era un chico muy extraño pero a la vez agradable. También causaba en mí un sentimiento de anhelo que con el paso de los días aumentaba más y más. Al igual que con Draco, aunque este último al principio lo que más hacia era sacarme de quicio.

Siguiendo con el tema de Arthur, recuerdo que había noches en que sus gritos eran más ruidosos, y era en esas noches donde su cuerpo vibraba y brillaba más de lo normal. Intente ayudarlo despertandolo, así que cuando iba a tocarlo fui lanzado con fuerza hacia atrás por un aura invisible.

Nunca entendí como es que Draco nunca se levantó también por el ruido. Después me di cuenta de que la razón era que todo eso ocurría en mi cabeza. Si Draco despierta solo nos verá a nosotros dormidos en la cama, en silencio.

Empecé a tener sueños extraños, un mundo en destrucción y ruinas. Dentro de ellos sentía un odio tan terrible que me helaba la sangre. Otras veces, soñaba con cabello rubio desordenado y ojos grises, que me costó aceptar que era Draco. Poco a poco los sueños se sintieron más reales, cada caricia, beso, sonrisa y palabras.

Después empecé a vivir sucesos que me parecía que ya había vivido antes pero de forma diferente, con pequeños cambios apenas notables y otros muy drásticos. Hay cosas que ni siquiera pasaron.

La noche en que vi el espejo de Oesed por primera vez, fue la primera vez que hablé con mi luna. Pensé que era Arthur, pero al día siguiente este actuó como si nada hubiese pasado, con una actitud completamente diferente. Después supe que era una parte de su conciencia que no estaba por completo conectada a él, pero seguía siendo él.

Nuestras conversaciones no son muy largas, solo me dice lo que cree prudente debo escuchar, y responde todas mis preguntas de forma directa.

Mi luna solo queria mostrar estos recuerdos a mí. Así que decidí que lo más prudente por ahora sería finjir que no recuerdo nada, aunque tarde o temprano lo descubrirán y será inevitable. Por ahora la única persona aparte que sabe esto es lord Marchuk, quien lo supo rápidamente aunque lo negué incontables veces.

Rodlphus Marchuk me causa escalofríos, no dice mucho, pero en sus ojos se nota lo mucho que sabe y no dice.

Apreto el diario entre mis manos mientras camino por los pasillos de Malfoy manor, la seguridad de esta mansión me parece un chiste. Se que mi sol estará triste, pero la rabia que siento por lo que este tipo quiso hacer con mi luna es más fuerte. No lo mataré, solo porque no quiero ver mal a Draco, pero le daré una lección que nunca olvidará por tratar de meterse con Arthur de una manera tan descarada como esa.