Capítulo 4

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*Frank*

No puedo creer que me emocione de este modo, parezco colegiala brincando por todos lados de felicidad. El modo tan amable en que se porto conmigo en la libreria es impresionante, pudo simplemente ignorarme pero no lo hizo. Gerard de verdad que es todo un galan, mira que tomarse la molestia de mandarme un mensaje de buenas noches habla muy bien de él.

"¡Me ama, me ama!" Grito y brinco por todos lados pero bastan unos pocos segundos para darme cuenta de que estoy exagerando. "Solo es un chico amable, es todo..." Aunque en realidad quisiera pensar que yo le gusto tanto como él a mi. En el primer momento que lo vi, sentí como la nube gris sobre mi le abría paso a una luz brillante que apuntaba a Gerard, haciendo que sus hermosos ojos verdes brillen radiantes.
Definitivamente ese fue un gran dia para mi y estoy seguro de que podré dormir perfectamente a partir de ahora. Igual que ese día que lo conocí, me quedé dormido instantáneamente, aunque tuve un sueño muy extraño...

*
Yo estaba sentado a mitad de la calle abandonada, la oscuridad comenzo a apoderarse de mi alrededor dejandome desorbitado buscando hacia donde ir, segundos después a lo lejos se podian ver dos resplandecientes luces verdes, poco a poco mientras daba pasos inseguros en dirección a aquellas luces fui notando que eran un par de ojos.No eran cualquier par de ojos, esa mirada me inspiraba terror y sentía que mis pies estaban enterrados en la tierra debajo mio, aquella mirada tenebrosa se acercaba a mi haciendo el camino encenderse con luz a su paso... y desperté . Agitado me levante tomando aire y recorde a Gerard supuse que era su mirada pero no entendía el porque me causaba terror... Intento volver a dormir dando vueltas en mi cama, irritado por no poder encontrar una posición cómoda, sin saber como mis ojos se pegan como si tuvieran pegamento haciéndome caer en un sueño profundo.

*8:00 am*

El estruendor de Misfits sonando me hace despertar, apago desganado la alarma de mi celular pero automáticamente sonrio al abrir los ojos, tal parece que amanecí de buen humor. Me levanto para meterme a bañar pues hoy es mi primer día de trabajo en el maravilloso lugar donde conocí a ese angel llamado Gerard. Al salir empapado del baño, me seco con la toalla las gotas de agua que resbalan de mi cabello a mi cuerpo y me pongo un pantalon azul marino y una camisa del mismo color ya que asi es el uniforme de trabajo. Me tomo una lata de Coca-Cola y como un pan con mantequilla, no acostumbro comer mucho por la mañana así que esto esta bien por ahora. Me lavo los dientes procurando dar una buena primera impresion y salgo de mi apartamento con dirección a la librería con una inusual sonrisa en el rostro, me asusta pensar en estar feliz por las mañanas, no es normal en mi.

Iniciando el turno de mi nuevo trabajo, me explican cordial y cuidadosamente mis obligaciones: acomodar los libros que esten fuera de su lugar, en las mesas u otro lado ya que algunas personas son muy desordenadas y dejan todo regado y se van. Empiezo a hacer mi trabajo tal y como me lo dijeron,despidiendome de mi jefe. Después de dos horas acomodando libros en estantes, dos manos suaves me tapan los ojos tomandome por sorpresa al principio por no escuchar ni una sola palabra.

— Am, no se quien seas pero si me disculpas debo seguir trabajando— Las manos se apartan de mis ojos dejandome ver ese rostro celestial.

— ¿Trabajas aqui? —pregunta Gerard sorprendido, luce muy bien con esa playera blanca sin mangas y ese pantalon negro pegado, hace mi imaginación volar.

— Hola... si, bueno es mi primer día aquí —digo sintiendo el sonrojo en mi rostro.

— Genial, así podre verte todos los días...—abre los ojos como si hubiera dicho algo que no debia.

— ¿Todos los días? —pregunto un poco divertido.

— Emm, si, bueno yo... me refería a que me gusta venir a leer aqui muy seguido así que nos estariamos viendo seguido —dice y se rasca la cabeza nervioso.

— Oh bueno, eso suena bien —Un poco de tension nerviosa se siente entre nosotros, ambos proyectamos un poco de incomodidad. ¡Ah! No puedo soportarlo más...

Me paro de puntitas para darle un pequeño y rápido pero dulce beso en los labios
No! Pero ¿Que demonios estaba pensando?" Él abre los ojos más grandes que antes, su semblante es serio, ¿se habrá molestado?

— Lo siento, no era... yo... soy un idiota... —Me mira comprensivo y sonrie sonrojandose para después tomarme torpemente de la cadera y pegarme rigidamente a él y decirme con sensualidad al oido:

— Me robaste mi idea pequeño, ahora debes afrontar las consecuencias...—sin darme tiempo de procesar sus palabras me regresa el beso de una manera brusca y apasionada, rosando sus labios con los mios con fuerza como si los quisiera arrancar.

Siento el leve toque de su lengua en mi labio inferior que me hace sentir un escalofrío recorrer todo mi sistema nervioso, se separa y me mira directo a los ojos, mostrando una sonrisa victoriosa. Fueron los 10 segundos más confusos, intensos, y asombrosos de mi vida.

My Hopeless Romance© «Frerard»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora