¿Eso Somos?

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Se sentó a desayunar junto a Karlie, ambas charlaban animadamente, al terminar Karlie lavó los trastos rápidamente y salieron hacía el apartamento de la rubia, entraron ambas y la castaña la espero pacientemente, llegaron al estacionamiento, ambas caminaron al elevador y presionaron el botón, antes de entrar Karlie le dio un ligero beso para sonreír ambas, más autos entraron al estacionamiento y pasos se escucharon, así que la castaña empujo a Taylor y presionó su piso, lo que ganó una sonrisa de la rubia, ella esperaría el siguiente, y así lo hizo, se juntaron como tres personas con ella a esperar el ascensor.

— ¿Y cómo estuvo el día? – Escuchó que se preguntaron.
— Bien, tranquilo – Rio el otro – Ya sabes, no me fue como a ciertos Alfas que pueden tener a todas las chicas para ellos, nosotros respetamos a las mujeres y procuramos ser files a una – Rio.
— Me pregunto si tendrán alguna enfermedad – Comentó el otro.

Karlie los escuchaba, pero aun así decidió ignorarlos, además Taylor prácticamente se le había declarado y ahora era su "amante" así que nada podía hacerla poner de malas, además ellos bajaron primero así que se tranquilizó, entró a su oficina para ponerse a trabajar.

Los siguientes días, ellas se seguían viendo no era como para tener sexo, pero al final de cuentas casi siempre terminaban haciéndolo, Taylor llevaba una pequeña maleta para cambiarse antes de ir a trabajar y poco a poco fue dejando ropa en el apartamento de Karlie, a veces iban al de Taylor, pero lo cierto es que el de la castaña estaba más cerca y por eso llegaban ahí.

— ¿Tienes planes para el fin de semana? – Preguntó Karlie.
— No, no que yo recuerde – Sonrió.
— ¿Te gustaría ir a la cabaña?
— ¡Sí! ¡Por supuesto! – Sonrió.
— Entonces vamos a tu apartamento por más ropa y de ahí partimos por la mañana ¿te parece?
— Claro – Asintió.
— Perfecto – Sonrió.

Cuando la jornada laboral terminó, ellas como de costumbre habían sido las últimas, así que subieron al auto de Karlie para dirigirse hacia el apartamento de Taylor.

— ¿Qué planes tienes? – Sonrió Taylor.
— ¿Yo?
— Sí, ya sabes – Sonrió – ¿Acaso planeas que vaya desnuda todo el día en tu pequeño paraíso?
— Me encantaría, pero el frío es cada vez mayor.
— Entonces con unas calcetas para el frío bastara ¿no lo crees? – Sonrió.
— No me provoques – Rio – O no llegaremos a la cabaña.
— ¡¿Qué?! ¡NO! Yo quiero ir – Hizo puchero.
— Entonces pórtate bien y sé niña buena.
— Lo soy, lo soy – Reía.

No cabía duda que el tener lo que fuera que tuvieran, le hacía tan bien a Karlie, se veía más relajada, más cómoda, más sociable con su equipo, aunque no con todos, lo mantenían en secreto y como eran de las primeras en llegar, y aunque a veces coincidían en algún lugar se saludaban cordialmente y sin tanta efusividad, como si solo se vieran de vez en cuando y no quisieran verse, y al irse eran las últimas.

— ¿Crees que Adam se enoje? – Soltó Karlie.
— ¿Enojarse por qué?
— Porque le quité a la novia – Se encogió de hombros – Además a ti te gustaba él desde el inicio ¿no?
— Bueno sí, pero es tu culpa por ser tan linda conmigo y hacerlo tan bien – Sonrió.
— Tomaré eso como que él no lo hace rico – Rio.

Taylor no dijo nada solo sonrió al escuchar la risa de Karlie, sin duda estaba calando dentro de su piel, de sus huesos eso que sentía por la castaña ¿cómo podían pensar que eso era causado solo por las feromonas? Ella estaba segura que no era así, pero todos decían que era causado por las feromonas, incluido Harry, que es un experto, así que no estaba segura de que debía creer, por ahora solo disfrutaría de lo que había entre ellas dos, era muy lindo.

— ¿Quieres desayunar algo? ¿O llegando allá? – Indagó Karlie.
— Allá – Le sonrió – Quiero que hagas un desayuno como los que haces – Suspiró – Muy deliciosos.
— Entendido – Asintió.

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