Capítulo 2

400 45 62
                                    

*Frank*

"Bien, estoy listo para morir..." pensó suspirando cansado.

Estaba parado sintiendo su cuerpo sin fuerza frente a la ventana mirando desinteresado a la gente pasar.

— Aborrezco a esa niña feliz con su globo rojo... ¡si, si, a ti niña tonta, algún día crecerás y cuando lo hagas te arrepentiras!

Digamos que a Frank no le agradan mucho las mañanas, suelen ser fastidiosas y aburridas, más aun si no tenia a la mano una coca-cola o un cigarrillo. Después de comer un frío y tieso trozo de pizza que tenia guardado de hace dos días, sintió un 'vacio' en su estómago así que se dirigió al congelador para tomar un plato de helado de fresa (el de chocolate se lo terminó hace dos dias mirando películas de comedia romántica, derramando litros de lágrimas con cada escena cursi.) Mientras comía su helado recostado sin intención de hacer algo productivo en el sofá, recordó que aun no había salido a buscar trabajo. Se levantó maldiciendo el sofá, el piso, la mesa, el refrigerador, y puso el helado de vuelta en el congelador, no sin antes comer una última cucharada del mismo. Tomó sus cosas y salió en busca de algun lugar para trabajar. Mientras caminaba preocupado,miraba los lugares cercanos y pensaba:

"Hmm, podría ser un guardia de seguridad...na,soy muy chaparro para eso, pasarían todos sobre mí con facilidad"

"Oh, podría ser un bailarín exotico... na, lo haría solo si fuera un bar gay"

"podría ser taxista...na, no quiero tener que soportar a tanta gente extraña"

Y así siguió por 5 calles más, mirando locales y pensando posibles situaciones laborales, hasta llegar a una librería rústica muy llamativa.

"Una librería parece una buena opción, silenciosa, llena de libros..."

Decidió entrar al hermoso lugar y de inmediato sintió lo cálido y acogedor que una librería se sentía para él, puesto a que le encantaba leer. Se acercó a un trabajador joven del lugar (el que le pareció más atractivo, claro) y le pidió información para trabajar, coqueteando disimuladamente mordiendo de vez en cuando su labio inferior al hablar. Llenó las solicitudes que le indicó el joven y se las entregó al encargado del lugar, después de revisar que todo este en orden, el encargado le informó que podía empezar a trabajar mañana mismo.

Frank estaba tan contento y sorprendido de lo fácil que le resulto encontrar trabajo que podría saltar y gritar de no estar en un lugar donde el silencio es oro. Se decidió a dar un pequeño recorrido por la librería para conocer un poco el lugar y buscar un libro que le llame la atención aprovechando que estaba ahí. Se dirigió a la sección de suspenso muy entusiasmado, en dónde su mirada y pies se detuvieron por completo al ver a un chico alto de cabello rojo escarlata ojeando uno de los libros. Lucía tan angelical, como sacado de uno de los libros de fantasía dónde el príncipe apuesto debe rescatar a la princesa y ser felices por siempre. Tenía puesta una camisa holgada color verde militar y unos pantalones de cuero negros. Tímidamente, Frank  se acercó para 'buscar un libro'  y fue cuando el personaje pelirrojo volteó a verlo con sus ojos esmeralda. "¡Oh dios!pero que ojos tan hermosos"
Pensó mientras suspiraba viendo al chico frente a él, parecía tan irreal.

— ¿Te conozco? —Dijo el chico con mirada coqueta.

— No lo creo...te recordaría — Dijo Frank risueño con cara de haber visto al mismísimo dios.

— Bueno,soy Gerardsonreía de oreja a oreja, con un brillo excepcional en su mirar.

— Frank, mucho gusto —"Wow, pero si hasta su nombre es hermoso", pensó al instante formando mil y un escenarios románticos en su mente donde incluía a su nuevo conocido atractivo.

Conversaron por unos minutos sobre los libros que les parecían interesantes (nada fuera de lo normal) cuando de repente, Gerard puso su cálida mano en el escuálido hombro de Frank y dijo con un tono de voz seductor:

— Me gusta platicar contigo, pero tengo que irme, ¿te parece si nos vemos luego?finalizó la frase con una media sonrisa pícara.

— ¡Claro!exclamó, a Frank le brillaron los ojos al oirlo decir ese conjunto de palabras.

— ¡Genial! Este es mi número...

"Su número es tan perfecto como él"
Okay, Frank estaba exagerando pero no era para menos, el chico estaba que se moría de la emoción por volver a ver a su 'príncipe encantador'.

— Biendijo Gerard con una sonrisa triunfadora— entonces te llamo luego.

— Si, hasta luegofue lo único que el pequeño Frank pudo vocalisar.

Se despidieron con un saludo de mano muy formal, Gerard salió de la librería y Frank se quedo sentado en el piso suspirando por Gerard, imaginando como sería su primera cita, si fuera a ser una cita...

"Esos ojos verdes, esa nariz tan perfecta, y esos labios rosados... su cabello rojo pasión"

Suspiraba con cada pensamiento, hasta que se desperto de su sueño mágico gracias a un niño de unos 5 años que lo pateo en la rodilla y salió corriendo lejos de él...

— Oye tú, estupido niño, ¿Que te pasa? —el pequeño fingió estar llorando y le reclamó a su mamá que un señor le queria pegar (ese señor era Frank.)

La mamá enfurecida, iba con los puños cerrados y un gesto malévolo directo a golpear a Frank pero este alcanzó a correr lejos de ella tropezando con unas cajas en el camino hasta la salida y se dirigio a su apartamento. Al entrar agotado y con la respiracion cortada a su apartamento, se tiró en el sofá pensando en lo guapo e interesante que era Gerard.
Entre tanto pensamiento se quedo dormido,y soñaba con su próximo encuentro con Gerard...

Se miraban fijamente a los ojos, tomados de las manos, acercandose lentamente, rosaban sus narices sintiéndo la respiración del otro embriagadolo, estaba a punto de besar sus labios rosas...
¡Estúpido celular!

Lo despertó de su mundo de ensueño un mensaje de su nueva ilusion que decia:

"Hey,enserio me dio gusto conocerte, buenas noches:)"

My Hopeless Romance© «Frerard»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora