Más vergüenza, por Katherine

9.1K 644 35
                                    

Katherine

Llego al foro, llevo unos lentes de mosca que me cubren la mayoría del rostro, no quiero que nadie mire la vergüenza que me carcome. Tengo una semana ocultandome así.

Cielos, yo evitando a las personas y Dailing justamente me tiene que interceptar, ya estaba a punto de entrar a mi oficina.

Cierro los ojos con pesadez.

—¿Qué pasa Dailing?

Ella está a punto de responderme cuando de repente me entra una llamada, respondo. Es la cuidadora de Peiton que lo saca a pasear, me informa que ha tenido que traerlo a mi trabajo antes de la hora acordada, ya que le surgió un problema. Demonios, tendré que irme.

De inmediato salgo a la entrada de la empresa, Dailing me sigue por detrás. Bueno está mujer que me tiene que decirme con tanta urgencia que tiene que estarme persiguiendo.

Al fin llego, miro a la cuidadora pero no a Peiton.

—¿Y Peiton? —es lo primero que pregunto.

La cuidadora palidece, su cara es de angustia.

—En cuánto entré empezó a descontrolarse y a morderme de los pantalones, tanto que terminé soltandolo. Se echó a correr y ya no pude alcanzarlo. Sólo sé que está dentro del edificio.

Respiro profundo.

—Está bien. No te preocupes, yo lo buscaré. Gracias...

No puedo molestarme, sé que ese perro es dinamita. La cuidadora apenada se marcha, y yo me dispongo a buscar a Peiton, Dailing se ofrece a ayudarme. ¿En dónde lo encontraremos? Las instalaciones son enormes. Lo único que se me ocurre es pedir ayuda a los de seguridad, y tan pronto cómo les pido ayuda de inmediato informan a los demás. Es extraño que pusieran tanta disposición, cómo si yo fuera su jefa.

Solo espero que no confundan a Peiton con un perro actor, porque los hay.

Llevamos una hora buscándolo, es casi imposible encontrarlo. Solo falta buscarlo arriba en las oficinas.

—Haber, pensemos cómo perro. Si fuera perro buscaría basura o porquerías o a mi dueño... Pero definitivamente tu estás aquí así que a ti no te está buscando —dice Dailing.

Y justamente se me prende el foco. Pasa un gran destello de luz por mi rostro.

—Exacto, buscando a su dueño. Eres una genio. Ya sé dónde está.

—¿En dónde? —pregunta exclamada.

—Con su papá...

...

Karl hace un recorrido por la empresa junto a unos importantes empresarios que visitan su empresa para muy posiblemente hacer negocios. Alan cómo su principal mano derecha vá junto con él, y desgraciadamente también Brianna, su padre es uno de los empresarios que quieren hacer negocios con Karl. Una maravillosa forma que encontró para estar cerca de él.

Brianna se le pega a Karl cómo si fuera su novia. Por casualidad, por una amiga que tiene, que era ejecutiva de está empresa se enteró de los amoríos de Karl con Katherine, con esa escritora que aborrece. Le dio cólera.

No iba a permitir que él este con alguien más que no sea ella. Ya no. Él tiene que entender que la mujer correcta para él, es ella.

Karl está distraído explicando la estrategia de difusión que le daría su empresa a los productos que distribuyen ellos. Cuándo de repente una gran bola de pelos le salta encima arrojandolo al piso. Le lame completamente la cara.

DE CEO A PROSTITUTODonde viven las historias. Descúbrelo ahora