No es de mi clase

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—¡Carajo! Es ella, Alan.

—Y por lo visto no hay nadie que la detenga.

—Vamos, recibela tú. Me esconderé aquí —señala detras de un locker.

—Esto es ridículo...

—Más ridículo sería que descubriera quién soy...

—Bien, bien.

Alan abre la puerta y recibe a Katherine, la cara de ella es de pocos amigos. Ella exige ver al jefe, pero Alan niega que esté. Entonces Katherine le menciona sobre sus peticiones para aceptar y que estas no se estan respetando, no permitirá que le quiten voz en la historia que ella misma creó, aún así si se enfrenta a demandas, o al mismo CEO inexistente. Alan trata de tranquilizar el ambiente diciéndole que él mismo hablará con su jefe y le hará ver su inconformidad. Katherine se queda más tranquila por lo dicho de Alan, no sin antes decirle una última cosa.

—Nadie se mete con mi historia, ¿entendido Alan?

—Sí, sí, entendido, no te preocupes yo hablaré con él. —Alan tensa una sonrisa y cuando al fin ella se va suelta todo el aire retenido.

Karl sale de su escondite.

—Vaya, tiene su carácter. Nunca pensé que se molestaría tanto por mi decisión.

—Pues ya sabes que sí, así que más te vale retractarte de tu decisión o ella volverá aquí y pasará lo inevitable.

—Entiendo. Informa a los guionistas que ya no tienen mi apoyo.

Alan frunce el ceño molesto.

—Solo los apoyaste porque ella te cae mal ¿Cierto? Eres un cretino.

—Eso era antes...

—Creo que es mejor que aclares las cosas, o temo que se puedan complicar después.

—No es necesario, no volveré a encontrármela, ni de por casualidad.

—¿En serio? Porque creo que tú y ella se mirarían excelente en el altar.

Karl se encamina a servirse un trago.

—Sabes que no me mezclo con personas fuera de mi círculo social. No es de mi clase.

—Yo soy tu amigo y no soy de tu círculo y tampoco de tu clase.

—Es diferente.

—Por lo visto seguirás por el mismo horizonte.

****************

Ha pasado un mes desde la noche que se causó la confusión del caballero de compañia. Karl ha seguido en busqueda de su prometida, pero siempre lo acaban decepcionando, a veces se pregunta el por qué ninguna lo hace sentir como Katherine, un humano. Detesta que solo lo miren como el millonario y guapo CEO, que lo idealicen demasiado, se dice que no es extraordinario para ser tratado como un Dios, que solo es un humano como cualquier otro, quisiera ser tratado como un simple mortal, sin restricciones, que sean ellos mismos. Más que nada que lo miren como Katherine, sin interes.

La mayoria con las mujeres que sale a pesar de que ya son ricas, siempre quieren más dinero, más poder. «Entre más tienes, más quieres», se dice Karl. Pues con él ven que pueden escalar más en la sociedad. Por esto se desviven en hacer cualquier cosa por él, pero claro, después revelan sus verdaderas intenciones. Sin embargo, él decide y claramente no las quiere a su lado.

Él ya está harto, ha tirado la toalla. Se da por vencido «Definitivamente moriré soltero», se dice a sí mismo.

Por su parte Katherine se ha seguido concentrando en escribir su libro, sin embargo, siente que le falta revivir algunas emociones. Para esto ha llamado a su caballero de compañía un par de veces, pero nunca ha habido respuesta. Piensa que debió haber renunciado o algo así. Ella podría contratar a otro caballero, pero no, ella solo quiere al caballero de compañía que se presentó aquella noche. Siente que no habrá otro como él.

DE CEO A PROSTITUTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora