La Marca.

Navidad Con Los Swift.

Taylor la soltó suavemente para después ir a ver a su familia, por lo regular cuando iban a casa sus padres se quedaban en la habitación de invitados y Austin en el sofá, así que habían pasado al comedor y habían dispuesto de lo que había hecho para Karlie.

— ¿Todo bien? – Preguntó su madre.
— Eso era para... Olvídenlo, ahora hago más – Suspiró – ¿Por qué no me avisaron que venían? – La observó.
— Bueno, queríamos darte una sorpresa, pero la sorpresa nos la llevamos nosotros – Gruñó su padre.
— Tendremos que avisar antes de venir, no sea que la próxima las encontremos en el acto – Dijo Austin divertido y Taylor se sonrojó.
— ¡Austin! – Lo reprendió su mamá.
— Eso sería si tuviesen llave de mi apartamento, pero no es así – Gruñó Taylor.
— Escucha cariño – Soltó su papá – Quiero disculparme contigo por lo de hace rato.
— Te lo agradezco papá, pero no solo es conmigo, si Karlie y yo solo tenemos una relación libre donde solo tenemos sexo o si salimos en algo más formal es decisión nuestra – Expresó sonrojada.
— Lo sé – Soltó suave.
— ¡¿En serio?! – Expresó sorprendida – Creí que sería más difícil – Soltó.
— Solo tengo que hacerme a la idea que creciste – Suspiró.
— Gracias papá – Sonrió.
— Pero ¿Por qué una mujer, Taylor? – Exclamó su padre – Jamás dijiste que te interesaran las mujeres, incluso hace poco dijiste que estabas interesada en cierto chico ¿cómo se llama? ¿Darwin? ¿Marvin?
— Calvin – Soltó su madre.
— Papá...

Escucharon la puerta cerrarse y Taylor suspiró, todo indicaba que había escuchado la conversación, no había nada que le molestara más que dijeran que ella estaba interesada en Calvin o sentía algo por él.

— Y yo que iba a disculparme con ella – Suspiró.
— Papá, por favor entiende que ella y yo somos... Ni si quiera sé que somos – Admitió.
— Estás enamorada ¿cierto? – Exclamó su madre.
— Eso creo, pero no estoy segura – Frotó su marca.
— ¿Qué quiere decir eso? – Le tomó la pierna.
— Es una historia larga y complicada – Admitió – Fue hace algunos meses, en una celebración de la oficina, todo estaba bien, todo iba bien o al menos eso creí, hasta que desperté al día siguiente – Volvió a frotar su cuello – Desperté con esta marca – Les mostró – Me sentía un poco cansada, como si fuera a enfermarme, pero aun así decidí ir a laborar, pero todo empeoró cuando conocí a Karlie.
— ¿Por qué? – Preguntó su padre.
— Todo en mí se agitó salvajemente, sentí como si presionaran mi corazón desde dentro y una fiebre comenzó.
— ¿Por esa marca? – Preguntó Austin.
— Algún Alfa pensó que sería divertido o no lo sé, sencillamente digamos que ahora me han vuelto una Omega – Soltó.
— ¡¿Qué?! – Gritaron todos.
— Fui marcada por un Alfa, para ser precisa un Alfa descendiente de los primeros – Suspiró – Entonces cuando la marca se activa, digamos que me fuerza a entrar en celo – Se avergonzó.
— ¿Así que la activó Karlie? – Preguntó Andrea.
— Digamos que algo así – Asintió – Así que solo podía ser ayudada por un Alfa que descienda de los principales también – Se sonrojó.
— Así que Karlie es una Alfa – Soltó Scott.
— Correcto, con el tiempo comencé a sentir aprecio por ella, es muy dulce, muy linda, amable y tierna – Afirmó.
— Pues parecía feroz – Soltó Scott.
— Eso pareciera a simple vista, pero conforme la tratas te das cuenta que es completamente diferente.
— ¿Y por qué no sabes si estás enamorada? – Gruñó Scott.
— Porque he ido con especialistas y mientras tenga esto, las feromonas harán un estrago en mi por siempre, o hasta que logre quitármela.
— ¿Qué quieres decir? – La observó su padre.
— Que todo lo que siento por Karlie, dicen que es causado por las feromonas, ni Karlie, ni Harry que es el médico experto, incluso Calvin creen que esto es causado por las feromonas y no es real, que siento que la amo, pero no es un sentimiento real en mí y para ser honesta tengo miedo – Admitió por primera vez.
— ¿Por qué miedo? – Apretó su mano su mamá.
— Porque ella es muy distante, muy seria y comprendo por qué, su vida no fue fácil, y ella ha dejado claro que no quiere nada conmigo hasta que la marca desaparezca y sepa si lo que siento por ella es real o no, ya que ella si siente algo por mí.
— Mi amor, no tengas miedo de enamorarte – Le sonrió Andrea.
—      No es por eso, me da miedo no estarlo y que la lastime como todos a su alrededor o la gran mayoría.
— En eso tienes razón, debes estar segura de lo que sientes para no lastimarla, que sean reales tus sentimientos antes de que hagas algo mal – Admitió su padre
— Lo sé – Suspiró.
— ¿Así que un Alfa? – Sonrió Austin para restar seriedad al tema – Me imagino que debes ser feliz ¿no? – Rio – ¿Es cierto que los Alfas están dotados?