Visita Inesperada.

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Las chicas se besaron hasta que se cansaron, después Karlie se sentó frente a ella y le comenzó a ayudar con el trabajo, los siguientes días fueron igual y llegó la noche de la cena.

— ¿Entonces no se quedará? – Preguntó Emily.
— Estaré un rato – Admitió – Pero me siento muy cansada, he tenido mucho trabajo.
— Tiene razón – Asintió.
— ¿Así que te irás? – Escuchó tras ella.
— Así es, me siento agotada.
— Es raro que no haya venido Kloss ¿no? – Rio Calvin.
— Nunca viene a las fiestas ¿Así que por que te extraña?
— Nunca la han invitado.
— ¿Cómo lo sabes? – Lo observó.
— Lo escuché por ahí – Sonrió.
— Ya veo, pero tengo que irme aprovecharé para dormir.
— ¿Con ella? ¿En su cama? ¿O en la tuya? – Sonrió.
— Creo que no debe importarte con quien duermo o con quien no – Gruñó.
— No seas maleducado, Calvin – Escuchó a su padre.
— Lo lamento – Se disculpó.
— Solo me retiro porque en vista que no te has presentado en días, semanas a la empresa el trabajo se me ha juntado mucho y salgo muy tarde si es que puedo dormir porque tengo que sacar mi trabajo y el tuyo – Gruñó molesta.
— ¿Eso es cierto Calvin? – Lo observó su padre.
— ¡Dijiste que estabas trabajando en la empresa en New York! – Gruñó Sophie.
— ¿Qué más da? La empresa va bien ¿no?
— Sí, pero el trabajo se me ha juntado mucho por estarte esperando, solo dime si seguirás yendo o no para así mismo asignar a alguien más a apoyarme.
— ¿A quién? – La observó – ¿A Kloss? – Gruñó molesto.
— Lo creas o no, me ha estado apoyando en estos días, aun cuando no es su trabajo y lo ha hecho muy bien, antes de que te atrevas a criticarla o algo – Gruñó.
— Bien – Gruñó molesto para irse.
— Calvin – Lo siguió Sophie.

Taylor respiró profundamente tratando de calmarse, se giró levemente antes de toparse con David que la veía amablemente y algo emocionado, el hombre le tomó la mano y le dio un leve apretón.

— ¿En verdad Karlie te ha ayudado?
— Lo lamento, es que he tenido demasiado trabajo y ella es demasiado dulce y me brindo su ayuda sin esperar nada a cambio.
— No estoy enojado – Le sonrió – Solo estoy feliz ¿puedo hacerte una pregunta personal? – La observó.
— Adelante, pero no estoy segura de sí la responderé.
— Bien – Asintió – ¿Qué tan cercanas son Karlie y tú?
— Ella... Bueno yo... Ella me ayudó hace poco con un incidente que tuve y hemos platicado mucho – Admitió – Creo que soy la única cercana a ella además de Harry.
— Entonces bastante para que conozcas a Harry – Sonrió – No sé si sepas, pero ella es mi sobrina, así que Calvin y Sophie son sus familiares.
— Lo sé – Admitió apenada – Sé que la madre de Karlie y de Calvin eran hermanas.
— Así es – Asintió – Perdimos a Pamela cuando Sophie era una niña, tenía cinco y Calvin tenía nueve – Suspiró – Y después ocurrió lo de Tracy y Kurt – Suspiró.
— Lo bueno es que Karlie tuvo a su abuelo y a Harry – Le sonrió – No se quedó sola.
— Eso fue porque...
— Es hora papá – Interrumpió Sophie.
— Bien.
— Yo me despido señor Harris, la verdad estoy cansada y prefiero descansar.
— Entiendo – Le sonrió – Gracias por todo – Le tomó la mano antes de que se fuera – No dejes sola a Karlie, por favor – Le dijo al oído.
— No lo haré – Le sonrió.
— Gracias.

Taylor estaba algo confundida, tanto Calvin como Sophie parecían odiar a Karlie, pero aquel hombre parecía que quisiera recuperar algo con ella, pero la castaña se negaba, suspiró y negó sacudiendo un poco sus pensamientos, llamó un taxi para que la llevara a casa donde esa castaña la esperaba, suspiró subiendo al taxi para darle la dirección, al entrar observó las luces apagadas, sin embargo estaba el árbol de navidad con sus luces encendidas, amaba esa época del año, sonrió y vio más allá un camino con pétalos y pequeñas velas, caminó por el hasta entrar al comedor donde una castaña la esperaba con una botella en mano, como de costumbre iba bastante arreglada y eso la hizo sonreír de verdad era tan feliz de solo verla o imaginar que la vería o estaba esperándola en casa.

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