🍃Como debía de ser 🌿| Harry Potter y Draco Malfoy.[1]

capitulo cincuentaysiete

Capitulo ocho: Campeones de Slytherin

— Si Tom nunca enloqueció, ni creo los horrocruxes, ni hubo una razón para que yo lo traicionara... — Comencé irritado, hablando solo — ¿Por qué la gente piensa que estaba muerto? Es cuestión de lógica.

— Es que a nadie la importas. — Murmuró otra voz. Me di la vuelta para mirar a la figura que miraba por la ventana.

— Siempre tan directo, Rophus. — Puse los ojos en blanco y me paré junto a él.

— Soy sincero. — Sonrió mirandome. — Hola.

— Hola ¿Como estás?¿Estás preocupado?

— No. Dumbledore no me da miedo y Everett no me atacará sin importar que tan cerca esté. Atacará a quienes me importan.

— ¿Y estás preocupado por tu hijo? — Pregunté. Rodolphus negó lentamente con la cabeza y volvió a mirar por la ventana.

— Hay algo que no estás teniendo en cuenta, Reggie. Gideon Marchuk se casó con Grindelwald y años después Grindelwald se casó con Riddie. Los Marchuk tenemos ambas sangres, y no es de adorno.

— ¿Me estas amenazando? — Arquee una ceja.

— Es una pequeña advertencia. — Sonrió condescendientemente.

— Ahora que lo pienso el Parcel de Harry no tiene nada que ver con la parte del alma de Voldemort, lo cual no ocurrió porque Tom nunca fue ese día. El parcel de Harry viene de parte de Arthur. — Dije pensativo.

— Por fin piensas. Pensé que ese cerebro lo tenías de adorno.

— Yo también estoy feliz de verte después de tantos años, bonita. — Sonreí y Rodolphus puso los ojos en blanco por el apodo. Asi le decía cuando éramos niños en burla porque James pensaba que era una niña.

— Sabía que estabas cerca, después de todo, estos dos últimos años estuviste en Hogwarts vigilando a los chicos.

— Por cierto, tu primo está en mi lista. Hoy mismo iré a matarlo. — Comenté.

— Tú tendrás que trabajar y tomar mi lugar. Ya dije que no les ayudaré y los zombies de Everett aún están saliendo. Necesito un respiro y este secuestro es bueno para que yo no haga nada.

— Es Dumbledore quien está secuestrado contigo, yo lo dije. — Ahora es mi turno de poner los ojos en blanco.

Rodolphus sonrió y se recostó más contra la ventana, yo me recosté contra él. Me miró de reojo pero no me apartó ni dijo nada al respecto. Nos quedamos en silencio por unos minutos mirando a la luna.

Irónico.

— ¿Amor? ¿Regulus? — Una tercera voz nos interrumpió y nos quedamos callados. La habitación tiene un hechizo de privacidad pero ambos nos molestamos por como se refiere a Rophus. Le sigue llamando: "Amor".

— Hasta luego, Rophus. — me despedí caminando hacia la puerta. La abrí y el viejo verde me recibió del otro lado.

— ¿Como está?¿Está bien? ¿Necesita algo? — Preguntó preocupado. Es increíble cómo después de tantos años aún piense que está en una relación con Rodolphus.

— Sí. Ahora, creo que deberíamos hablar de... —  Lo alejé de la puerta, como he estado haciendo durante las últimas horas. No quiero que se vuelva a acercar a Rodolphus de nuevo o terminaré matándolo antes de tiempo.

Horas después volví a la habitación porque detecté movimiento de alguien más ahí dentro. Con mi varita lista abrí la puerta lentamente tratando de no hacer ruido. Dentro, Lucius Malfoy estaba sosteniendo el rostro del Rodolphus con delicadeza mientras le decía algunas cosas. Rodolphus rodó los ojos y asintió.