Año Nuevo En Familia.

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¡Feliz cumpleaños @KaylorIsForever! Mis mejores deseos para ti siempre, muchísimas gracias por todos tus comentarios, agradezco a todos por sus favoritos, me gustan y comentarios, sin duda me animan a seguir, pero los comentarios animan muchísimo más.

Karlie le explico donde estaban las cosas y Andrea se dedicó a hacer todo para las galletas, mientras que la castaña terminaba de partir leña, por su parte Scott, Harry y Austin partían también leña para el asador donde harían la carne, cuando la rubia despertó era algo tarde, se sonrojó al darse cuenta que estaba completamente cansada, tomó una ducha rápida para bajar, se topó con que estaba casi todo listo.

— Lo siento – Se sonrojó viéndolos a todos preparando todo para comer.
— No te preocupes cariño, sabemos que has estado trabajando mucho, así que mereces descansar – Le sonrió su madre.

Taylor sentía el ambiente inundado, no sabía si eran las feromonas de Karlie o realmente era galletas hechas por su mamá, pero ¿podría haberlas hecho ahí? Se encogió de hombros y entró al pequeño comedor, todos comían mientras charlaban de nada en particular, parecía que al final de cuentas sus padres habían congeniado con Karlie y sonrió.

— Es una sorpresa para ti – Expresó Andrea.
— ¿Qué es? – La observó.

Depositó un plato con unas seis galletas frente a ella, la sonrisa brillo en los labios de la rubia y tomó una rápidamente como si fueran a desaparecer, su mirada rápidamente buscó a Karlie que le sonrió.

— ¡Gracias mamá! – Expresó antes de morderla.
— Espero que te gusten.
— Oh Dios – Exclamó deleitada – Son cual recuerdo, hacía tanto que no probaba unas.
— Claro por qué llegabas a penas a último momento y ya no había – Le sonrió – Pero hoy me pidió Karlie que te las hiciera, así que ahí las tienes.
— Están deliciosas – Tomó otra.

La plática siguió, entre casi todos, aunque Karlie era menos tosca seguía limitándose a no ser tan platicadora o abierta en la charla, contestaba cuando le preguntaban o hacía alguna observación y nada más, ya era tarde, eran casi las diez de la noche.

— Encenderé el asador – Se levantó.
— ¿Quieres ayuda? – Preguntó Harry.
— Estoy bien – Negó.

Salió para comenzar a poner el asador, lo limpió cuando estuvo encendido y entró por la carne que habían marinado y preparado antes para solo ponerla en el asador, observó las estrellas, se veían tan hermosas en aquel lugar, su mente era un remolino en ese momento, pensaba tantas cosas e imaginaba otras tantas, saltó cuando sintió una mano en su espalda.

— Lo siento, no quería asustarte – Soltó Taylor.
— No te preocupes, fue mi culpa por bajar la guardia.
— ¿En qué piensas? – Sonrió amable.

¿Desde cuándo Taylor la conocía tanto? Suspiró para negar, no estaba segura de querer compartir esos pensamientos con ella aún.

— Tengo una sorpresa para ti – Exclamó Karlie.
— ¿Otra? – Sonrió.
— No, está es la primera.

Le tomó la mano para llevarla hasta el pórtico, tomó un control remoto y pulsó un botón haciendo que varios árboles encendieran las luces como si fuese un árbol de navidad, la rubia la abrazó emocionada.

— Sé que tal vez no es la granja en la que creciste, ni estamos rodeados de árboles de navidad, pero quería que tuvieras una especial – Expresó Karlie.
— Esto es lo más increíble que nadie ha hecho por mí – Aceptó Taylor.
— Me da gusto.
— ¿Quieres ayuda?
— Estoy bien – Negó.
— ¿Puedo quedarme contigo?
— Siempre – Le sonrió.

Tras un rato, salieron los demás llevaban las cosas que utilizarían, estaban en el comedor que daba al patio, era la primer Navidad que la pasaba con tanta gente, cuando era niña la pasaba con su abuelo y los sirvientes que ahora estaban en poder de David, si es que alguno seguía ahí o no los había corrido, después solo la pasaba con Harry y cuando ella se independizó dejo de asistir a las Navidades que hacía él con sus amigos o parejas, y ahora estaba ahí con toda la familia de Taylor y Harry, por un lado se sentía feliz, pero por otro lado se sentía incomoda, empezaron a asar carne y todo tenía un delicioso aroma, cenaron entre risas y platicas, asaron bombones en el asador y chimenea, hicieron juegos de mesa y demás, Taylor estaba siempre cerca de ella, la abrazaba y la felicitaba cuando ganaba o hacía algo genial, se sonrojaba y veía al piso, lo que le parecía adorable a la rubia.

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