—¿Donde estoy? —habla el joven en un susurro sintiendo su boca pastosa al instante que salen las palabras.
—En el hospital, tranquilo, llamare al doctor. —dice una enfermera castaña y sale con rapidez de la blanca habitación.
Todo en su mente esta confuso, una nube negra es lo único que ve a pesar de estar en una habitación blanca. No entiende como es que despertó ahí si según él no dormía. Escucha unos pasos apresurados por el corredor, la puerta se abre y un sujeto de bata blanca se acerca sorprendido pero sonriente.
—¡Vaya que es un milagro! Y pensar que estábamos perdiendo las esperanzas —exclama el doctor dirigiéndose a la enfermera detrás de el— soy el doctor Dier, ¿como te sientes?
—Confundido... ¿que me paso? —dice el paciente mientras el doctor examina sus signos vitales.
—Veras, tuviste un accidente muy grave que te causo algunos daños cerebrales y fractura de algunos huesos... —hace una pausa suspirando— hace 4 meses ocurrió ese accidente y desde entonces estuviste en coma.
Sin saber que decir, se queda mirando fijo a la pared de enfrente, su mente en total confusión.
—Te dejaré sólo un rato mientras procesas lo que te acabo de decir —prosigue el doctor— pero antes, unos oficiales de policía quieren hablar contigo... —sin decir mas sale de la habitación dejando al paciente aun más confundido que antes.
*
Los oficiales salen de la habitación dejando solo al joven paciente, justo cuando piensa que podrá estar solo con sus pensamientos aparece en él marco de la puerta un joven pelirrojo.
—¡Oh, Frankie! —dice sollozando, se acerca veloz al castaño y lo abraza.
—Ouch...—se queja pues su brazo fracturado aun no sana por completo.
—Oh, lo siento... No te imaginas lo feliz que estoy porque estas despierto mi amor —habla melancólico mirándolo a los ojos— fue un verdadero infierno no saber nada de ti.
—Gerard, disculpa que pregunte esto pero los oficiales no me quisieron decir... ¿Donde esta Bob? —pregunta curioso el castaño.
—Él falleció en el accidente, el impacto fue directo al frente del coche y su cabeza quedo aplastada por el enorme camión y el mismo coche que manejaba. Fue un milagro que pudieran sacarte de ahí... —suspira con pesadez, recordando ese día tan lamentable y a la vez confortante.
—Y tú... ¿Lo sabes? —pregunta Frank bajando la mirada.
—Frankie, no tienes porque sentirte culpable, lo que paso nadie lo esperaba ni siquiera tu y tenemos que olvidarlo porque lo importante es que estas bien —remarca nostálgico.
—Pero Bob, era tu amigo y él esta mu... —se detiene al pensar en lo tormentoso que fue estar encerrado.
—Si, perdí a un amigo, pero un amigo no traiciona de ese modo Frankie, él ya no podrá hacernos mas daño —acaricia con dulzura la mejilla de su novio— Ahora te dejare descanzar amor, los chicos están afuera y quieren verte, en especial Bert, nadie lo puede callar al maldito —hace un gesto de fastidio y sonríe irónicamente, le da un beso en la frente al castaño y se retira de la habitación.
De cierto modo, Frank siente una paz interior tan agradable que no recuerda haberla sentido en mucho tiempo, aunque él saber que Bob esta muerto le intriga un poco. ¿Deberia creer en el karma ahora? Tal vez solo fue justicia divina o el destino dándole una segunda oportunidad de ser feliz con Gerard. Le parece increíble que hayan pasado cuatro meses del accidente, él ni siquiera recuerda como ocurrió, lo ultimo que recuerda es a Bob entrando a la habitación donde lo tenia encerrado tratando de tocarlo. Es todo tan confuso en su mente, un dolor punzante en la parte izquierda de la cabeza le hace gemir de dolor y la maquina de a lado comienza a sonar como loca. Pronto un par de enfermeras están alegando algo sobre la maldita maquina ruidosa, Frank no puede escuchar con claridad, su mirada se nubla y el dolor es cada vez mas intenso y pronto todo se vuelve negro.
**
—¡Esta despertando!... Si... No... ¿Si? —exclama el chico de cabellera larga negra.
—Bert, solo callate por favor, nos van a sacar de aquí si no te comportas —dice fastidiado el cuñado de Frank.
Como si tuviera los párpados pegados con cinta adhesiva, Frank intenta abrir los ojos un par de veces antes de poder ver su alrededor con claridad. Una vez su vista se aclara, puede ver a Bert, Mikey, Patrick, Brendon, y Gerard parados al borde de la camilla. Y como no ver a Bert si en cuanto abrió bien los ojos, este casi se abalanza a él con una sonrisa un tanto siniestra en el rostro.
—Bert, alejare de él, lo asustas —refunfuña Mikey jalando del brazo al mencionado.
—Nunca me dejan hacer nada —remilga el pelinegro con un puchero infantil en el rostro.
—Hola chicos... —susurra el castaño con dificultad.
—Si no puedes hablar no te esfuerces, solo queríamos saber que estas bien —comenta Patrick con una sonrisa.
—Grac..ias —intenta vocalizar Frank obteniendo una mirada desaprobatoria de todos los presentes.
—Pero que necio eres, no hables o Gerard se tiñe de blanco el cabello —menciona Brendon divertido y todos ríen por su comentario, menos Gerard que lo mira con los ojos tan grandes que parecen salirse de sus cuencas.
Frank no tiene de otra mas que escuchar a sus amigos contarle todo lo ocurrido mientras estaba en coma: Brendon esta por lanzar su disco, Patrick tiene novia y planes de casarse, Pete y Mikey han estado muy juntitos aunque lo nieguen, y Ray estuvo a punto de cortarse el afro, aunque en realidad fue Bert quien se lo quería cortar tras un episodio de ansiedad por la noticia del accidente. A pesar de estar aun en el hospital, el tener a sus amigos pendientes de él le causa una inmensa felicidad y serenidad.
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My Hopeless Romance© «Frerard»
FanfictionCuando una casualidad llega a cambiar tu vida sin que te des cuenta hay que preocuparse y estar siempre atentos a cualquier pequeño error pues nunca se sabe cuanto otra casualidad nos pueda afectar. El amor es una de las casualidades más bellas que...