Capítulo Treintaynueve

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Va a narrar Harry, de antemano, pido perdón si hay faltas de ortografía.

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Ahora es primero de noviembre, Draco (Dramas Queen) se quedó con Theo y Blaise (Dramas King, por eso eran mejores amigos en su vida pasada) en una pijamada y yo dormí en la cama de Arthur.

Después de salír de la fiesta de Halloween y no dejarlo comer muchos dulces pasamos horas conversando de muchas cosas y me contó todos los momentos de su entrenamiento de los ocho años que no había recordado en mucho tiempo,algo nuevo que supe es que durante las lunas llenas es capas de ver las auras de las personas. También jugamos algunos juegos de mesa muggle. No se a que hora nos dormimos.

— Arthur. — Susurré suavemente acariciando su cabello. Se removió un poco en su lugar y arrugo la nariz. Sonreí y besé su nariz. Él abrió uno de sus hermosos ojos azules y me miro por un momento antes de volver a cerrarlo y bostezar. — Iré a encontrarme con tu padre, veremos mi casa, la que heredaré como heredero de la familia Lunaris..., No sabemos cómo esta, si necesita mantenimiento o no. Tú padre sabe dónde está, pero parece que ahora el único que puede entrar soy yo. Cuando todo esté listo, te llevaré y a Draco para que la conozcan.

Arthur asintió y se dio la vuelta para seguir durmiendo, estoy seguro de que no me prestó atención.

Cuando me reuní con Rodolphus me preocupé por cómo se veía. Está cansado, se nota en todo su cuerpo. Lleva guantes y una bufanda, y en sus manos tiene un pañuelo caro de color blanco que guardó, pero pude ver que tenía sangre en él.  No dijo nada, solo tomó mi mano y aparecimos frente a un arco de madera desgastado en medio del bosque. Parecía una puerta.

— ¿Qué es lo que...?

— Esta es la entrada. Tiene reconocimiento de sangre, lo cruzas y te dará la entrada. — Susurro Rodolphus detrás de mí.

Las dudas empezaron a aparecer. Miré el arco con curiosidad.

—¿Si no soy un lunaris?

— Lo sabremos ahora. -- Respondió tranquilamente. — Los lunaris tienen magia ancestral, su afinidad es la naturaleza, estarían pasando cosas raras si no fueses uno.

—¿Que dedo hacer? — Miré entre él y el arco.

—Solo pídele que te deje entrar y crúzala. —Se encogió de hombros.

—¿No vendrás conmigo?

Rodolphus se quedó en silencio y me miro con la cabeza ladeada.

—¿De verdad quieres que te acompañe? — Preguntó mirándome confundido. —Es algo privado este momento.

—Si. —Respondí seguro.

—Está bien, pero debes abrir tú.

— Pero...

— Estarás bien, tranquilo.

Tragué saliva y asentí. Respiré profundo y apreté los puños antes de ponerme bajo el arco de madera.

—Emm... Hola... Mi nombre es Harry, Harry James Potter... Lunaris, heredero y último miembro de la familia Lunaris, esta casa es mía, ¿Me permites entrar, por favor? —Crucé con los ojos cerrados y cuando los abrí...

No había nada más que más bosque, me di la vuelta y miré a Rodolphus, quien me miraba desde el otro lado.

-—¿Ves... no creo que yo...

Él sonrío y de repente, luces de varios colores aparecieron, eliminando la imagen de Rodolphus frente a mí y llevándose consigo el arco de madera. Miré a todos lados mientras múltiples voces hablaban a la misma vez.

🍃Como debía de ser 🌿| Harry Potter y Draco Malfoy.[1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora