By: Tom.
Llegamos al departamento, y Bill seguía en silencio perdido en sus pensamientos, con la mirada en algún punto perdido en el piso, yo solo lo observaba ¡Que tipo tan extraño!
- Siéntate.- Le dije, ya estando en la sala, el sumiso obedeció y se sentó en uno de los sillones juntando sus manos.
- ¿No piensas decirme quienes eran por lo menos?.- Pregunto.
- Ya te dije que no, y deja de insistir.- Conteste, caminando rumbo a la nevera, tome una jarra de agua helada, y un vaso, le serví un poco y se lo lleve.
- Gracias.- Dijo, tomando el vaso.
-¿Ya te sientes mejor?.- Pregunté, mirandolo como tomaba del vaso
- Si.... Ya estoy bien.- Respondió, dejando el vaso sobre la mesa de cristal.
- Es mejor que te dees un baño, buscaré si tengo algo que te quede.- Dije, caminando en dirección a mi habitación.
- Bestia.- Me llamo con la voz ya más tranquila, yo me detuve en seco, y voltee a mirarlo.
- Dime.- Pregunté neutral.
-¿Por qué me ayudaste? Digo hace un par de horas casi me matas por confundirme con alguien más, y ahora estás haciendo esto, me gustaría entender el por que.
- Te la debo, tu me ayudaste anoche y te ise pasar un mal momento.
- Okey, digamos que con eso me conformo.- Dijo levantándose despacio.
- Ven.- Dije, tomando su mano para llevarlo a mi habitación, busque la ropa más chica que tenía y se la di.- Báñate y ponte esto, es lo mas pequeño que tengo, ya que yo no tengo cuerpo de señorita.- El rodo los ojos fastidiado por mis comentarios, pero solo me dedico una sonrisa.
- Gracias, al parecer no eres tan malo como aparentas.- Dijo
- No te confundas, no me gusta deverle favores a desconocidos.- Le giñe el ojo, y salí de la habitación para dejarlo a solas.
Después de treinta minutos el salió de mi habitación ya bañado y con la ropa que le había prestado, lo mire de arriba a abajo, definitivamente mi ropa le quedaba demasiado grande, suelo usar ropa dos tallas más grandes por mi comodidad ya que me hace más fácil el movimiento, diferencia de Bill que gusta usar esa ropa súper entallada.
- El pantalón me queda grande.- Se quejo haciendo un pequeño puchero.
- Te lo dije es lo más pequeño que tengo, no es mi culpa que seas tan flanco.-Respondi, y el frunció el ceño.
- Tampoco es mi culpa que tú seas un gorila.- Dijo con el ceño aún fruncido.
Solté una pequeña risa, me resulta tierno verlo molesto con mi ropa puesta.
- Es mejor que no te vayas todavía, quizás siguen por aquí.
- Okey, pero tengo hambre.- Dijo.
- No pienso cocinarte.- Dije caminando a mi habitación.
- ¿Puedo pedir comida entonces?.- Pregunto desde la cocina.
- ¡As lo que quieras, pero no pienso pagar nada!.- Grite desde mi habitación cerrando la puerta, necesitaba darme una ducha.
Luego de uno veinte minutos salí ya vestido, y Bill estába pagando una pizza familiar, para después serrar con la pierna.
- ¿Ya saliste?.- Pregunto caminando por la sala para dejar la pizza en la mesa de cristal.
- No, sigo en el baño, lo que ves ahora es producto de tu imaginación.- Dije lo obvio, el rodó los ojos, bufando.
- Ven, come conmigo.- Dijo sentándose en uno de los sillones.
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My Bad Boy (( TOLL/TWC))
RandomTom Kaulitz o como todo el mundo lo llamaba LA BESTIA era un adicto a la adrenalina, rebelde, un hombre que salió por su cuenta solo de las oscuras calles de Stuttgart, mujeriego con bastantes mujeres a su alrededor, y bastante agresivo, no cree en...