🍃Como debía de ser 🌿| Harry Potter y Draco Malfoy.[1]

Capitulo veintiséis

Observo a Arthur dormir desde mi cama. Hace frío y me he despertado hace un tiempo. Un ojo gigante me mira desde una de las ventanas y no me detengo a mirarlo dos veces.

El último año y medio ha sido muy extraño. Aún más porque conozco a estos dos.  Arthur Marchuk y Harry Potter se han convertido en un dolor de cabeza. Arthur es un cabeza hueca y no suele comportarse como un miembro de su familia lo amerita. Y Harry... Harry es Harry, tengo ese impulso de que no me agrade por ser él.

Hablando de Harry... Miro una vez más hacia la cama del susudicho y se encuentra vacía. Ha estado alerta a todo, como si fuese a pasar algo muy importante que el debe evitar antes de que suceda. Tampoco me importa que es lo que planea.

Ha pasado casi una hora desde que desperté y no estaba en su cama. Me pregunto dónde estará y que estará haciendo.

—¿Draco?

Me doy vuelta hacia la cama de Arthur al oír su llamado, sigue en la misma posición, acostado hacia un lado, dándome la espalda. Su respiración es suave y pausada, está profundamente dormido. Sacudo mi cabeza y me acomodo mejor entre mis mantas.

— Draco. — Vuelve a llamar y me siento en la cama nuevamente frustrado.

— ¿Que?!

No responde y espero por un minuto entero antes de levantarme y sentarme sobre su cama. Está aparentemente dormido, pero se mueve inquieto y suelta leves sollozos.

— ¿Arthur? — Pregunto aún moviéndolo — Esto no es gracioso, imbécil.

Lo tomo del brazo con fuerza y lo muevo dándole la vuelta. Cuando logro hacerlo sus ojos están abiertos y me mira fijamente. Retengo la respiración al verlos, hay algo en ellos que...

—¿Que miér...? — Trato de alejarme pero se sienta y me toma del brazo rápidamente. Es rápido. — Ar...

No tengo tiempo de terminar de decir lo que estaba diciendo porque siento un fuerte dolor en la cabeza y mis pulmones luchan por aire. Su agarre en mis manos es más fuerte, siento que me quema.

Siento mucho dolor y rabia, mi cuerpo tiembla sin razón aparente y trato de encontrar aire.

— Draco. — Susurra suavemente una voz entre el dolor. Me siento cálido al escucharlo.

Siento frío y miedo. Las lágrimas se deslizan por mis mejillas y suelto un sollozo involuntario.

— Draco. — Vuelven a susurrar. Todo está frío y oscuro, muy oscuro. Cubro mis oídos al no soportar el ruido de gente gritando y llorando.

— ¡Draco!

Me levanto de un salto, mis pulmones aún luchando por aire. El agua cae fuertemente sobre mi cuerpo y me muevo incómodo en el lugar donde estoy, haciéndome un ovillo en el suelo.

Espera... ¿Agua?

Trato de abrir los ojos, pero me siento tan cansado y siento algo pesado sobre mi cuerpo. Esto es... ¿Tierra? ¿Por que yo..?

Un cálido cuerpo me envuelve, sus pelos me hacen cosquillas y se acurruca sobre mí, cubriendome por completo. Todo el dolor y la extraña confusión que estaba sintiendo se va, dejándome con una cálida sensación en el pecho.

Me acurruco en mi lugar, sin querer moverme, pero una lengua babosa lamiendo mi cara me hace abrir los ojos de golpe.

Un gran lobo de pelo platinado y ojos azules me mira desde arriba. Abro los ojos como platos y antes de que pueda gritar noto otro cuerpo aplastado junto a mí.

Arthur se remueve bajo el pelaje del lobo, con su pelo blanco desordenado y la cabeza rescostada en mi pecho.

— Frostwind, bajete por favor, nos estás aplastando.