Capitulo 13

39 6 0
                                    

—¿Cómo lo perdiste? —Mingyu miró impasible a Dmitri. 

—Me abrió el cuello. El arcángel se fijó en la camisa limpia del jefe de seguridad y en su cabello húmedo. 

—Debió de ocurrir poco después de que se marchara, ya que parece que te hadado tiempo a asearte. 

—Sí. No quiso que lo acompañara a casa. 

—¿Provocaste el ataque? —preguntó en tono calmo. La respuesta no le importabaen lo más mínimo, salvo como una prueba de la lealtad de Dmitri. 

—Quería saborearlo. 

Mingyu atacó sin previo aviso y mandó a Dmitri al suelo con la mandíbula rota. 

—Te dije que estaba fuera de tu alcance. ¿Acaso desafías mi autoridad? El vampiro se puso en pie y aguardó a que su mandíbula sanara lo bastante para poder hablar. 

—Os peleasteis. 

—Sí, pero no rescindí la orden. 

Dmitri inclinó la cabeza. 

—Mis disculpas, sire. No me di cuenta de que su sangre te pertenecía. —Sus ojos estaban cargados de decepción, pero no había ni una pizca de rebeldía en ellos—. Me sorprende que solo me hayas roto la mandíbula.

Con la asombrosa claridad que proporcionaba el estado Silente absoluto, Mingyu supo con certeza que Dmitri era sincero. 

—Te necesito en buenas condiciones. Tenemos trabajo que hacer. 

—Puedo rastrearlo. 

Ese era un secreto que ningún mortal conocía. Los vampiros como Dmitri,aquellos que habían adquirido la habilidad de hechizar a los cazadores con suseductivo aroma, también podían intercambiar el papel con sus enemigos enocasiones. 

—Eso no será necesario. —Aquella era su búsqueda... Sabía adónde había ido Wonwoo. Y si se equivocaba, sabía a quién debía preguntar. Le responderían. 

—¿Qué quieres que haga? —inquirió Dmitri, con una voz ya casi normal. Era lobastante viejo para que la mayoría de las heridas (sobre todo aquellas que noimplicaban una gran pérdida de sangre) sanaran con relativa rapidez. 

—Consígueme la dirección del director del Gremio, y también la de Choi Seungcheol.


...



Wonwoo formó la palabra «esconder» y luego esperó mientras Hansol pensaba. 

—No tardes un siglo. 

—Paciencia. —Estaba sentado completamente inmóvil, pero no era un acto deautodisciplina. Hnasol había perdido toda la sensibilidad por debajo de los hombros enun accidente que había sufrido en su infancia. De no haber sucedido habría sido uncazador nato. Con todo, aparte de sus considerables obligaciones como encargado delos Sótanos, también era los ojos y los oídos del Gremio en un mundo conectado. Susilla de ruedas de tecnología punta había sido dotada con dispositivos inalámbricos,así que Hansol conocía a menudo lo que se decía del Gremio casi antes de que las palabrassalieran de los labios. 

En esos momentos murmuró algo por lo bajo junto al panel del ordenador, y lasletras se dieron la vuelta para formar la palabra «casa». 

—¿Y ahora qué, Wonu? —Era evidente que no se refería al juego. 

El se dio unos golpecitos con los dedos en el muslo. 

—Necesito hablar con Jeonghan. 

—Estás en régimen de aislamiento. 

Arcángel Oscuro - Meanie [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora