La Marca.

Pequeño Paraíso Cercano.

¡Feliz Navidad! Paso a desearles una feliz Navidad, que todos sus deseos se cumplan y un fuerte abrazo para cada personita linda que dedica un poco de su tiempo a leer mis historias ♥️🎄😍

Taylor terminó de cerrar los ojos y prontamente se quedó dormida, por su parte Karlie acarició suavemente el rostro de la chica, para al final levantarse e irse de ahí, cuando la rubia despertó era tarde y estaba sola, por un momento pensó que había sido un sueño, de no ser por el dolor de algunas partes de su cuerpo, y obvio en su vagina por el invasor que estuvo torturándola placenteramente, se levantó para dirigirse a la ducha y tomar otro baño rápido para ir a trabajar.

— Buenos días, directora – Escuchó.
— Hola, buenos días – Sonrió.

Taylor saludaba a su paso respondiendo los saludos que recibía, llegó hasta el ascensor, extrañamente se sentía tranquila y relajada, pronto llegó al piso donde trabajaba Karlie y las puertas se abrieron, internamente quería que fuera ella, la vería antes de trabajar, pero no era ella, era una de las chicas que trabajaba ahí.

— Hola directora – Saludó amable.
— Hola, buenos días – Respondió.
— Debe ser mi día de suerte – Sonrió.
— ¿Ah sí? – La observó.
— Claro – Sonrió más – ¿Cuántas veces te topas a la directora en el ascensor?
— Ammhh, lo uso diario – Se extrañó.
— Lo sé – Asintió – Pero pocas veces se topa con el equipo de sistemas ¿o no?
— Bueno, sí, pero no es como si yo quisiera evitarlas.
— Realmente Karlie es una traidora – Gruñó.
— ¿Perdón? – Se sonrojó al escuchar el nombre y traidora juntas.
— No dijo nada acerca de que eres demasiado linda – Sonrió – Y que hueles muy bien – Sonrió más.
— ¿Gr-gracias? – Preguntó más que otra cosa.
— Vamos directora ¿puedo invitarte a salir? No sé, comer, cenar, una copa, algo.
— No creo que sea correcto – Trato de no ponerse nerviosa.
— ¿Por qué?
— Porque es algo que dice el código de la empresa, un contrato que firmamos todos al entrar.
— Oh, es verdad – Soltó – Eso no implica que haya quienes salen con otros aquí mismo – Se encogió de hombros.
— ¿Usted sale con alguien?
— Vamos directora, si lo hiciera no lo diría ¿no? – Sonrió.
— Bueno si ¿y Karlie? – La observó.
— ¿Karlie? – Sonrió más.
— Bueno yo solo... Es que la señorita Kloss me ha ayudado mucho, y solo quise saber.
— Ya, supongo que Karlie debe ser intrigante, ya sabe por su lado Alfa, muchos andan tras ella, es una pena que ella solo esté enfrascada en su trabajo, hasta ahora no le conozco parejas, solo de paso, es decir duerme con alguien y ya, sin compromisos, aunque desde hace tiempo creo que no tiene a nadie.
— Ya veo.
— Pero eso no le quita que la busquen, recién hay una chica que la busca mucho, está tan obsesionada con Karlie y es tan descarada que nos cae mal – Suspiró – Y hay otra chica, es tan tímida y linda que está enamorada de Karlie desde hace tiempo, cree que nadie lo sabe – Rio – Pero lo notamos, excepto Karlie, claro.
— Muy bien, mientras respeten el código no importa.
— ¿Entonces es un no? – La observó.
— ¿A qué?
— Ya te dije, a salir – Sonrió.
— Señorita, ya le dije que yo no...

La puerta se abrió de nuevo dando paso a una Karlie, aquella chica sonrió al ver a su jefa directa y Taylor, ella se puso un poco nerviosa y se sonrojó mucho, bajó la mirada tratando de no ser descubierta por lo nerviosa, la chica como de costumbre iba en un traje, era negro y ajustado a su figura, blusa blanca y corbata.

— Buenos días – Saludó.
— Hola Karlie – Sonrió.
— Bu-buenos días señorita Kloss.
— Es un gusto verla directora.
— Gracias.
— Tengo una suerte horrible – Gruñó la chica.
— ¿Ah sí? – Alzó la ceja Karlie y Taylor recordó que fue lo que le respondió ella.
— Vamos, intentaba conseguir una cita con la directora.
— ¿Tuviste un avance significativo, Cara? – La observó tranquila.
— Esperaba una respuesta – Suspiró.