Capítulo 5

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*Frank*

Sus labios son suaves,cálidos y tienen un ligero sabor a café y nicotina. Lo único que se con certeza es que ese beso me hizo sentir que tocaba el cielo, las nubes rosando la palma de mis manos delicadamente y bajaba lentamente a la tierra disfrutando del maravilloso panorama para mirar el mejor de todos: sus ojos.

— Frank, me gustas y supongo que yo también te gusto a ti, porque si no es así me sentire usado —hace un puchero muy tierno cruzando los brazos en su pecho.

— Si me gustas, es solo que estoy sorprendido tu sabes... por el beso— recuerdo el beso de hace segundos atras al hablar y juro que puedo sentir como mis mejillas se sonrojan con cada palabra.

— Me gustaría que fueramos a cenar hoy, claro si tu quieres, ¿que opinas?—su mirada es dulce y decidida.

— Me parece bien —digo rápidamente sintiendo un brillo sin igual en mis ojos.

"Soy tan fácil de convencer -.-"

— Perfecto,entonces ¿paso por ti a las 9 en tu casa?

— Mm claro, te doy mi dirección, apunta... —se ve muy atento de cada palabra que digo, cada movimiento, me pone nervioso tener su atención.

— listo, bueno no te distraigo más de tus obligaciones, nos vemos a las 9— me dice animado.

— Si,nos vemos —digo alegre viéndolo dar la vuelta sobre si mismo.

Estoy a punto de dar vuelta y regresar a hacer mi trabajo cuando veo que se regresa acercandose a mi nuevamente, me paralizo al sentir sus cálidos labios en mi mejilla transminitiendo su calor a mi rostro. Sonrie dulcemente y se aleja a paso lento de mi seduciendome con un ligero movimiento de cadera.

"Es tan irresistible"

Gracias a él y a sus majestuosos labios, el día pasa de lo más tranquilo y alegre sin importar que tenga que soportar a las desordenadas personas que rondan la librería. Definitivamente el conocer a Gerard a traído un gran cambio en mi vida, solo espero que sea permanente y para bien siempre. Ya empiezo a necesitarlo y ni siquiera tenemos una relación romántica aun. Me emociona el solo pensar como sería nuestra relación si llegamos a tener algo serio, no soy muy bueno con las relaciones ya que no eh tenido tantas, solo los típicos noviazgos fugaces de secundaria, sin ir demasiado lejos en cuanto a contacto físico. Me sorprende mi repentina confianza en mi mismo al hablar con él, siento como si solo el valiera el esfuerzo de verme bien, sonreir y ser amable, cuidar de mis palabras para no hacerlo sentir mal o simplemente hacer que se interese en mi. Siento que esta parte de mi no la conocía y no es tan mala, al contrario me esta agradando bastante. Me asegurare de agradecer a Gerard por traer al 'otro Frank' a flote, por hacerme ver que no todo en la vida es tan malo como parece, por darme la alegría que estuve buscando en lugares que ni siquiera conocía.

¿Por cuanto tiempo me perdí en mis pensamientos mientras trabajaba? De repente me doy cuenta de que estoy en la última hilera de estantes acomodando el último libro fuera de lugar, sorprendido reviso los demás estantes para confirmar que eh terminado de momento y así es. ¡Wow! ¿enserio me sumergi en mis propios pensamientos, en Gerard por tanto tiempo? Esto sólo significa algo: ya no tendré un día tan pesado de trabajo, solo debo acomodar los libros que las personas dejen en las mesas y es básicamente pan comido. Sólo espero que la librería esté así de calmada todos los días, de verdad se puede disfrutar la estadía aquí aunque este trabajando.

Siento como si una ligera brisa fresca me rodeara a donde sea que voy, tal vez es porque me encanta leer y estar rodeado por miles de libros de distintos tamaños y colores me provoca una paz inexplicable. Veo a las personas que viene aquí, algunas desinteresadas mirando cansados los estantes paseando su mirada por sobre los diferentes colores hasta encontrar algún color llamativo, toman el libro sin emociones en su rostro y lo vuelven a dejar en su lugar, así continúan por un largo rato hasta que se aburren y se van sin haber leído ni un solo libro. Otro tipo de persona, es aquella que muestra un interés impresionante en su rostro al entrar a la librería, recorre cada pasillo en busca de algo en específico o simplemente algo nuevo, su mirada refleja lo mucho que disfruta leer y cuando por fin se topa con algo de su agrado, una infantil sonrisa se forma en su rostro, toma desesperado el libro y lo abre posando su vista delicadamente en las primeras paginas como si con solo mirarlo se fuera a romper la hoja o las palabras se fueran a borrar.

A decir verdad me gusta observar, me gusta conocer a las personas sin siquiera hablar con ellas, analizando sus gestos y el tipo de libros que leen puedo saber un poco de ellos por más extraño parezca. Después de todo creo que este trabajo es el indicado para mi.

My Hopeless Romance© «Frerard»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora