Seungcheol detuvo la motocicleta en el interior del cuartel general del Gremio.
Se quitó el casco y lo colgó en la parte derecha del manillar.
—Llevas una vida de lo más interesante, Wonsoung.
El frotó la mejilla contra la trenza que caía sobre la espalda masculina,
demasiado contento con él para decirle que dejara de usar ese estúpido nombre. No era su nombre (vale, tal vez lo fuera en su certificado de nacimiento), y además hacía
que pareciera un centenar de años mayor. Según Seungcheol, estaba borracho la noche que le confesó su nombre secreto. En opinión de Wonwoo, era mucho más probable que él hubiera pirateado alguna base de datos y hubiera robado la información.Él estiró el brazo hacia atrás y le dio unas palmaditas en el muslo.
—¿Voy a tener suerte esta noche?
—Ya te gustaría. —Con una sonrisa, le apartó la mano de un golpe y se bajó de la moto.
El increíble rostro de su amigo mostraba una sonrisa de oreja a oreja.
—Merecía la pena intentarlo.
Un color de piel cremoso y un cabello marrón, sus ojos verdes de algún antepasado irlandés, era lo bastante guapo para recrearse con cada poro de su cuerpo
Era casi una lástima que solo fueran amigos. Casi.
—La noche que me acueste contigo, te aseguro que llorarás como un bebé.
Seungcheol abrió los ojos de par en par mientras bajaba la cremallera de su chaqueta de cuero.
—Sé que te van los cuchillos... pero ¿también en la cama? ¿No es llevar las cosas un poco lejos?
Wonwoo se inclinó hacia delante y le puso las manos sobre los hombros.
—En el mismo instante en que nos acostáramos, dejaríamos de ser amigos. Yllorarías —Era un alivio hacer algo tan normal como bromear con Seungcheol.
Él le rodeó la cintura con un brazo.
—No sabes lo que te pierdes.
—Sobreviviré. —Sabía muy bien que en realidad él no deseaba fastidiar su
amistad. Y en el momento en el que el sexo se metiera por medio, eso sería justo lo que ocurriría. A Seungcheol no se le daba muy bien la intimidad. Puede que no se hubiera acostado con él, pero lo conocía muchísimo mejor que su novio—. Y da gracias que no vaya a decirle a Jihoon que me estás tirando los tejos.Una sombra atravesó el rostro de su compañero.
—Me ha dejado.
—Mira, eso sí que es una novedad. Por lo general eres tú quien corta y sale pitando.
—Dijo que yo tenía problemas con los compromisos. —Estrechó la cintura de Wonwoo para resaltar sus palabrasl—. ¿De dónde coño ha sacado algo así?
—Oye, Seungcheol... —Le dio unas palmaditas en la mejilla—... tu relación más larga, sin tener en cuenta la que mantienes conmigo o con Jeonghan, ha sido la de Jihoon, y ¿cuánto ha durado? ¿Ocho semanas?
Seungcheol frunció el ceño.
—¿Quién cojones necesita los compromisos? Lo pasamos bien. Da igual, encontraré a alguien con quien darme un revolcón. Los donceles se me tiran al cuello en cuanto entro en un bar.
A pesar de sus propios problemas (un trabajo que significaba una muerte segura, un vampiro calenturiento y un arcángel super poderoso), Wonwoo notó que su atención se centraba en otras cosas.